La Asociación Profesional Independientes de la Guardia Civil exige un Consejo "que vaya más allá de la burocracia"

La asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) se presenta a la sesión constitutiva del Consejo de la Guardia Civil, el principal foro de interlocución del cuerpo, con el objetivo de convertirlo en una auténtica palanca de cambio para las condiciones de vida de los agentes, según ha manifestado la organización. La entidad, que ha duplicado su respaldo en las últimas elecciones, inicia esta etapa con una posición fortalecida.

El vicepresidente y portavoz nacional de IGC, Daniel Fernández, ha sido tajante al respecto: "El nuevo Consejo debe servir para mejorar de verdad las condiciones de los guardias civiles, no para reproducir inercias burocráticas". La asociación, que fue de las pocas que aumentó significativamente su apoyo en unos comicios con caída generalizada de participación, interpreta este resultado como un aval a su "trabajo constante, a la independencia y al compromiso que mantenemos con las reformas reales".

UNA VOZ REFORZADA

Fernández subraya que la asociación asume esta legislatura "con la responsabilidad de quien ha recibido un apoyo renovado y con la determinación de transformar esa confianza en resultados tangibles". El objetivo, claro: que este órgano profesional no sea "un mero trámite administrativo", sino una "verdadera herramienta de progreso".

El representante de IGC en este foro es Isaac Valeiras Arnáiz, un guardia civil con destino en Ourense que ya formó parte del Consejo anterior. Su reelección por parte de la asociación refleja la confianza depositada en su experiencia y su habilidad para transmitir las demandas del colectivo con "rigor, firmeza y espíritu constructivo".

LAS REIVINDICACIONES CLAVE

El mandato con el que IGC acude al Consejo es claro: impulsar las modificaciones que realmente supongan una mejora en la esfera profesional, laboral y personal de los miembros del cuerpo. Entre las prioridades que defenderá la organización en esta nueva etapa, destacan la equiparación salarial efectiva con el resto de cuerpos de seguridad, una petición histórica aún no resuelta, el reconocimiento de la profesión de riesgo para los agentes del cuerpo, o una regulación horaria clara y justa, que favorezca la conciliación familiar. 

Optimizar el sistema de destinos y comisiones de servicio para evitar la arbitrariedad y fomentar la movilidad voluntaria o el refuerzo de la atención sanitaria y psicológica a los agentes y sus familiares son otras de las peticiones de la organización.

La modernización de infraestructuras, equipamientos y recursos operativos, especialmente en las zonas rurales.

Fernández insiste en que buscan que el Consejo "deje de ser un espacio de debate estéril y se convierta en una herramienta útil para transformar el día a día de quienes garantizan la seguridad de los españoles".

INDEPENDENCIA Y RESULTADOS

Fundada en 2008, IGC se ha consolidado como una voz independiente y constructiva, sin ataduras partidistas. Según su portavoz, el modelo de trabajo de la asociación se basa en la transparencia, la cercanía y la perseverancia.

El mensaje de las urnas es inequívoco: "Los guardias quieren una representación que hable menos y logre más", concluye Daniel Fernández. IGC asume este desafío con humildad y firmeza, asegurando que su voz será tanto "exigente" como "constructiva".