Una mujer dirigirá la Universidad de Santiago por vez primera en 530 años, salvo sorpresa en las próximas elecciones a rector

La Universidade de Santiago de Compostela se prepara para vivir en 2026 unas elecciones sin precedentes. Por primera vez desde su fundación en 1495, dos candidatas son las grandes favoritas para liderar la institución. 

María José López Couso, actual vicerrectora de Titulaciones, y Rosa Crujeiras, catedrática de Matemáticas y responsable del centro de investigación CITMAga, han confirmado su intención de presentarse a la carrera por el rectorado. Son, en teoría y salvo la presentación de otro candidato a última hora, las docentes con más opciones. 

La candidatura de María José López Couso se puede interpretar como continuista. Al fin y al cabo, forma parte del actual equipo de gobierno desde hace ocho años. La de Crujeiras sería, por lo tanto, la alternativa.

El proceso electoral se activará a comienzos de 2026, coincidiendo con el final del segundo mandato de Antonio López, quien no podrá optar a la reelección. El actual rectorado ha estado caracterizado por una amplia presencia femenina en su equipo, entre ellas la propia López Couso, que ya intentó ser rectora en el pasado. Con todo, es la primera vez que las dos candidaturas con más apoyo de partida están lideradas por profesoras.

La matemática Rosa Crujeiras, catedrática y directora científica del Centro de Investigación en Tecnoloxía Matemática de Galicia (Citimag), propone situar a la USC a la vanguardia de la innovación investigadora, mediante un ambicioso plan de modernización de infraestructuras y fomento de sinergias con la empresa. Según fuentes de su equipo citadas por El Correo, Xose A. Fraga, Manuel Bermúdez, Mercedes Brea y Tatiana Sánchez Piñón son nombres que suenan para acompañar a Crujeiras en las listas.

López Couso lleva dos mandatos como vicerrectora con Antonio López, en los que se ha encargado del área académica y de relaciones internacionales. Entre sus propuestas está consolidar la oferta de titulaciones, ampliar la internacionalización, mejorar la empleabilidad y reforzar la captación de alumnado de fuera. Sus prioridades, según explica, son responder a las necesidades y demandas de todos los colectivos, promoviendo procesos participativos que garanticen la toma de decisiones desde abajo.

Hay que recordar que en las elecciones universitarias no todos los votos valen lo mismo. El sufragio es  ponderado: el voto del personal docente e investigador permanente tendrá un peso del 51%, el resto del profesorado y personal investigador un 14%, el alumnado un 25% y el personal de administración y servicios un 10%. Lo que quiere decir que el apoyo de los profesores e investigadores es determinante mientra que el de los alumnos, que es el colectivo más numeroso, está históricamente lastrado por su baja participación en este tipo de comicios.

Antonio López no puede presentarse a la reelección por haber agotado sus dos mandatos (6 años cada uno, según la Ley Orgánica del Sistema Universitario - LOSU). El texto vigente ahora limita aún más los mandatos, que deben ser de solo seis años. 
 

López, el rector en ejercicio desde 2018, no tuvo rival en las elecciones de 2022, lo que hizo que el proceso fuera atípico. En los anteriores comicios, López derrotó a la lista de su predecesor, Juan Viaño, que fue rector entre 2014 y 2018.