Las trabajadoras de DomusVi “se rompen”, los centros de Ferrol acumulan un 60% de bajas laborales

La situación en las residencias de mayores de Domus Vi en la comarca de Ferrol y en el conjunto de Galicia ha alcanzado un punto crítico, marcado por la falta crónica de personal, la sobrecarga laboral y la denuncia de un modelo que antepone el beneficio empresarial al bienestar de usuarios y trabajadores. Según las denuncias de Beatriz Fernández, representante de la CIG en Ferrol, la situación se ha agravado "muchísimo" desde el verano de 2025. Las malas condiciones salariales y laborales están provocando una fuga de personal, lo que obliga a quienes se quedan a "romperse físicamente".

Este agotamiento y la precarización han disparado el índice de bajas por incapacidad temporal (IT) en la comarca, un perjuicio directo al servicio asistencial. En los centros de la zona, la tasa de bajas supera el 60%. Esta situación es tan grave que Domus Vi tiene serios problemas para cubrir las ausencias, lo que lleva a las direcciones de los diferentes centros a "competir entre ellos" para captar personal que, simplemente, no existe.
 

Trabajadoras de Domus Vi en Ferrol han alertado numerosas veces sobre el personal insuficiente, culpando a la Xunta de Galicia de no garantizar un servicio digno. Esto se debe a unas condiciones laborales fijadas hace casi 30 años y que perpetúan la precariedad económica y social. Los sindicatos han denunciado que las ratios de personal están desfasadas (no se actualizan desde 1996) y que la postura de la Consellería de Política Social permite un modelo que "mercantiliza los cuidados".

La admisión de pacientes psiquiátricos
La crisis del modelo de residencias se extiende a la tipología de usuarios que acogen los centros, un riesgo que se agrava con la falta de personal formado. El problema de las "muertes evitables" en residencias de Domus Vi se ha relacionado con el fallecimiento de Encarnita Polo, quien se encontraba en uno de sus centros. Este caso, según las denuncias, está directamente vinculado a la cantidad de usuarios con patologías psiquiátricas graves y de adicciones, que son ingresados en centros de mayores.

Fuentes consultadas confirman que las residencias de mayores en Galicia están recibiendo pacientes con trastornos mentales graves y adicciones, un hecho para el que no están preparadas ni estructural ni profesionalmente para asumir el papel de centros de reclusión y atención psiquiátrica.

Trabajadoras del sector han denunciado un aumento de las agresiones en los geriátricos después del ingreso de estos nuevos usuarios. Esta situación genera un clima de inseguridad, incrementando las bajas por estrés en el personal. Las residentes de avanzada edad han llegado a "dormir con el bolso bajo la almohada y viven amenazadas por personas con las que incluso llegan a compartir habitación".

El Brote de Sarna en Monforte: Versiones Enfrentadas
La precariedad y la falta de control tuvieron su máxima expresión en la denuncia sobre la residencia Domus Vi de Monforte de Lemos, donde se alertó de un presunto brote de sarna y condiciones "inhumanas". El diputado del BNG Iago Suárez basó su denuncia en el testimonio de personal sanitario del hospital de Monforte (SERGAS) que acudió de urgencia al asilo. El relato describía un centro en colapso, con olores a orina y a heces "insoportables" a altas horas de la madrugada. Una ratio asistencial de solo tres trabajadoras (cuidadoras y una enfermera, según otras fuentes) para atender a 180 residentes durante el turno de noche.

El foco de la urgencia era un "residente con brote de sarna que se puso muy agresivo". El residente con sarna, según esta versión, compartía habitación con otro usuario, lo que aumentaba el riesgo de contagio. La situación desbordó a las profesionales. Ante estas graves acusaciones, la empresa Domus Vi Monforte emitió un comunicado negando las denuncias. Según la compañía, la información difundida es "rotundamente contraria" a la atención diaria que se brinda. Domus Vi alegó que cerca del 90% de la plantilla activó "voluntaria y libremente" una recogida de firmas para desmentir las denuncias, sintiéndose "muy afectados moral y éticamente".
 

La empresa negó tajantemente que se produjese un brote, asegurando que el residente "en ningún momento compartió habitación con otros residentes". Sin embargo, la propia Beatriz Fernández, al referirse a este caso, afirmó que "se detectó tarde" y que la situación no se controló a tiempo, algo que no pasaría si las inspecciones funcionasen adecuadamente.

El Parlamento de Galicia fue el escenario de la denuncia, donde la Directora Xeral de Maiores fue interpelada sobre la fecha de la última inspección en el centro, pregunta que no llegó a responder, limitándose a defender el sistema de inspección de la Xunta. Dicho sistema ha sido acusado de ineficaz por parte de profesionales y familiares de usuarios. “Los centros son avisados con un día de antelación para estar preparados a la llegada de los inspectores” señal un familiar que no quiere dar su nombre.

Sobre las posibles reuniones con la conselleira de Política Social, desde la CIG manifiestan que van por la cuarta solicitud, pero que sigue sin recibirlas. “Es lamentable su actitud arrogante, sobre todo en una persona tan joven” señalan desde el sindicato. Por ahora las profesionales continuarán con sus concentraciones y sus protestas hasta ser recibidas en Política Social.

Sobre los acontecimientos en las residencias de Ferrol, Galicia Press se puso en contacto con el gabinete de prensa de DomusVi, siendo la respuesta que carecen de información para informar a este medio.