Pediatras advierten del daño de los Campamentos Digitales a los menores "sobreexpuestos" a las pantallas

Miles de niños pasarán parte del verano en campamentos donde practicar deporte, estar en la naturaleza, socializar con otros jóvenes o aprender cosas nuevas. De un tiempo a esta parte han ganado peso opciones como los Campamentos Digitales de la Xunta de Galicia y de la Fundación Cibervoluntarios, donde muchos menores aprenden sobre el empleo responsable y eficiente de las nuevas tecnologías. Esto es así, al menos, sobre el papel, porque para las plataformas Ecologistas en Acción y Adolescencia Libre de Móviles estas actividades no hacen más que ahondar en la dependencia que cada vez más jóvenes tienen del móvil o de los aparatos electrónicos.

"CAMPAS" CON MILLONES DE EUROS DE FONDOS PÚBLICOS

Estas organizaciones, amparadas en los criterios pediátricos, insisten en el "rol disruptivo del inicio precoz de pantallas y redes sociales" que perpetúan esta clase de campamentos, donde aseguran que los menores pasan hasta 5 horas conectados cada día. "Todo eso en un contexto de progresivo posicionamiento de sociedades científicas, y la creciente conciencia social, sobre los efectos adversos conocidos del uso de dispositivos digitales y redes en el aprendizaje, el desarrollo y la salud de las y de los menores", declaran.

En esa línea, consideran que las actividades de estos campamentos "no responden a necesidades de aprendizaje realistas, ni contemplan las limitadas capacidades del estadio madurativo en estas edades para poder afrontar un uso crítico y responsable del universo digital y sus estrategias adictivas". El efecto es, si cabe, el contrario, interfiriendo de manera decisiva en capacidades como la comprensión lectora, la memoria o la concentración, según los colectivos denunciantes, que censuran el empleo de cerca de 65 millones de euros de fondos públicos y los apoyos de adminsitraciones públicas como el Gobierno de Galicia o el Ministerio de Juventud e Infancia que publicitan el Campamento Digital.

Con esa sobeexposición a las pantallas las actividades van en contra de las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y "avaladas por sociedades médicas y psicológicas de referencia como la Sociedad Española de Neurología, el Consejo General de Psicología de España y la Asociación Española de Psiquiatría de la Infancia y de la Adolescencia": cero horas en menores de 6 años; menos de una hora entre los 7 y los 12 años; menos de dos horas entre los 13 y los 16 años, incluyendo el tiempo en la escuela y los deberes. 

Al tiempo, estos campamentos contradicen las políticas de la propia ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, que impulsa un Proyecto de Ley para prohibir el acceso a redes a los menores que participan en esta clase de actividades. Los colectivos médicos demandan que el aprendizaje "se desarrolle sin pantallas" porque su uso es "perjudicial" para los estudiantes. 

De igual manera, reiteran que las competencias digitales debetrían estar enfocadas a "pensar de manera critica, saber protegerse en los entornos digitales, entender como funcionan los algoritmos, identificar ‘bulos’ o participar activamente en una sociedad conectada, contenidos que pueden empezarse a trabajar sin necesidad de recurrir a dispositivos".

"AUSENCIA DE UN CRITERIO PROTECTOR"

Por otra banda, los colectivos denunciantes puntualizan que detrás de la proliferación de este tipo de actividades pensadas para los más jóvenes se encuentra una industria cuyos intereses no están enfocados en el correcto uso de sus tecnologías por los estudiantes, sino en el consumo

"Mientras desde la pediatría, psiquiatría, psicología o neurología se apela a la desescalada digital de los menores, las distintas administraciones muestran la ausencia de un criterio protector claro ante las presiones de digitalización y seducción adictiva de niñas, niños y adolescentes, incluso en el tiempo de ocio estival. Enseñar a ordenar a la IA a fabricación de canciones, imágenes o a responder preguntas, como publicitan, es solo un ejemplo de la pérdida de oportunidades para desarrollar aprendizajes significativos en la vida real", censura el enfermero y experto en adicciones tecnológicas Xulio Carmona.

Isabel Álvarez, portavoz de Adolescencia Libre de Móviles de Galicia, sostiene el apoyo de la organización a las recomendaciones pediátricas e insiste en que son los expertos los que deben poner fecha a la entrega de aparatos electrónicos a los más jóvenes. "El verano es la época ideal para aparcar pantallas y romper con la rutina digital escolar. Los fondos públicos deberían ir encaminados a actividades al aire libre, deportes, socializar, conocer el medio...", estima.

En la misma línea se manifiesta Mar España, exdirectora de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y directora de la Plataforma Control Z, que no etiende que mientras hay familias que retrasan la entrega del móvil a muchos jóvenes, en paralelo se "impone en el colegio o en el instituto" a esos mismos escolares "el uso de dispositivos que están provocando adicciones y otros problemas de salud mental". "Estamos ante una emergencia de salud pública, los gobiernos no pueden mirar hacia otro lado", zanja.