La cumbre tiene como objetivo pactar cuál será el gasto en Defensa, que el mandatario estadounidense exige elevar para los socios del Tratado del Atlántico Norte. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dice estar convencido de que los 32 estados miembros acordarán destinar el 5% de su PIB a Defensa, algo a lo que España y otros países son reacios.
La última cumbre ha dejado a España, que se comprometió a subir al 2%, liderando el ala dura de los países que se niegan a invertir más en Defensa. Ahora, los aliados estudian las maneras para retomar las negociaciones y conceder una mayor flexibilidad a los países más recelosos, en pro de alcanzar un consenso.