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Sabotaje de contenedores antes de huelga de basuras en las fiestas de la Ascensión de Santiago
Contenedores de basura han sido saboteados esta noche en varios puntos de Compostela. Los vecinos de algunos barrios se han encontrado con las tapas clavadas, por lo que resulta imposible abrirlos. La basura se empieza a acumular sobre los contenedores y en las inmediaciones.
Los problemas empiezan cuando la ciudad de Santiago se enfrenta a una huelga indefinida en el servicio de recogida de basuras a partir de la medianoche del sábado 24 de mayo, una situación que coincide con las Festas da Ascensión de Santiago.
Huelga indefinida en el servicio de recogida de basuras
El comité de empresa de la concesionaria Urbaser, que preside el sindicato CIG, ha convocado un paro indefinido en la recogida de residuos urbanos de Santiago desde este sábado, en demanda de un convenio laboral más justo. La protesta surge tras la expiración del anterior acuerdo en diciembre de 2024 y ante la falta de avances significativos en las negociaciones con la empresa. Los trabajadores consideran insuficientes las propuestas presentadas por Urbaser, que, según denuncian, suponen la eliminación de derechos laborales fundamentales. “Estamos fartos/as de promesas baleiras; necesitamos condicións dignas que nos permitan vivir, non só sobrevivir", señaló Ricardo Méndez, presidente del comité.
El conflicto laboral se produce en un momento crítico para la ciudad, ya que la huelga podría afectar directamente a la celebración del Banquete de Conxo y las tradicionales fiestas de la Ascensión, eventos que atraen a numerosos visitantes y requieren de un esfuerzo mayor en la gestión de residuos para garantizar la salubridad y la buena imagen de una ciudad que vive, en gran medida, del turismo.
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Por su parte, el Concello de Santiago ha mantenido reuniones con los representantes de los trabajadores. El concejal de Medio Ambiente, Xesús Domínguez, ha reconocido que la administración local dispone de un margen de maniobra limitado en este conflicto, al tratarse de una disputa entre la plantilla y la empresa concesionaria. Sin embargo, desde el gobierno municipal se ha mostrado disposición a mediar y se mantiene la esperanza en que las partes retomen el diálogo antes del inicio del paro.
Contexto de la negociación y servicios mínimos
El comité de empresa reclama la firma de un nuevo convenio con una vigencia de dos años, que contemple un incremento salarial anual del 5% y una reducción de la jornada laboral. Los trabajadores consideran que las condiciones actuales no responden a las necesidades del sector y critican la introducción de medidas que, a su juicio, suponen un retroceso en sus derechos.
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