Residentes y trabajadores de la residencia Volta do Castro sometidos a un "estrés térmico" peligroso para la salud

En los últimos meses la residencia de mayores Volta do Castro de Santiago de Compostela ha ocupado muchos titulares después de las movilizaciones que han protagonizado trabajadores, usuarios y familias denunciando el proceso de "psiquiatrización" del centro compostelano. Además de las acusaciones a la Xunta de Galicia, ahora el geriátrico también es noticia por la denuncia que hace la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), después de un calurosos verano en la capital que usuarios y trabajadores han llevado como buenamente han podido en un centro que presenta peligrosas carencias.

33ºC A LAS 11 HORAS

Desde CSIF han elevado una queja a la Consellería de Política Social e Igualdade por los episodios de "estrés térmico que se han producido este verano". Citan particularmente a la tercera planta de la residencia, donde las mediciones alcanzaron temperaturas de hasta 33ºC a las 11 horas de la mañana. 

Todo ello, a pesar de la presencia de ventiladores de techo, el único recursos para combatir las altas temperaturas en un verano especialmente caluroso en Santiago, afectado por la larguísima ola de calor que experimentó la comunidad gallega el pasado mes de agosto. 

"El personal de TCAE desarrolla un trabajo físico intenso y continuado dentro de habitaciones y baños sin sistemas de refrigeración, lo que incrementa de forma notable el riesgo de golpe de calor, mareos, fatiga y deshidratación, afectando tanto a trabajadores como a personas residentes", denuncian desde CSIF, que recuerdan que existe una normativa que "obliga a garantizar condiciones ambientales adecuadas al tipo de actividad".

"Las guías técnicas del INSST sobre estrés térmico establecen que deben adoptarse medidas preventivas inmediatas cuando se superan determinados valores", detallan, reclamando a la Consellería que adopte medidas urgentes para mejorar la climatización y ventilación del edificio, nombradamente del tercer piso.
 

Además, instan a poner en marcha un sistema para la "vigilancia médica específica" a fin de detectar síntomas que alerten sobre el estrés térmico en el personal. También garantizar el suministro de agua fresca y bebidas isotónicas en las zonas de descanso, al igual que un control y registro diario de las temperturas en pasillos y habitaciones y la actualización de la evaluación de riesgos laborales, incorporando el estrés térmico como uno de ellos y contemplando la elaboración de un plan específico para actuar durante las olas de calor, que prometen ser más persistentes y habituales en los próximos años.
 

"Desde CSIF recordamos que la exposición a altas temperaturas constituye un riesgo laboral grave e inminente, y que es responsabilidad de la administración adoptar medidas eficaces para proteger la salud del personal y la seguridad de las personas usuarias", zanjan.