Manifestación al grito de Lumes Nunca Máis contra los incendios en Santiago (vídeos)
Miles de personas marcharon desde la Alameda compostelana para exigir un cambio radical en la política forestal de la Xunta y medidas efectivas de prevención. La protesta, convocada por se sesenta colectivos, canaliza la indignación acumulada tras una de las peores olas de incendios de los últimos años. “Lumes Nunca Máis!” fue uno de los gritos más coreados en una manifestación que siendo muy numerosa, no llegó a llenar la Praza da Quintana. El PPdeG ha intentado vincular la manifestación al BNG al emitir hoy un comunicado en el que le reprocha que sus "únicas soluciones" son las "manifestaciones, el alboroto y las consignas apocalípticas".
La indignación medioambiental de una parte de la población tomó este mediodía el corazón de Santiago de Compostela. Varios miles de personas se han congregado en el Paseo da Alameda para iniciar una marcha que recorrió el centro histórico hasta culminar a los pies de la Catedral, en la Praza de A Quintana.
La asistencia, siendo notable para un convocatoria medioambiental por una problemática que afectóeeste año sobre todo a las zonas más despobladas del interior, no fue masiva. Se quedó, por ejemplo, muy lejos de las cifras de las protestas contra Altri. Al final de la manifestación, la Praza de A Quintana solo estaba medio llena.
El lema más poular, coreado y visible en pancartas, resume un sentimiento colectivo de hartazgo: "Lumes, Nunca Máis". "Alfonso Rueda, dimisión!", "Que nos escoiten, queremos vivo o monte" fueron otras de las consignas más cantadas.
La manifestación busca ser un punto de inflexión, una llamada de atención directa a la administración autonómica y estatal tras un verano que ha dejado cicatrices imborrables en el paisaje y en el ánimo de los gallegos.
La convocatoria parte de la plataforma "Por un Monte Galego con Futuro", que aglutina a más de sesenta de colectivos ecologistas, sindicatos agrarios y asociaciones vecinales de toda la comunidad. Su diagnóstico es claro y lo han repetido durante semanas: los incendios son evitables pero la política forestal de la Xunta, a su juicio, prioriza la extinción sobre la prevención y fomenta un modelo basado en especies de crecimiento rápido y alta combustibilidad, como el eucalipto, en detrimento del bosque autóctono. Critican, además, la precariedad de los equipos de extinción. Una representación de los brigadistas que luchan contra el fuego estuvo presente en la marcha. Fueron los más aplaudidos a su entrada en la Praza da Quintana antes de la lectura del manifiesto.
La marcha no es una reacción aislada, sino la consecuencia directa de un verano catastrófico. Las cifras bailan según la fuente, peor nadie discute que jamás había ardido tanto.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha fijado en 120.000 hectáreas la superficie arrasada en Galicia durante la ola de incendios de agosto, y ha insistido en que la mayor parte corresponde a monte raso y matorral. Otras estimaciones basadas en observación satelital elevan la cifra de la comunidad a más de 140.000 hectáreas en el mismo periodo, lo que refleja discrepancias en los recuentos y la dimensión del impacto.
El recuerdo de las columnas de humo sobre los restos de casas en Valdeorras o Monterreil, y la impotencia de los vecinos viendo el fuego acercarse a sus casas, es el combustible que alimenta la protesta de hoy.
Los convocantes sostienen que la recurrencia de los incendios no puede ser atribuida únicamente al cambio climático, la meteorología adversa o a la mano del hombre. Insisten en que existe una responsabilidad política en la falta de aplicación de una estrategia preventiva eficaz durante todo el año. Piden una moratoria en la plantación de eucalipto, más inversión en limpieza de los montes y un apoyo decidido a la agricultura y ganadería extensiva como cortafuegos naturales.
Apoyo del BNG, ausencia del PSOE y críticas del PPdeG
Fuerzas políticas de izquierdas como el BNG estuvieron presentes en la manifestación y se dejaron ver con numerosas banderas. También sindicatos de ideología nacionalista, como CIG -que organizó autobuses- o el Sindicato Labrego Galego.
No hubo representación oficial ni apoyo explícito por parte del PSdeG-PSOE. El secretario general del PSdeG-PSOE estuvo en San Vicente de Leira, una de las zonas más castigadas por los incendios, en la comarca de Valdeorras. “A Xunta e o Partido Popular miraron para outro lado. Non souberon previr, nin planificar a extinción, e agora tampouco son capaces de planificar as axudas dunha forma ordenada", declaró allí su líder, Gómez Besteiro.
Frente a las críticas, el PPdeG reaccionó mediante un comunicado en el que se intenta vincular la protesta de hoy con el BNG. "Da igual que se trate del empleo industrial, de la sanidad, de La Vuelta Ciclista e España o de los incendios. Ante cualquier cuestión, la respuesta del BNG es siempre la misma: la manifestación y el alboroto", ha apuntado la secretaria xeral del PPdeG, Paula Prado.
La Xunta defiende su gestión
Frente a estas acusaciones, la Xunta de Galicia ha defendido su modelo de gestión y el operativo desplegado durante el verano. Desde la Consellería do Medio Rural se ha insistido en que Galicia cuenta con uno de los dispositivos de extinción más potentes de Europa y que el factor principal detrás de la ola de incendios ha sido una "clara intencionalidad" en un contexto de sequía prolongada y olas de calor extremas. El gobierno gallego ha puesto el foco en la "actividad incendiaria" y en la dificultad de combatir fuegos simultáneos y virulentos que se comportaban de manera impredecible.
La administración autonómica ha rebatido las críticas sobre la falta de prevención esgrimiendo las partidas presupuestarias destinadas anualmente a la limpieza de franjas de biomasa y a la creación de infraestructuras preventivas. Sostienen que se ha hecho un esfuerzo inversor sin precedentes, pero que la lucha contra el fuego es una responsabilidad compartida que incluye a los propietarios de los terrenos.
En diversas intervenciones públicas, responsables de la Xunta han argumentado que el debate no debe centrarse en buscar culpables políticos, sino en aunar esfuerzos contra los incendiarios y en adaptar el territorio a un nuevo escenario climático.
La conselleira de Medio Rural ha dicho que nunca han faltado medios, pese a que la Xunta acusó en varias ocasiones al Estado de no enviarles medios suficientes. El presidente de la Xunta Alfonso Rueda solicitó hace unos días una base de la UME para Toén, Ourense.
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