El corazón de Monte Alto vuelve a latir: se buscan placeros para el mercado reabierto

El Mercado Municipal de Monte Alto ha vuelto a la vida este miércoles, marcando un hito en la regeneración urbana de A Coruña. Tras años de espera y una compleja intervención arquitectónica, las instalaciones han abierto sus puertas operando a pleno rendimiento en su primera jornada oficial. La alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, ha supervisado personalmente el arranque de esta nueva etapa, recorriendo los puestos y saludando a los placeros que, desde ayer, ya despachan género fresco en un edificio que aspira a ser mucho más que una simple plaza de abastos. La regidora ha destacado que esta obra, impulsada por el gobierno local, ha movilizado un presupuesto cercano a los diez millones de euros, una cifra que refleja la magnitud del proyecto cofinanciado a través de los fondos europeos PIREP.

La transformación del inmueble responde a una necesidad histórica de adaptar una infraestructura ochentera, retocada por última vez en 2006, a las demandas del siglo XXI. Según ha explicado Rey durante su visita, la rehabilitación no se ha limitado a un lavado de cara, sino que se ha ejecutado con una clara perspectiva de futuro. El objetivo principal era anticiparse a las necesidades que puedan surgir en las próximas décadas, garantizando que el mercado no solo sirva a los vendedores actuales, sino que permanezca funcional y eficiente a largo plazo. Esta visión a medio plazo busca consolidar el tejido comercial de proximidad frente a las grandes superficies, revitalizando la economía de barrio.

En el interior, la filosofía de la reforma se hace patente en la nueva distribución del espacio. Se han eliminado las barreras visuales del pasado para crear un entorno mucho más diáfano y luminoso, donde los productos ganan protagonismo gracias a una configuración de los puestos más oxigenada. La estructura original ha sido reforzada, pero lo que percibe el cliente es una mayor amplitud y claridad. Además, se ha puesto un énfasis especial en la sostenibilidad, dotando al edificio de sistemas que garantizan una mayor eficiencia energética, un requisito indispensable en las obras públicas actuales para reducir la huella de carbono municipal.

La intervención trasciende los muros del mercado y ha servido como palanca para reurbanizar el entorno, mejorando la calidad de vida de los vecinos de Monte Alto. La plaza superior y las calles colindantes han sufrido una metamorfosis destinada a priorizar al peatón sobre el vehículo privado. Un ejemplo claro es la calle Joaquín González, que ha sido reconfigurada para calmar el tráfico y garantizar la seguridad de los viandantes en una zona de tránsito constante. Asimismo, se han creado nuevas áreas de esparcimiento y se ha incrementado la masa verde con la plantación de 17 nuevos árboles, buscando humanizar el espacio público frente a la Avenida de Hércules.

Otro de los pilares fundamentales de esta obra ha sido la integración de servicios públicos esenciales en el mismo complejo. El proyecto incluye el nuevo edificio de la escuela infantil municipal, que se ha trasladado a una ubicación anexa a la calle Cuento. Estas modernas dependencias no solo mejoran la oferta educativa del barrio, sino que facilitan la conciliación familiar al integrar servicios en un mismo entorno urbano. Junto a la escuela, se han habilitado espacios polivalentes en la zona de la calle Forcarei destinados a actividades vecinales, reforzando el carácter del mercado como centro neurálgico de la vida social de la zona.

La accesibilidad ha sido el otro gran eje vertebrador de la reforma, resolviendo una de las carencias históricas del edificio. La instalación de dos nuevos ascensores permite ahora una movilidad vertical fluida tanto dentro del mercado como en su conexión con el exterior. Esta mejora es vital para un barrio con una población envejecida y para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida o familias con carritos. La eliminación de barreras arquitectónicas, sumada a la incorporación de una rampa accesible en la escuela infantil, democratiza el uso de las instalaciones públicas.

El traslado de los vendedores desde la ubicación provisional en Indalecio Prieto se completó en un tiempo récord durante la jornada de ayer. Tras finalizar su actividad el sábado en la carpa temporal, los profesionales trabajaron a contrarreloj para tener todo a punto para la reapertura, asegurando que el mercado estuviera operativo en unas fechas tan señaladas. La alcaldesa ha querido agradecer expresamente la paciencia y comprensión de los placeros durante el tiempo que han durado las obras, reconociendo la incomodidad logística que suponen este tipo de intervenciones y el esfuerzo que implica mantener la actividad comercial en instalaciones provisionales.

Durante el acto inaugural, Inés Rey estuvo acompañada por parte de su equipo de gobierno, incluyendo a los concejales José Manuel Lage, Montse Paz, Juan Ignacio Borrego y Diana Cabanas. También asistieron el arquitecto responsable del proyecto, Alejandro Álvarez, y representantes de las empresas constructoras UTE Prace Servicios y Obras y Xestión Ambiental de Contratas. La sociedad civil estuvo representada por la Asociación de Vecinos Atochas-Monte Alto, mientras que la nota emotiva la puso la Coral del Centro Cívico de Monte Alto, que amenizó el evento, simbolizando la unión entre el comercio y la cultura vecinal.

Con el mercado ya en funcionamiento, el Ayuntamiento pone ahora la vista en completar la oferta comercial. En las próximas semanas se lanzará la licitación para adjudicar los puestos que todavía permanecen vacíos. Esta medida busca no solo llenar de vida todos los rincones de la plaza, sino también fomentar la creación de empleo local y diversificar los servicios que se ofrecen a los ciudadanos. La intención es que el mercado opere al cien por cien de su capacidad, convirtiéndose en un motor económico.