Ecologistas tildan de paripé la moratoria al eucalipto pues la superficie ha aumentado

El 'Plan Forestal de Galicia 2021-2040' señala entre sus principios rectores (p.25): “Garantizar una gestión forestal sostenible del monte gallego, entendiendo por tal la administración y el uso de los bosques, de manera y en tal medida que mantengan su biodiversidad, la productividad, la capacidad de regeneración, la vitalidad y su potencial de cumplir, ahora y en el futuro, funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes a escala local, nacional y global, sin causar daño a otros”. Y este primer principio añadía en sus líneas finales “En definitiva, una política forestal gallega que contribuya al desarrollo rural sostenible, a la fijación de su población, a la conservación y mejora del medio ambiente y a la calidad de vida (definición de la Conferencia de Helsinki)”. Para muchas organizaciones ambientalistas este primer principio junto a los demás son papel mojado y, sobre todo en lo referente a la moratoria del eucalipto. 

En 2021 la Xunta de Galicia ponía en marcha un “freno” a la expansión del eucalipto, se consideraría ilegal toda plantación que substituyese a otros árboles o se realizase en áreas agrícolas. El objetivo, reducir un 5% la superficie de masa eucaliptal, porcentaje considerado casi irrelevante por movimientos ambientalistas y defensa de la naturaleza, dada la extensión actual de esta plantación, que supera las 400.000 hectáreas según el Inventario Forestal Nacional sobre Galicia. 

 ¿QUÉ HA PASADO?

Joam Evans de Ecoloxistas en Acción (EEAA) resume que no se ha cumplido con ninguna de las leyes en vigor sobre protección de montes. Ese corpus incumplido recoge la Ley de Incendios de 2007, la Ley de Montes de 2012 y ahora la moratoria sobre el eucalipto. El incumplimiento de estas leyes y norma han traído parejo la desaparición de pino, frondosas y monte bajo según movimientos ambientalistas. 

Fins Eirexas, de Adega, recuerda que la idea era que no podía haber substitución de otros árboles por eucalipto ni plantar en tierras que hubieran sido agrarias u otros usos. Sin embargo, sí se podía plantar dentro de las miles de hectáreas ya plantadas en Galicia. El objetivo de la moratoria era muy limitado, no ampliar la superficie ya plantada, y aún así los datos provisionales del Inventario Continuo Forestal Galego de 2023 (la moratoria es de 2021) resulta que ha aumentado la superficie plantada. 

Desde Greenpeace apuntan a que el informe “A Cadea Forestal-Madeira de Galicia 2023-2024”, presentado en diciembre de 2024 por la Xunta de Galicia en colaboración con la Universidad de Vigo, los datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia (IFCG) para 2023 indican un aumento de la superficie de las plantaciones de eucalipto. “Así, la superficie cubierta por el eucalipto en Galicia ocupa 419.051 hectáreas, lo que se traduce en un aumento respeto al año 2022 del 1,4% (6.000 hectáreas más)” (documento Greenpeace a favor de la ampliación de la moratoria del eucalipto, página 1)

Entre las causas que pueden estar detrás del incumplimiento de la moratoria podríamos encontrar el abandono rural y la substitución de cultivos y bosques de pino y frondosas por eucaliptos. Los propietarios apenas tendrían que molestarse en trabajar las tierras, “hay muchas plantaciones de personas que ya no viven en ese lugar” dice Evans. Además, se tiene en cuenta que la superficie puede aumentar debido a la expansión “natural” de las semillas de eucalipto sobre el terreno. 

Por otra parte, Adega señala que tras las limitaciones del gobierno portugués a la proliferación de eucaliptales, pasteras lusas (productoras de pasta para la fabricación del papel) han puesto el ojo en Galicia. En estos momentos, según Adega, posiblemente 10.000 hectáreas de monte a eucalipto esté en manos de empresas con sede en Portugal. Además, y aunque exista obligación de denunciar plantaciones ilegales, solo se han presentado 1.000 denuncias este año y no se sabe cuáles han sido las consecuencias de las mismas.

 FUTURO 

Tras el anuncio de Altri con su intención de instalarse en Palas de Reis, los cálculos se desbordaron. Las previsiones apuntan a la necesidad de aumentar la superficie de monte a eucalipto, y para ello es necesario cubrir terreno en el interior de Galicia. Esto tendría que realizarse con la especie eucalyptus nitens, declarada especie invasora por el Comité Estatal de Biodiversidad en 2017: “El 18 de septiembre de 2017, D. Rafael Sisto, Alcalde del Ayuntamiento de Teo (A Coruña), presenta un escrito dirigido a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, solicitando la inclusión de las especies Eucalyptus camaldulensis, E. globulus, E. nitens, y cualquier otra especie del género Eucalyptus en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras regulado por el R.D. 630/2013, de 2 de agosto”. 

La opción por la especie nitens frente a la glóbulus (la mayoritaria hasta ahora en territorio gallego) viene dada por su resistencia al frío y a poder plantarse a mayores altitudes. Esto aumentaría la presión sobre territorios del interior de Galicia (caso de la comarca de A Ulloa) para alimentar la futura planta de Altri. En estos momentos, las áreas con una presión alta de eucalipto (sobre todo glóbulus) son A Mariña y Ortegal. 

El peligro de esta especie redunda en que eliminaría casi de forma definitiva la división en mosaico del monte y terreno rural. Esta división en parcelas cultivadas, bosques y otro tipo de usos, funciona como “barrera” frente a los incendios forestales. La uniformización del terreno a base de nitens y glóbulus hace temer tanto a ambientalistas como a otros colectivos (sindicatos agrícolas, asociaciones rurales, etc.) que, en un momento dado, un incendio pueda recorrer Galicia de norte a sur o viceversa. 

Las propuestas ante las posibilidades apuntadas son la revisión de las leyes sobre montes, cultivos forestales y de conservación de espacios naturales autóctonos, así como eliminar las especies invasoras. El cumplimiento íntegro de esas leyes por parte de todos los actores implicados además de ofrecer alternativas en el rural. Estos puntos se debieran aplicar con un diálogo previo entre administración, asociaciones, sindicatos agrarios, comunidades de montes y demás agentes para dar alternativas a la plantación para pasta de papel.