José Tomé desmiente las denuncias de acoso sexual y sexo por trabajo
El entorno del presidente de la Deputación de Lugo habla de montaje pero el político todavía no se ha pronunciado oficialmente. Las informaciones sobre el grado de conocimiento que tenía la dirección del PSOE en Galicia son por ahora contradictorias. Tomé mantiene su agenda para este miércoles, lo que apunta a que no dimitirá.
José Tomé niega las acusaciones de acoso sexual y ofrecimiento de trabajo a cambio de sexo que han vertido anonimamente varias mujeres. El presidente de la Deputación de Lugo no ha hecho ninguna declaración oficial tras el estallido del escándalo pero desde su entorno sí se ha filtrado desmentidos.
Así, en El Progreso se señala que el líder del PSdeG en la provincia desmiente las denuncias y, es más, alerta de un montaje para difarmarlo. Por su parte, en La Voz de Galicia se publica la cita de que “esto é unha montaxe moi clara” y se apuntan a que Tomé estaría preparando una ofensiva legal contra las publicaciones.
Galiciapress ha vuelto a ponerse en contacto con sus portavoces oficiales en el Pazo Provincial. Al igual que ayer por la noche, cuando Cuatro reveló las denuncias, no ha obtenido respuesta. Desde el Ayuntamiento de Monforte, por su parte, se limitan a señalar que el miembro del Comité Federal del PSOE mantiene su agenda oficial de actos para este miércoles, algo que apunta a que no piensa dimitir. De hecho, tiene un acto esta mañana en Monforte y allí se dirige masivamente la prensa para intentar obtener sus primeras declaraciones oficiales.
Las denuncias contra José Tomé se centran en presuntos episodios reiterados de acoso sexual a varias mujeres vinculadas al partido, enviadas a través del mecanismo interno contra el acoso del PSOE. Ese mecanismo permite el envío de denuncias anónimas. La televisión que destapó el caso tuvo acceso a seis, dice, pero no ha puesto cara ni voz a ninguna denunciante.
Según los testimonios remitidos al canal interno del PSOE, al menos cuatro a seis mujeres han formulado denuncias que relatan tocamientos no autorizados, comentarios y mensajes de contenido sexual, llamadas subidas de tono y ofrecimientos de puestos de trabajo a cambio de favores sexuales por parte de José Tomé. Las denunciantes son trabajadoras, militantes, concejalas y asesoras socialistas de diferentes municipios de la provincia, que sitúan estos comportamientos en un periodo prolongado de tiempo y los describen como una conducta conocida en el entorno orgánico del partido.
¿Qué sabía Besteiro?
Desde la dirección gallega del PSOE se apunta que no existe constancia oficial de las denuncias más allá de las referencias conocidas por los medios, insistiendo en que no hay un expediente formal ni resolución interna sobre Tomé en el momento en que trascienden las acusaciones. Sin embargo, las denunciantes sostienen que sí habían comunicado la situación a dirigentes como José Ramón Gómez Besteiro, Lara Méndez o Pilar García Porto, a los que acusan de inacción.
El mecanismo interno de denuncia permite el envío de quejas anónimas. Es Ferraz, la dirección estatal, quien investiga las quejas. Solo cuando el expediente es finalizado, lo que en teoría incluye recabar el testimonio de la denunciante si es posible, se informa a las direcciones regionales, en este caso la gallega. Así que, en teoría, es factible que las quejas existiesen y José Ramón Gómez Besteiro y los suyos no tuviesen, como dicen, constancia oficial. Otra cosa es si las quejas les habían llegado por otras vías, como apuntan los denunciantes.
El grado de conocimiento por parte de la dirección gallega del PSdeG no es cuestión baladí, como prueba las consecuencias que ha tenido en el PSOE el caso Salazar.
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