El supuesto "monopolio" de Monbus retratado por sus viajeros: atrasos, buses urbanos entre ciudades y que "se caen a cachos"

En los últimos meses se han recrudecido las críticas a la compañía de autobuses en redes sociales y en la calle, donde los usuarios demandan a la Xunta un mejor servicio  de la empresa concesionaria.

Galiciapress ofreció a Monbús la posibilidad de rebatir estas denuncias pero la compañía renunció más allá de señalar que los vehículos están en perfectas condiciones.

Autobuses destrozados, paradas que se saltan los conductores, malas contestaciones por parte de los choferes o servicios deficientes son algunas de las muchas denuncias que los viajeros han trasladado a este medio.

Carlota es, como tantos gallegos, una usuaria forzosa de Monbus. La falta de alternativas la obligan a estar indefectible y puntualmente a las 9 de la mañana en la estación de Santiago de Compostela desde hace 8 años. Desde hace unos meses, cada viaje es una aventura y nunca sabe cuándo o cómo va a llegar a su destino, pero sí que nunca será a la hora que indica su billete.

“Suele salir con unos 20 minutos o media hora de retraso a Vigo. El retraso se debe a que, según me han comentado en la estación de autobuses, es un 'Flexibus' que va hasta Oporto y tienen preferencia estos viajeros, los que pagan”, denuncia esta usuaria. La suya es una de las cientos de reclamaciones que se acumulan en los buzones de la empresa en donde se relatan las malas prácticas y los maltratos que sufren los viajeros por parte de una compañía que tiene una posición dominante en el transporte público de autobús en Galicia. 

"NO ME SUBO MÁS"

El estado de la flota también es objeto de muchas críticas. Asientos rotos, tapicería rajada o con quemaduras…  “De Santiago a Ribeira en un autobús que se caía a pedazos. El propio conductor dijo que era la última vez que cogía ese bus, que en cuanto llegase a Ribeira no iba a subirse más”, comenta Ana, que ha llegado al extremo de elegir no desplazarse de la capital a su pueblo solo para no tener que hacerlo en bus. “Si no baja algún amigo en coche me lo pienso dos veces antes de subirme a un Monbus”, asevera. 

En ocasiones la falta de autobuses obliga a la compañía a buscar soluciones de emergencia, desde minibuses hasta buses urbanos que cubren trayectos tan largos como un Lugo - Santiago. “Era un bus urbano, por autovía casi todo el tiempo, no tenía ni maletero para el equipaje”, relata un viajero. Marta, que coge esa misma ruta, relaciona que el mal servicio de Lugo está condicionado a que los lucenses y los estudiantes tienen que acudir a Monbus sí o sí por el aislamiento ferroviario de la ciudad amurallada. 

Algunos, en cambio, consideran que gran parte de la culpa recae sobre los propios pasajeros, que pagan su enfado con Monbus destrozando los asientos. “Es verdad que muchos buses están viejos, pero hay cosas que es culpa de la gente. Grafitis, ceniceros arrancados, la tapicería rajada, chicles pegados y basura tirada…Hay gente muy guarra que no sabe comportarse”. 

No obstante, no justifica la denuncia de otro usuario: “He llegado a ver la ventana del autobús tapada con cinta aislante”. Tampoco el episodio que vivió una viajera del trayecto Boiro - Santiago, que denuncia en su bus no funcionaba el aire para desempañar el cristal. “El conductor llamó para pedir otro autobús porque era peligroso conducir en esas circunstancias. Le respondieron ‘Limpia el cristal con agua y jabón’. Me quedé parva”. 

ESPERANDO POR ESE BUS QUE NUNCA LLEGÓ

Sin embargo, tal vez el aspecto que más critican los usuarios es “la incertidumbre”. “¿Cuántos minutos de mi vida perdí esperando por un bus que nunca apareció?”, se pregunta una viajera habitual. Leire, en cambio, dice que celebrará “una fiesta” cuando su bus llegue en hora.  

“Tú llegas a la parada con tiempo, y el bus puede llegar a su hora…o no. A veces no llega y no tienes forma de saber si ya ha pasado o si va con retraso; otras llega antes de tiempo y se larga antes de la hora”, critica una usuaria, mientras que otro agrega que en ocasiones, cuando pasa, no se detiene en las paradas. “Pasa por delante de tus narices y te deja en tierra”, reprocha Pedro.

Y si llega el autobús, es posible que la demanda y la oferta no se ajusten. “De Vigo a Pontevedra con diez personas de pie en el bus. Ver para creer”, denuncia una pasajera en Twitter. “Una vez estuvimos casi una hora esperando por el bus directo de Vigo a Santiago. Cuando llegó el siguiente autobús el conductor nos dijo que el que estábamos esperando no iba a llegar porque el conductor se quedó dormido y no tenían forma de contactar con él”, explica Elisa, que demanda a Monbus “recursos suficientes para cubrir una baja”. “No puede ser que por sus problemas los demás lleguemos una hora y media tarde al trabajo”, denuncia. 
 

“Y el tema de la web es para darle de comer aparte”, se queja con resignación otra usuaria. “Los horarios desactualizados, es una completa lotería. Te dice que un bus ya ha pasado cuando todavía no ha llegado. Tampoco te deja comprar billetes para todos los destinos y las taquillas de las estaciones es imposible pillarlas abiertas muchas veces”. 
 

MALAS RESPUESTAS, CONDUCTORES DESAGRADABLES, “PROBLEMAS DE IRA”…

El comportamiento de los choferes también es motivo de muchas quejas. Si bien no es la norma general, las malas contestaciones, las respuesta “desagradables” o los “farfulleos” constantes son algunas malas vivencias comunes entre muchos pasajeros. 

Carlota, que en alguna ocasión ha tenido que quedarse “en tierra”, afirma que son los conductores los que se dirigen a ellos con comentarios como “los de Pontevedra y Vigo entráis de últimos. Bueno, si es que hay sitio para vosotros”. En esta misma ruta se han dado casos de “trasvases” de pasajeros a otros autobuses en estaciones de servicio en plena autopista, algo que también ha ocurrido en autobuses que cubren la ruta de Outes.
 

“Nos meten en un bus con un conductor que no conoce Vigo, por lo que entra a la ciudad por otro sitio, saltándose paradas”, indica, al tiempo que asevera que son los pasajeros los que incluso tienen que guiar al conductor para llevarlo a las paradas que marca el servicio que ofrece Monbus en su web. Muchos pasajeros se bajan antes para no tener que seguir haciendo de GPS.

En ocasiones, cuando los conductores van muy pillados de tiempo, se saltan paradas u obligan a algunos pasajeros a esperar por otro autobús. “Que se esperen al siguiente. Total, ya queda poco para que llegue”, es un comentario habitual que llega a oídos de los usuarios. “Tienes una duda y te dicen: ‘¿No sabes leer?’ ¡Pues no, porque en el cartel del bus no se puede leer lo que pone!”, acusa amargamente Paloma, que necesita el autobús para ir a trabajar.

“A algunos no nos queda más remedio que movernos en Monbus porque no hay nada más que pase por los pueblos y tenemos cada vez menos buses al día”, lamentan en redes sociales. Esa falta de alternativas es la que despierta la indignación de los gallegos y gallegas que demandan un transporte público “mejor organizado y más preparado”. 

SIN RESPUESTAS DE MONBUS

Pese a los intentos de este diario por conocer el parecer de Monbus ante las críticas de los usuarios, la empresa no se ha pronunciado al respecto ante los requerimientos de Galiciapress, más allá de afirmar que el estado de los autobuses es óptimo para realizar los trayectos. 

En los trabajos de campo de la Xunta -correspondientes solo a la línea A Coruña - Ferrol-, el gobierno autonómico no apreció grandes incumplimientos en el servicio de la compañía, sin apenas retrasos importantes y con plazas suficientes como para cubrir la demanda. "No hay elementos objetivos como para considerar una rescisión de contratos", constata la Administración.

No opinan lo mismo sus competidores. Durante la primavera pasada varias compañías denunciaron ante San Caetano, tras presentar una demanda contra la Xunta y Monbus, el "oligopolio" de la compañía en el sector del transporte por carretera. “Alteración de precios y concursos, corrupción, prevaricación, tráfico de influencias, asociación ilícita y falsedad documental” son algunas de las acusaciones que otras firmas organizadas en el colectivo Galibús hacen a Monbus. Mientras, los usuarios siguen esperando soluciones que, como los buses, vienen con retraso...si es que vienen.