Proceso penal en marcha contra la mina de Touro por contaminación de aguas

A finales del pasado año, Ecologistas en Acción formalizó una denuncia ante la Guardia Civil de Arca debido a los continuos vertidos provenientes de la mina de Toro. Tras diligencias policiales, el caso se trasladó al juzgado de instrucción de Arzúa. Los ambientalistas aseguran hoy que el juez encontró indicios suficientes para iniciar un proceso penal por presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.

El pleito no va, al menos no directamente, sobre los intentos de reabrir la mina de cobre. Versa sobre la gestión de la actual balsa de residuos, producto de décadas de explotación de cobre. Con todo, hay que tener en cuenta que los actuales dueños de la concesión, los empresarios locales de Explotaciones Gallegas, son socios de la multinacional que promueve la reapertura de la mina, Atalaya Minning, a través de la sociedad instrumentral Cobre San Rafael.

La portavoz de Ecologistas en Acción, Isabel García, ha sido citada para declarar en la instrucción del caso, proporcionando información adicional sobre los hechos. Esto se da después del seguimiento constante que la organización ha realizado de los reiterados vertidos del complejo minero al río Pucheiras y otros cursos de agua. 

Es importante destacar que el Pucheiras es un afluente del río Brandelos, que desemboca en el río Ulla, parte de la Red Natura 2000, a apenas 4 kilómetros aguas abajo, incluyendo su desembocadura en la Ría de Arousa. La Ría de Arousa es la zona más productiva del mar de Galicia y de su pesca y marisco dependen decenas de miles de empleo.

El colectivo insiste en que hasta el momento, las autoridades no han tomado medidas para evitar estos vertidos, lo que ha llevado a la presentación de la denuncia. La competencia sobre este asunto recae en Augas de Galicia, que depende de la Consellería de Infraestructuras de la Xunta.

El juzgado encargó a la policía judicial realizar análisis y solicitó informes a las administraciones pertinentes. "Confiamos en que las actuaciones demuestren la gravedad de la contaminación provocada por la mina y que habrá que rendir cuentas ante la justicia", subraya Isabel García. Además, la portavoz confirma que Ecologistas en Acción se ha personificado como acusación popular para asegurar que se tomen medidas, especialmente ante la aparente negligencia de la Xunta de Galicia para abordar el problema.

"Durante casi cuatro décadas de denuncias, comprobamos que la situación de contaminación y vertidos continúa a pesar del cierre de la mina en 1988", denuncia García. Los ecologistas ríos Pucheiras, Portapego, Felisa, Ameneiro y Lamas, que desembocan en los ríos Lañas y Brandelos, siguen sin vida, provocando daños en la calidad del agua de estos afluentes directos del Ulla, parte de la red Natura 2000.

Ecologistas en Acción afirma que la actividad del complejo minero es la causa del grave impacto ambiental, algo que según ellos ya se incluyó en la revisión del Plan Hidrológico Galicia-Costa 2021-2027. Se señala como presuntos responsables penalmente a los actuales propietarios de los terrenos y de la concesión -el grupo local Explotaciones Gallegas- acusándolos de no cumplir con la obligación de restaurar y frenar la contaminación. También acusan a la Xunta de Galicia de proteger los intereses del infractor en lugar de los de la población afectada.

Así las cosas, Ecologistas en Acción solicita la suspensión de la autorización de vertido encubierto concedida a Explotaciones Gallegas por parte de Aguas de Galicia. Esta autorización permite bombear agua presuntamente ácida desde la balsa de lodos de la mina de Vieiro al río Pucheiras. La organización ha solicitado a la Autoridad Gallega de Aguas la suspensión del expediente de autorización hasta que concluya el procedimiento penal, sin recibir respuesta hasta el momento.

Advierten que la autorización de estos vertidos legaliza el vertido de más de un millón cuatrocientos mil litros de lo que tildan de agua tóxica al año al sistema de riego de Pucheiras, en el sistema fluvial Ulla-Deza. Un arroyo que ya carece de fauna y flora a su paso por los terrenos de la mina cerrada.