¿Mantendrá el PP a Baltar tras ser pillado a 200 por la autopista? Parece que sí, al menos por ahora

La noticia de que Manuel Baltar fue cazado por la Guardia Civil a más de 200 en la autopista, cometiendo un posible delito contra la seguridad vital, empieza a convulsionar la política gallega. ¿Mantendrá el PP en el poder a un político sorprendido infraganti poniendo en peligro la vida de los demás? Esta es la pregunta que ahora mismo pasa por la mente de todos los actores políticos del país.

En teoría, la respuesta le corresponde solo a una persona, a Alfonso Rueda. Como líder del PPdeG es el superior del líder del PP de Ourense y quien podría sugerir al presidente de la Deputación de Ourense que dimita o se ariesgue a ser expulsado. Sin embargo, por ahora Rueda no parece estar dispuesto a presionar al la dinastía baltárica en tiempos prelectorales.

El presidente de la Xunta ha adoptado la estrategia de la avestruz. Cuándo la oposición le ha cuestionado en el pleno del Parlamento esta mañana, Alfonso Rueda ha dado la callada por respuesta. Ni ha mencionado a Baltar ni se ha referido al tema, pese a varias interpelaciones directas. 

Con todo, es evidente que la estrategia del PPdeG de esta mañana no es sostenible indefinidamente. El tema es de tal calibre que su presidente volverá a ser interpelado una y otra vez. Algo tendrá que decir, aunque sea para ganar tiempo.

Esa parece que va ser la estrategia conservadora, ganar tiempo. Ahora mismo, no está claro que a Baltar se le vaya imputar un delito. Según sus portavoces, lo único que hizo la Guardia Civil fue meterle una sanción  de seis puntos del carné y 600 euros, que han quedado en 300 por pronto pago.

"ESTO ES LO QUE HAY"

En lo que respecta a la Xunta de Galicia y el Partido Popular de Galicia, el presidente de ambos, Alfonso Rueda, ha tratado de esquivar al máximo la cuestión sobre qué pasará con Baltar. Rueda no quiso avanzar si se aplicarían medidas disciplinarias o de otro tipo contra su colega. Ni en la sesión de control del Parlamento de Galicia ni fuera del Pazo do Hórreo quiso ser contundente a la hora de condenar a Baltar, más allá de admitir que el presidente de la Deputación "reconoce los hechos hasta el punto de que había una sanción que él paga".

Rueda, que habló en hasta dos ocasiones con Baltar, asegura que "el primero que lo siente" es el propio líder del PP provincial de Ourense, pero que hasta donde él tiene conocimiento solo le consta "una infracción administrativa", si bien esta mañana la Guardia Civil notificó a Baltar la apertura de diligencias por posible delito contra la seguridad vial.
 

"Esto es lo que hay en este momento", zanjó Rueda, al tiempo que apostilló que el deber de los políticos es "dar ejemplo". Por otra banda, el mandatario autonómico dijo desconocer si Baltar conducía o no un vehículo oficial y que él "no es juez" como para precisar el tipo de delito que cometió su homólogo ourensano. 

¿A PARTIR DE QUEÉ VELOCIDAD ES DELITO POR AUTOPISTA?

Ahora bien, si se confirma que circulaba, como indica el atestado, a 215 kilómetros por hora esto implicaría, necesariamente, que se abriría un proceso por un delito contra la seguridad vial. 

En España, se considera un delito contra la seguridad vial cuando se supera en 80 kilómetros por hora (km/h) la velocidad máxima permitida en autopistas y autovías, siempre que la velocidad sea superior a 100 km/h. Es decir, si la velocidad máxima permitida en una autopista es de 120 km/h, se estaría cometiendo un delito si se circula a más de 200 km/h. El radar que cazó a Baltar marcaba 215 km/h según el primer atestado de la Guardia Civil de Tráfico.

La Guardia Civil, por cierto, acaba de remitir el atestado al juzgado. Todo parece indicar, por lo tanto, que el Manuel Baltar se enfrenta a un proceso penal. 

Con estos datos sobre la mesa, Baltar lo tendría muy complicado para esquivar una condena. Otra cosa es el tiempo que logre dilatar el proceso. Es posible que sea un juicio rápido, por que el caso parece cumplir con los requisitos para que el presunto delincuente comparezca enseguida.

LA DEPEDENCIA DEL CACIQUISMO OURENSANO

Muy complicado también es el papel de Alfonso Rueda. La oposición ya le ha reclamado la dimisión de Baltar y, tras su silencio, ha menospreciado al líder gallego, indicando que no tiene autoridad en su partido. Esto es algo que le puede hacer un serio daño a la imagen Rueda, que solo asumió el liderazgo gallego tras décadas a la sombra de Alberto Núñez Feijóo. 

Sin embargo,  defenestrar a Baltar provocaría una revolución de tal violencia en el PP de Ourense que nadie puede asegurar cómo acabaría el asunto. Afines a Baltar se sientan en el Parlamento de Galicia, donde la mayoría del PPdeG es sólida, pero no infinita. Rueda, como antes Feijóo, le debe en gran medida su asiento al baltarismo.

Por encima, la crisis llega en un momento especialmente complicado, con unas elecciones locales dentro de nada. El plan del PP era que tras esos comicios Baltar repita como presidente de la Deputación de Ourense. 

Hay que tener en cuenta también que a finales de año debería haber elecciones estatales. Alberto Nuñez Feijóo necesitará cada voto si quiere lograr su proclamado objetivo de llegar a Moncloa sin depender de Vox y, a la hora de conseguir votos, el baltarismo siempre ha entregado uno de los mejores resultados de entre todas las baronías conservadoras en España. De ahí nace su verdadero poder, del voto de los ourensanos, que serán llamados a las urnas dentro de nada.