Isabel, madre de un joven de 14 años con trasplante de corazón: "Donad, porque una persona puede dar la vida a muchas"

Una operación única hasta el momento en España permitió salvar la vida a un joven de 14 años ingresado en la UCI del CHUAC, en la que permaneció dos meses a la espera de un corazón.

Galiciapress charla con Isabel, la madre del menor intervenido, que da buena cuenta del sufrimiento de estas semanas, pero también de la magnífica labor desempeñada por los profesionales de la sanidad pública.

La de Isabel y su hijo es una historia dramática con un final muy feliz. Por fortuna, cuando el muchacho se desplomó en pleno centro de Vigo, la sanidad pública salió a su rescate, y no de cualquier manera. Al joven, de solo 14 años, se le aplicó un tratamiento pionero para tratar un problema de corazón en menores de edad. La intervención que ya se había practicado en adultos, es la primera de su tipo en realizarse a alguien a una edad tan temprana. Por el buen hacer de los profesionales sanitarios de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Público Universitario de A Coruña, ahora el menor se recupera satisfactoriamente. 

“Está muy bien, muy contento”, informa Isabel, la madre del chico, que permaneció dos meses en la UCI unido a un corazón artificial. Cuando se desplomó en Vigo fue rápidamente trasladado al CHUAC, uno de los seis centros de España con capacidad para realizar una intervención como la que iba a precisar: un trasplante de corazón.

El implante de la asistencia ventricular mínimamente invasiva se realiza mediante una pequeña incisión en la parte lateral izquierda del tórax. A continuación se localiza la punta del corazón y se introduce una cánula que extraerá la sangre del paciente para, posteriormente, a través de una punción en la arteria femoral, devolverla al torrente sanguíneo con la presión idónea permitiendo una correcta perfusión de los órganos. Se sustituye de esta forma la función del corazón hasta la llegada de un órgano compatible, algo que se demoró hasta el pasado 7 de septiembre. 

"ACABÁBAMOS DE LLEGAR"

El muchacho, natural de Almería, acababa de llegar con su familia a Vigo para disfrutar de las vacaciones de verano. “Acabábamos de llegar. Era el primer día de vacaciones. Fue un shock”, recuerda la madre, que también se está recuperando del susto y la angustia vivida durante tantos meses. Pese a todo, aunque repentino y siempre inesperado, el historial médico del menor ya permitía saber que un síncope como el que sufrió podría ocurrir en cualquier momento.

“Ya le habían detectado el problema desde muy pequeño. Al principio lo trataron en Almería y luego en Córdoba, en el centro de referencia, pero con la medicación hacía vida normal. Estaba muy bien. Nunca pensé que podría derivar en lo que derivó, y menos tan pronto”. Prueba de su buena forma es el campeonato de fútbol que venía de festejar con su equipo, ya que con 14 años, y si bien era consciente de que no podría llegar a practicar deporte de élite con su dolencia, el chico “saltaba, corría, jugaba…lo que haces con esa edad”. 

UNA DOLENCIA IMPREDECIBLE

Aunque sometido a revisiones regulares que, como la última, superaba de manera satisfactoria, esta clase de patologías son impredecibles, como indican los cardiólogos. En el CHUAC, ante la urgencia de intervenirlo, recomendaron a la familia este tratamiento porque era el más viable en su situación. Aunque conscientes de los riesgos, a la familia no le quedó más remedio que optar por esta operación pionera y absolutamente exitosa. “Era lo único que podía sacar al niño adelante. Había que hacerlo sí o sí”, recalca Isabel. 

Con todo, hay que recordar que esta recuperación es siempre delicada, y antes de correr hay que aprender a andar de nuevo, pero el joven está superándolo con nota. “Va poquito a poco. Cada vez camina más y perfectamente. Pero hay restricciones en cuanto a su alimentación por la medicación que tiene que tomar, pero nada que no se pueda hacer”, señala su madre. 

Ahora, la evolución de los próximos días marcará los plazos para que puedan regresar a casa, porque admiten que tienen “muchas ganas” de volver a su vida normal. Pero ante, Isabel manda un agradecimiento inmenso a todos los profesionales del CHUAC por “la atención maravillosa que hemos recibido”. “Ninguna queja de nadie. Desde cirujanos, a pediatras, enfermeras, en la UCI pediátrica, trabajadoras sociales que nos facilitaron la estancia en el ‘Hogar de corazones’, fisios, maestras…todo. Super agradecidos”, reitera. 

SANIDAD PÚBLICA Y DONACIÓN DE ÓRGNANOS

La de Isabel y su hijo, insistimos, es una historia dramática con un final muy feliz. Hay muchas que no terminan así de bien. Isabel desea que este episodios pueda servir de ejemplo para muchas personas y que se decidan a hacerse donantes para salvar la vida de gente como su hijo, que gracias a su nuevo corazón tiene una segunda oportunidad. 

“Independientemente de que haya salido bien, hay que dar las gracias a la Asociación Nacional de Trasplantes. Y a todas esas familias que, en momentos muy duros, me pongo en su lugar y tiene que ser muy doloroso, pero deciden tener un gesto tan importante como donar los órganos de su ser querido. Tiene mucha importancia, no hablo solo por mi hijo, sino por todos los que están esperando. Una persona puede dar la vida a muchas”. La sanidad pública, el otro elemento clave de esta historia, es el otro valor que hay que cuidar, porque su labor permite que, con 14 años, los ataques al corazón se queden en sustos.