Unanimidad en el Parlamento para pedir que la UE amplíe los criterios para la declaración de zona escasamente poblada

Los tres grupos del Parlamento gallego han aprobado este jueves por unanimidad una proposición en la que instan a la Xunta a que se dirija al Gobierno de España para que solicite a la Unión Europea la ampliación de los criterios para la declaración de una 'zona escasamente poblada'.

En concreto, el Parlamento gallego reclama que, a la densidad poblacional, se añadan otros criterios como la tasa de envejecimiento o la dispersión poblacional, de modo que se tengan en cuenta las particularidades de la comunidad y que ésta pueda "tener acceso a los beneficios y recursos públicos" de esta consideración.

La proposición, presentada por el PPdeG, ha sido defendida por la diputada Raquel Arias y en su texto final se han incorporado aportaciones de una enmienda del BNG. Ha habido unanimidad de los grupos.

En su intervención, Raquel Arias ha recordado que, desde 2019, el criterio de la despoblación figura dentro del reglamento de reparto de fondos de la Unión Europea para el apoyo a zonas con especiales dificultades.

Sin embargo, ha dicho Arias, "los criterios son tan restrictivos" que, en España, solo tienen acceso a esa consideración Teruel, Cuenca y Soria.

Esta circunstancia, ha profundizado la nacionalista Olalla Rodil, se debe a que el único criterio que se aplica es la densidad de población, sin tener en cuenta que el Estado español "no es homogéneo". La realidad demográfica gallega, ha precisado, no se basa en el número de núcleos, la mitad de todo el Estado, si no en otras problemáticas como "el envejecimiento o la dispersión", lo que, a su vez, "encarece" la prestación de servicios.

Finalmente, la socialista Marina Ortega ha dicho que "todas las medidas son bienvenidas", pero ha afeado "la actitud del Gobierno gallego en cuanto al reto demográfico", que ha calificado de "negacionista y derrotista". "Esta propuesta es lo mismo que decir que no han hecho los deberes", ha apuntado Ortega, que ha considerado que sería "mucho más fácil" si estas cuestiones hubiesen sido trasladadas en Europa por el presidente gallego, Alfonso Rueda.