Enfermos de cáncer viajan en "hornos a 38ºC" por el mal estado de los vehículos de Ambulancias Pontevedra
La Confederación Intersindical Galega (CIG) arrancó la semana con una protesta ante el Hospita Provincial de Pontevedra para denunciar los incumplimiento de Ambulancias Pontevedra, concesionaria del servicio programado en el área de Pontevedra-O Salnés. La portavoz del sindicato, Cecilia Tarela, explica a Galiciapress las claves del conflicto, como el mal estado de las ambulancias, donde los termómetros en su interior alcanzan los 38ºC, siendo un riesgo tanto para usuarios como para trabajadores. La gerencia de Pontevedra, de momento, no aplica medidas.
Los conflictos en el sector de las ambulancias parecen un mal crónico de la sanidad gallega. La externalización del servicio a empresas privadas ha provocado no pocos quebraderos de la cabeza a la Xunta, que ya en el pasado tuvo que intervenir con casos paradigmáticos como los de Ambulancias do Atlántico, a la que incluso tuvieron que retirar la concesión, o Ambulancias Civera, que en el verano de 2021 se hizo con la adjudicación del servicio programado en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés y que, tras un largo conflicto de impagos con el personal, terminó por salirse de un contrato que recayó en manos de Ambulancias de Pontevedra hace menos de un año. Ahora es precisamente esa nueva concesionaria la que vuelve a entrar en una peligrosa espiral.
UN AÑO DESPUÉS, LA HISTORIA SE REPITE
En esta ocasión la situación no es tan crítica como lo fue hace un año, pero lo suficiente como para que la CIG haya convocado dos movilizaciones para esta semana. La primera reunió el lunes a decenas de trabajadores a las puertas del Hospital Provincial y la segunda llamada puede repetir la estampa el próximo viernes, cuando tendrá lugar una nueva concentración para denunciar los incumplimientos de la concesionaria que, sin ser "gravísimos", dicen desde el sindicato, son lo bastante serios como para deteriorar seriamente el servicio, tal y como detalla Cecilia Tarela, representante de CIG.
"La empresa tomó la concesión el año pasado. Teníamos acuerdos con la empresa anterior con actas firmadas que se le presentaron en su momento. Ahora nos encontramos con distintos problemas: negativa a pagar pluses reconocidos, ambulancias en mal estado, problemas con las licencias negándose a concederlas...", relata Tarela.
Ante este panorama, se abrió un diálogo con la empresa y el sindicato presentó un decálogo con medidas que consideraban necesarias para aplicar inmediatamente. En la última reunión los representantes de Ambulancias Pontevedra se negaron a atender a sus demandas, llevando al sindicato a amenazar con una huelga a partir de septiembre, fechando para el 15 de septiembre el inicio de los paros.
"CALOR, RETRASOS..."
De ese listado donde incorporaron las líneas rojas de la negociación, Tarela subraya que todas las medidas son "urgentes", porque incluyen aspectos que, si no se subsanan, impien que el servicio pueda realizarse de manera correcta, como "temas de cuadrantes que incumplen, el mantenimiento de los vehículos, el estado de la base, que está en muy malas condiciones...pero nos encontramos con el desacuerdo de la compañía".
Lo más significativo resulta el estado de algunas ambulancias con el riesgo que entrañan "tanto para trabajadores como para usuarios". "Ambulancias sin aire acondicionado, con el termómetro interno marcando 38ºC", denuncia Tarela, que incide en que durante la última ola de calor la situación fue insoportable. Las temperaturas sofocantes volverán a golpear la comunidad gallega en los próximos días, por lo que el servicio se verá afectado de nuevo y los usuarios del servicio programado tendrán que ser trasladados "en un horno".
El estado de las ambulancias ya fue puesto en conocimiento de Inspección de Trabajo, entre otras denuncias, como el hecho de que existan "retrasos por las ambulancias averiadas". También la EOXI de Pontevedra está al tanto de todo cuanto ocurre en Ambulancias Pontevedra, según la CIG, que espera que "tomen cartas en el asunto".
"No deja de ser un servicio que dependa de ellos, aunque se trate de una concesión", reprende Tarela, que lamenta que, hasta ahora, no se haya hecho nada al respecto "por ahora".
INFRADOTACIÓN
El diagnóstico final, tanto por parte de sindicatos como trabajadores y empresas es que los contratos están infradotados, aunque en este caso, la concesión, pactada hace menos de un año, tuviese un montante "casi dos veces superior al anterior". "Ocurre que siguen restando en el número de ambulancias, en el personal. En todo. Al final el servicio va muy justo", lamenta Tarela.
Así las cosas, las movilizaciones de esta semana son un primer aviso para que la Xunta mueva ficha y comience "a presionar" para solucionar el conflicto. Por ahora, desde la CIG no contemplan convocar movilizaciones en agosto, pero advierten que no les temblará el pulso si hay que llegar a celebrar las tres jornadas de huelga en septiembre, pese al perjuicio que esto pueda ocasionar "en usuarios que dependen de este servicio para sus tratamientos de diálisis u oncológicos".
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