El huracán Gabrielle torcerá y perderá fuerza por lo que Galicia podría librarse

Gabrielle tocará de lleno las Azores todavía como huracán, con rachas que podrían superar los 140 km/h y lluvias intensas. Sin embargo, al alejarse de este archipiélago, el sistema empezará a perder su estructura tropical y se transformará en una borrasca de carácter extratropical. Su radio de acción será cada vez más amplio, pero ya no se comportará como un ciclón de máxima intensidad.

Las agencias meteorológicas, como Meteogalicia y Aemet, coinciden en que Galicia apenas notará la llegada de los restos de Gabrielle. Para este domingo, día en el que el ciclón Gabrielle puede llegar a la Península Ibérica, se espera un ambiente de transición, con cielos variables, alternancia de nubes y claros, y un viento del noreste que soplará con algo de fuerza en puntos del litoral, especialmente entre Sisargas y Fisterra. No hay, de momento, ningún aviso meteorológico activado para la comunidad.

Aunque lo que llegaría a la Península ya no sería un huracán, los expertos subrayan que los sistemas de origen tropical mantienen cierta energía residual, lo que puede implicar lluvias puntuales y mar de fondo más intenso. Galicia, en cualquier caso, quedará en la periferia de esta situación, con una afectación, en principio, limitada.

Andalucía y el suroeste peninsular, zonas de mayor riesgo

El último escenario de los modelos meteorológicos, tanto el americano GFS como el europeo, señala que el núcleo de Gabrielle se dirigirá hacia el Cabo de San Vicente, la punta suroeste de Portugal. Desde ahí podría avanzar hacia Portugal o desviarse hacia el golfo de Cádiz. En todos estos casos, las comunidades más expuestas serían Andalucía occidental y Extremadura, donde se esperan precipitaciones más intensas y persistentes. También el oeste de Portugal podría registrar acumulados importantes de lluvia y fuerte viento durante el domingo.

El elemento que refuerza la previsión de inestabilidad es el arrastre de aire subtropical desde el Atlántico central, que incrementará los valores de humedad y dejará lluvias con carácter tormentoso. La situación se considera potencialmente adversa en el suroeste peninsular, sin comparación con lo que se temía inicialmente para Galicia.

Para el noroeste, la llegada de Gabrielle se traducirá en un repunte del oleaje y un ambiente variable, pero sin gran trascendencia atmosférica. Los meteorólogos remarcan que Galicia comenzará la próxima semana bajo la influencia de las altas presiones, con cielos poco nubosos, estabilidad generalizada y temperaturas elevadas para esta época del año, especialmente en el interior. Se esperan incluso temperaturas de más de 30 grados para la próxima semana.

Un huracán en proceso de transición

El cambio de rumbo de Gabrielle confirma la imprevisibilidad de este tipo de fenómenos, cuyo comportamiento depende de múltiples factores oceánicos y atmosféricos. A pesar de haber alcanzado categoría 3 en pleno Atlántico norte, el huracán ha mostrado ya signos claros de debilitamiento, como la desaparición de su ojo y la pérdida de simetría en su estructura. Ahora entra en un proceso de transición hacia borrasca extratropical, con un radio de influencia mayor pero con una peligrosidad menor que la de un ciclón tropical activo.

Este tipo de sistemas, en su fase final, siguen siendo capaces de dejar fuertes temporales marítimos y episodios de lluvias intensas en áreas concretas. El Atlántico oriental, por su situación geográfica, recibe ocasionalmente restos de huracanes que pierden fuerza en su acercamiento a Europa. Sin embargo, no es común que lleguen a la Península con tanta energía acumulada como la que Gabrielle arrastraba hace apenas dos días.

Ahora bien, los expertos llevan años advirtiendo que Galicia podría recibir cada vez más huracanes. El cambio climático está calentando el Océano Atlántico por lo que estos fenómenos están ganando más poder y capacidad de recorrer millas sin perder tanta energía. Por eso las alertas por fenómenos como Gabrielle son más frecuentes. Es solo cuestión de tiempo que a Galicia llegue otro Hortensia.