"¿Cómo debe responder Israel al ataque de Hamás? ¿Con flores?": Conversación con el presidente de AGAI
Pablo Veiga (Begonte, 1970) no es judío ni israelí, pero desde hace unos meses ostenta la presidencia de la Asociación Galega de Amizade con Israel (AGAI), entidad que se reunió recientemente con el máximo representante diplomático de Israel en España, Dan Poraz. El derecho de Israel a existir y la legítima defensa, la proporcionalidad de la respuesta de Israel tras el ataque del 7 de octubre de 2023 o la solución de los dos Estados, algo que defiende Veiga, algunos de los puntos de esta conversación.
Acaba de aterrizar en la presidencia de AGAI y lo hace en un momento especialmente sensible. En estos casos no sé si darle la enhorabuena o mis condolencias.
Es un momento sensible, como bien dices, pero desde que existe AGAI desde 2006 ya hubo otros momentos muy complicados en este eterno conflicto en Oriente Próximo. Este es un episodio más, pero quizá el más complicado de todos.
¿Cómo termina alguien de Begonte presidiendo AGAI? ¿Cuáles son sus lazos con Israel y el pueblo judío?
Es difícil de explicar, porque no es una cuestión religiosa ni mucho menos. Yo supe de la existencia de la asociación y me acerqué porque siempre tuve simpatía por Israel y por el pueblo judío. Siempre sentí atracción y admiración por sus progresos, por la recuperación del idioma, por los avances tecnológicos, por ser unos supervivientes rodeados de enemigos, por ser capaces de construir un Estado después del Holocausto, el pueblo judío que perdió a millones de personas en las cámaras de gas nazis… Me acerqué a la asociación y llevo militando en ella desde 2009, no estuve desde su fundación, y ahora por circunstancias me sugirieron encabezar la Junta Directiva.
¿Por qué se dio ahora esa circunstancia de cambio en AGAI? ¿A qué responde?
Hubo una dimisión de la anterior presidenta (Carla Reyes Uschinsky), se convocó una asamblea extraordinaria y conformamos una nueva junta directiva. Y aquí estamos.
Hace dos semanas fue noticia la visita del máximo representante diplomático de Israel, Dan Poraz, criticada por algunos, pero defendida por el presidente de la Xunta. ¿Qué intereses tiene Israel en Galicia?
Dan Poraz también nos recibió a nosotros. Tuvimos una reunión muy agradable y fructífera con un hombre muy interesante que se manejaba perfectamente en español. El interés de Israel en Galicia es el que puede tener en el conjunto de España y Europa. Israel es un Estado soberano que mantiene relaciones con el país y con la UE y es interesante que existan esos lazos, aunque algunos los critiquen, por supuesto.
¿Y en esas conversaciones qué trasladó el representante a AGAI? Sobre todo, teniendo en cuenta el momento difícil de la relación de Israel con España…
Nos trasladó el cariño y la solidaridad porque no es fácil formar parte de una asociación como AGAI. No lo ha sido nunca y mucho menos en la época que vivimos. El representante de la embajada nos trasladó su apoyo y la gratitud por seguir estando hoy presentes.
AGAI fue crítico en su momento la colocación de banderas de Palestina en los balcones de algunos concellos gallegos. El último en hacerlo ha sido el d Santiago de Compostela. ¿Cómo reaccionan desde AGAI?
Uno de nuestros objetivos es contrarrestar esa información sesgada, parcial e interesada contra Israel, que es la que domina en la inmensa mayoría de medios de comunicación gallegos, españoles y europeos. Sobre el tema de las banderas palestinas yo entiendo que ocupan un lugar donde solo deberían estar las banderas oficiales. Poner una bandera Palestina no tiene mucho sentido por parte de algunas instituciones.
Menciona la oficialidad y a lo largo de las décadas se han propuesto muchas soluciones al conflicto, pero todo nos ha llevado al escenario actual. ¿Es todavía posible la solución de los dos Estados, por ejemplo?
Primero quiero hacer un apunte: AGAI, como otras asociaciones similares en otros puntos de España, no somos representantes de Israel o del Gobierno de Netanyahu, elegido después de unas elecciones democráticas en el parlamento, el único democrático que hay en la zona. Eso para empezar, dejar claro que no somos representantes de Israel. ¿Cómo debe solucionarse este conflicto si en un Estado, en dos o en tres? Lo tienen que dirimir las partes. A nosotros nos parece estupendo y ojalá exista un Estado palestino, con unas fronteras seguras y viviendo en paz. Pero eso tiene que llevar consigo el derecho de Israel a existir, que es lo que no quieren reconocer estos que se manifiestan con las banderas de Palestina. Su eslogan es ‘Desde el río hasta el mar’ con el que abogan por un auténtico genocidio, por un Holocausto que sería eliminar a 8 millones de judíos y establecer en ese territorio únicamente árabe y únicamente musulmán. Eso pretende ese eslogan.
Es cierto que en muchas ocasiones podemos confundir el papel de AGAI en Galicia. Es justo considerar la asociación, más allá de no ser la voz autorizada de Israel, sí como un colectivo proisraelí y sionista.
Sí, por supuesto.
Me parece interesante vuestra visión en otras propuestas que surgieron durante los últimos meses, como la creación de un resort de lujo en Gaza, como anunció Donald Trump. ¿Qué le parecen esta clase de ocurrencias?
Realmente, en esos asuntos… Israel se fue de Gaza en el año 2006. Allí había 8.000 personas en asentamientos en ese territorio y en Gaza no quedó ni un judío. Desde el minuto uno los señores de Hamás, que son los que gobiernan allí, comenzaron a destrozar toda la infraestructura que dejó Israel. Allí había viviendas, centros de salud, centros comunitarios, campos de cultivo, factorías…arrasaron absolutamente con todo y comenzaron a lanzar misiles contra territorio israelí. A eso se dedicaron durante casi 20 años, construyendo túneles para cometer atrocidades como la que cometieron el 7 de octubre de 2023. Hacer túneles y lanzar misiles que cuestan miles de dólares. En eso dedicaron grandes cantidades de dinero que les llegan desde Qatar, desde Europa, desde Estados Unidos, en vez de trabajar para desarrollar una sociedad próspera, para crear infraestructuras, para mejorar la educación, la sanidad…en eso dedicaron estos 19 años y ahí está el problema, que no se quiere ver.
Entiendo entonces que desde AGAI lo que defendéis es que la destrucción en la Franja de viviendas, de colegios, de hospitales, no se debe a la fuerza del ejército israelí sino a la actuación de Hamás.
Hago una pregunta: si desde la Franja de Gaza, un territorio que tiene una dimensión como dos veces Santiago de Compostela, se lanzan misiles de manera indiscriminada contra Israel y esos misiles son lanzados desde hospitales y escuelas, automáticamente se convierten en un objetivo militar, ¿no? ¿Qué respuesta tiene que dar un territorio y una sociedad que es atacada indiscriminadamente? Y no me vale decir que en Israel murieron solo tres, porque eso es así gracias a la Cúpula de Hierro que costó millones de dólares y que rechaza la mayoría de misiles lanzados desde Gaza. ¿Cuál es la respuesta proporcional que tendría que dar un Estado cuando lo están atacando constantemente? Esa es mi pregunta.
¿Y la respuesta proporcional serían los cerca de 55.000 palestinos asesinados? Es justo puntualizar que esta última gran crisis comenzó a raíz de un ataque terrorista de Hamás en octubre de 2023 contra civiles israelíes, cuando fueron cerca de 1.500 los muertos y secuestrados, pero en año y medio hablamos de 55.000 muertos en Gaza, muchos de ellos mujeres y niños.
¿Esas cifras quién las da? Las da Hamás, ¿verdad? En una guerra, porque es una guerra, ¿no mueren combatientes de Hamás? ¿Solo muren niños, mujeres y adolescentes?
De hecho, Israel reconoció hace días el asesinato del líder de Hamás. Y esas cifras no son solo las del Ministerio de Salud del Gobierno de Hamás en Palestina, sino que están refrendas por la Organización Mundial de las Naciones Unidas y otros organismos no gubernamentales.
Bueno, permíteme que dude de esas cifras. De cualquier forma, voy a señalar una frase de la ex primer ministra israelí, Golda Meir, que decía: “Cuando llegue la paz tal vez con el tiempo podamos perdonar a los árabes por matar a nuestros hijos, pero nos resultará más difícil perdonarlos por habernos obligado a matar a sus hijos”. Vale un poco para lo que está pasando ahora. Y sobre las cifras, recuerdo al principio de la guerra un ataque a un hospital. Al principio acusaron a Israel, decían que era un crimen contra la humanidad, que habían cruzado líneas rojas…hasta que se descubrió que habían sido ellos, los palestinos, o Hamás o la yihad islámica. Y de los 600 muertos bajaron a 12. Es un poco significativo también. Que conste que es una tragedia. Cualquier muerte, aunque sean 12, son personas que no vuelven a la vida. Y es una tragedia.
También me parece significativo, vistas todas las imágenes, la recopilación del horror existente en Gaza, ponemos en duda la muerte de niños y niñas. Parece que cuestionamos que eso ocurra cuando hablamos de infantes.
Hablamos de niños, por supuesto. Te recuerdo que en los ataques del 7 de octubre los señores de Hamás entraron por cientos en territorio israelí y ejecutaron a gente en la calle, entraron en comunidades agrícolas, quemaron a gente viva, les daba igual que fuesen bebés, y murieron niños, familias enteras, entraron en un festival de música y mataron a 250 asistentes, la mayoría jóvenes, y secuestraron a más de 40. Y te recuerdo que más de 200 fueron secuestrados y llevados a Gaza. En torno a medio centenar siguen allí y no sabemos en qué condiciones, si vivos o muertos. Entonces, luchar contra eso, pedir proporcionalidad, parece hasta cómico. Porque Hamás ha dicho que lo intentaría de nuevo una y mil veces. El fin último es la destrucción total y absoluta de Israel. Para luchar contra eso no sé cómo se puede hacer de manera proporcional, no sé si con flores o bombones, no lo sé.
Por lo mismo, varios ministros de Israel han dicho ya de manera pública que la solución pasa por sacar a los gazatíes de la Franja de manera permanente. ¿Equivaldría esto a una limpieza étnica, semejante a la que sufrió el pueblo judío en el S. XX?
Espero que esto no suceda y no tiene por qué suceder.
No tiene por qué, pero estamos viendo que es la consecuencia.
Sí, en Israel hay un gobierno muy de derechas con ministros con posturas muy radicales. Esa radicalidad también vino de todo lo que ha pasado en los últimos años. Gaza en el año 2006 quedó sin un solo judío y podía ser el germen de un futuro Estado palestino. Así lo establecieron los Acuerdos de Oslo en los años 90. En Cisjordania iban a desmantelarse todos los asentamientos e iba a dividirse Jerusalén de manera que una parte quedase para los palestinos. Iba a existir una conexión entre Gaza y Cisjordania. Así lo firmó Yasser Arafat. Volvieron a Palestina, comenzaron las intifadas, los atentados salvajes y todo se quedó en papel mojado. Los palestinos también tienen que decidir qué quieren hacer y cómo quieren vivir.
A día de hoy creo que no hay mucha gente que quiera vivir en la actual Gaza. Tampoco sé si desde 2006 era el mejor lugar para vivir, pues algunos lo definen como la cárcel a cielo abierto más grande del mundo.
¿Una prisión a cielo abierto? Pero si esta gente de Hamás construyó una impresionante infraestructura subterránea con túneles para hacer lo que querían hacer el 7 de octubre. Si fueron capaces de lanzar cientos y cientos y cientos de misiles, si tenían dinero para eso, ¿cómo no tenían dinero para otro tipo de actividades? ¿Por qué no tienen dinero para alimentación, para sanidad, para servicios?
Subyace una cuestión interesante, porque lo del 7 de octubre es sin lugar a dudas un ataque terrorista sin precedentes de una dimensión de la que creo que no existe comparación. Cuesta creer que el Mosada no estaba al tanto de lo que podía ocurrir a la vista del rudimentario proceder de Hamás frente a la sofisticada inteligencia israelí.
Nuestros conocimientos e información no llegan a tanto. Yo fui el primer sorprendido porque Israel se dejase atacar de esa forma. Ellos estaban concentrados en los ataques que llegaban desde el norte por Hizbulá y tal vez descuidaron la zona de Gaza, pero parece increíble, de película, que 3.000 hombre entrasen por tierra y por aire para cometer las atrocidades del 7 de octubre. Parece algo inconcebible, pero supongo que en Israel se llevará cuando proceda la investigación pertinente y en algún momento se sabrá la verdad.
En la web de AGAI explicitan que entre los objetivos de la asociación está “Animar a tódalas persoas demócratas para que fagan pública a súa militancia a prol da lexítima causa de Israel, porque ese sempre foi o seu dereito, e na actualidade comeza a ser o seu deber”. ¿Cuál es ese deber de Israel?
El derecho a existir. En contra, y ya no hay ningún tipo de disimulo, está el lema ‘Desde el río hasta el mar’. Todo ese territorio tiene que estar bajo la bandera de palestina. Israel no tiene cabida ni hay solución de dos Estados en esa tesis, que solo contempla la solución de un solo Estado, que sería un Estado musulmán e islamista. Eso es lo que significa esa frase, no lo olvidemos. Si Israel cae eso sería un califato.
¿Y la respuesta de Israel debe ser pagar con la misma moneda?
Entonces, que me digan todos los que están detrás de la bandera palestina, que respuesta tiene que ser ante aquel que te quiere exterminar, cómo se tienen que gestionar eso. Yo no lo sé, pero que me lo digan los que cuestionan y califican a Israel de genocida.
Recientemente tuve la oportunidad de hablar con el empresario de origen palestino Ghaleb Jaber y me dijo que él no guarda rencor y que “Si vives con rencor no vives el presente y no tendrás futuro”. ¿Cree posible que israelíes y palestinos convivan sin rencor cuando las heridas son tan profundas?
Espero que sí, que se alcance esa paz, ese shalom que dicen los hebreos; ese salam que dicen os árabes. Ojalá algún día sea una realidad porque este nivel de sufrimiento es intolerable, auténticamente intolerable. No sé cómo tiene que ser… Ojalá haya un Estado palestino. La mayoría de la sociedad israelí está a favor de un Estado palestino donde se desenvuelvan como pueblo, como nación…pero tienen que llevar consigo el derecho de Israel a existir.
Las generaciones futuras nos preguntarán qué hacíamos mientras todo esto pasaba ante nuestros ojos. ¿Qué respuesta habrá que dar?
Todos estos que atacan a Israel me gustaría que tuviesen empatía con un pueblo, un país, que está recibiendo ataques desde Yemen, que está a 2.000 kilómetros, y esta semana se lanzaron decenas de misiles desde este país empobrecido, atrasado, donde los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBIQ están totalmente pisoteados. ¿Qué se le pierde a Yemen, gobernado por los hutíes, atacar a Israel? Ataques desde Irán, que tampoco comparte frontera con Israel. Me gustaría que hubiese empatía con los asesinados, ejecutados, por Hamás no solo el 7 de octubre, porque también hubo atentados terroristas salvajes dentro de Israel antes de los que hubo en Europa, del 11-M, de los de Londres, de los de París… Y pediría empatía por la gente que queda secuestrada en Gaza, ciudadanos normales y corrientes, que estaban en sus casas con sus familias, y algunos están allí muertos. Me gustaría que hubiese algo de empatía y no que se llamase a absurdos boicots, que Israel no puede ir a Eurovisión y romper relaciones con Israel.
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