Representantes de CIG-Ensino y STEG encerrados en la Consellería de Educación: "Habrá niños sin notas en Navidad"

A poco menos de cinco días para que arranquen dos jornadas más de huelga en los centros educativos gallegos, convocadas por la Confederación Intersindical Galega (CIG) y el Sindicato de Traballadoras e Traballadores do Ensino de Galiza (STEG), un grupo de docentes ha decidido entrar en la Consellería de Educación y echar la llave hasta que no los reciba el conselleiro Román Rodríguez, que hasta ahora ha empleado innumerables evasivas para evitar el encuentro con las dos fuerzas sindicales que abanderan las movilizaciones en la educación pública gallega.

Después de tres jornadas de paro, el trimestre en Galicia está a punto de acabar con las que serán la cuarta y quinta jornadas de huelga en los colegios, los días 16 y 17 de diciembre respectivamente. Se trata de un hecho histórico en la comunidad en un momento de especial ebullición entre el profesorado, que denuncia la sobrecarga de trabajo, las carencias que enfrentan en su día a día y la precariedad salarial que sufren y arrastran desde hace más de una década. 

"NO NOS QUEDÓ MÁS REMEDIO"

Laura Arroxo, secretaria nacional de CIG-Ensino, es una de las personas que se encuentra este jueves atrincherada en la Consellería, un extremo al que llega el sindicato “después de haber registrado por sede electrónica en octubre y noviembre la solicitud para reunirnos con el conselleiro”, algo que también hicieron la semana pasada con una entrega en mano al propio Rodríguez a las puertas del Pazo do Hórreo. 

Las pretensiones de los sindicatos pasan por “establecer un diálogo con la Consellería” que en estos momentos permanece “cerrada en banda a negociar con nosotros, cuando somos una mayoría sindical en la representación del profesorado”. “Después de tres meses de grandes movilizaciones no nos quedó más remedio que intentar venir aquí y decirles que no nos vamos a mover hasta que no nos agenden una cita con el conselleiro”, subraya Arroxo. 

Tampoco para Miguel Paz, secretario de Confederación e Relacións Institucionais del STEG, la de este jueves es una situación nueva. “Ni es la primera vez que participo en un encierro en la Consellería ni pienso que esta será la última”, estima Paz, que en los últimos años ha participado en diversas actuaciones similares, como ya ocurrió en las protestas de octubre con docentes que pasaron la noche en los colegios gallegos. 

“Siguen sin querer atender a los convocantes de las huelgas. Es inaudito que la administración no se quiera reunir con los comités de huelga que existen a día de hoy, porque sería lo lógico, lo democrático, lo normal en cualquier situación”, detallan desde STEG, que ven una “inacción” por parte de la Xunta que ha catalizado en esta decisión de acudir los representantes de los dos sindicatos a la Consellería a exigir un encuentro con Román Rodríguez. 

Paz confía en que este sea un paso definitivo para desbloquear la situación, si bien de momento siguen sin respuesta, más allá de que lo que trasladan desde la Consellería es que “Román Rodríguez no está en el edificio” y que “están estudiando la documentación que se le entregó el otro día”. “La documentación del otro día es prácticamente un folio. No creo que tenga mucho que estudiar”, ironiza Paz, que insiste en que lo que falta es “voluntad política” para negociar. 

DIÁLOGO "A ESPALDAS" DE LOS COMITÉS DE HUELGA

Desde la CIG censuran que la Cosellería iniciasen los contactos con los sindicatos firmantes del conocido como “acuerdo de la vergüenza” para una negociación prevista en el mes de enero “con temas que en el propio acuerdo no entraban”. “El hecho de adelantar las negociaciones, lo que tiene que ver con las ratios o con el horario lectivo del profesorado, solo responde a las grandes movilizaciones que llevamos a cabo este trimestre”, incide Arroxo, que no ve coherente que los sindicatos que promueven esas protestas se encuentren “fuera”, además de representar una mayoría en la representación del colectivo. 

Ya en el Parlamento Arroxo pudo constatar que el conselleiro “sigue cerrado en banda” y que “tiene su ámbito de diálogo”. “Ese acuerdo está superado. Los sindicatos que lo firmaron lo denunciaron. Es un acuerdo que el profesorado no vio como una mejora, porque, si no, no estaría en estas movilizaciones”, razonan desde la CIG, que ven como “la enseñanza pública está en peligro”, algo que quedó manifiesto con las declaraciones de las AMPAS galegas que ponen el acento en la atención a la diversidad.

El último episodio de calado en este sentido fue el ocurrido hace una semana en el CEIP Concepción Arenal de A Coruña, donde STEG denunció los “parches” que practicó Educación para tratar de sobreponerse a la ausencia de dos cuidadores. “La educación pública se mantiene a base de parches y de la buena voluntad del profesorado”, puntualiza Paz, que echa mano de un estudio reciente donde se examinan las horas extra que realiza el profesorado. “Todas esas horas que dedicamos en casa a corregir exámenes, a preparar las aulas y demás, están fuera de nuestro horario laboral. Resulta completamente ilógico el maltrato continuo y sistemático del consellerio. Es un maltrato que no se permitiría en ningún otro ámbito laboral”, afean desde STEG. 

¿UN TRIMESTRE SIN NOTAS?

“No se puede estar negociando bajo esos parámetros. Se tiene que negociar con toda la comunidad educativa y, en lo que tiene que ver con el profesorado, se tiene que hablar con todas las organizaciones sindicales, que es principalmente con las que ostentamos la mayoría absoluta en representación”, agrega Arroxo. En ese sentido, cree que los intentos de la Consellería pasan por invisibilizar los efectos de la huelga, con la previsión de que los paros de la próxima semana coincidan con las juntas del claustro para evaluar a los alumnos en este primer trimestre del curso.

“Esos centros están tomando decisiones, como pueden ser atrasar las evaluaciones para enero. Eso va a suponer que muchos estudiantes no reciban las notas y los padres no reciban ese boletín, y van a saber el motivo por el que no lo reciben”, subraya Arroxo. “Eso es lo que le molesta a la Consellería, que se sepa la realidad”, remarca, a la vista de los intentos de "intentar boicotear" las movilizaciones convocadas para la semana que viene con "llamadas de las inspecciones".

El secretario de Confederación e Relacións Institucionais del STEG coincide al entender que el marco negociador pasa, necesariamente, por incorporar a todas las voces al diálogo, del quedan fuera los comités de huelga, donde hoy se discuten asuntos como la pérdida del poder adquisitivo en un contexto donde el acuerdo alcanzado para la subida laboral de los funcionarios resultó insuficiente a ojos de STEG, que se pronunció al respecto.

“El profesorado gallego experimentó una pérdida acumulada de poder adquisitivo de más del 20% desde el inicio de la llamada crisis. Lógicamente, la gente está muy muy cabreada con eso”, detalla, al tiempo que suma a esta ecuación la situación de interinos y sustitutos, que “en muchas ocasiones no cobran su sueldo en plazo”. Esto, junto con las ratios, la atención a la diversidad o la recuperación del horario lectivo de 18 y 21 horas en Secundaria y Primaria -si bien desde STEG van más lejos al argumentar que “lo ideal serían 15 horas lectivas para todos los cuerpos y especialidades”- son otros asuntos sobre los que los sindicatos exigen un debate urgente.

"LLEGAREMOS HASTA DONDE EL PROFESORADO QUIERA LLEGAR"

“Las nuestras son demandas laborales, pero son demandas para mejorar la enseñanza pública, respaldas por las AMPAS, por las familias. Al final, cuando pedimos mejoras laborales, estamos mejorando la enseñanza pública. Ellos están restándole importancia, denigrando e ignorando al profesorado”, lamentan desde CIG-Ensino, que enfatiza que las de los días 16 y 17 de diciembre representan cinco días de huelga desde septiembre, algo “totalmente histórico” y “la primera vez en décadas” que se llega a esta situación. Paz reitera que estar en a las puertas de la Navidad con una mochila de cinco jornadas de huelga resulta “inaudito”.

“Vemos en todas las visitas que estamos haciendo a los centros educativos que se mantiene el ánimo de huelga, que la gente está movilizada y con interés de que vaya a más. Hay un enfado creciente porque la Consellería está sumiendo a la enseñanza gallega a la cola de todo el Estado, y eso la verdad que es algo a analizar”, valora Paz. 

“El profesorado está muy harto”, resume Arroxo, que ve al profesorado “unido” en esta lucha, colaborando para adecentar los centros en el camino a los paros de diciembre. “Lo único que reciben los profes y los equipos directivos son cartas donde los instan a gastar los fondos antes del 31 de diciembre. Lo que nos dicen es que no quieren más pizarras digitales ni más libros, sino más personal para atender al alumnado como se merece”, sostiene.

Lo que no descartan ni desde STEG ni desde la CIG es emprender más actuaciones en el futuro si no se atienden sus demandas. “Esperar que el conselleiro tenga a bien a recibirnos y escucharnos”, sugiere Arroxo, con una mirada ya a futuro con el segundo y el tercer trimestre, donde pueden seguir las movilizaciones “mientras no consigamos lo que pedimos, que es una mejora en el sistema educativo”, mientras que Paz reafirma que la voluntad de STEG es “llegar hasta donde el profesorado nos pida que lleguemos”: “Las siguientes medidas las tenemos que valorar paso a paso. Es importante analizar con calma e ir siempre de la mano del profesorado. Iremos hasta donde el profesorado quiera”.