Los bebés, los ancianos, los animales silvestres, personas con autismo o hiperacusia...son muchos los colectivos que sufren los agresivos festejos de Año Nuevo.
El mensaje de Miguel, un percebeiro que estuvo trabajando estos días en Baiona, se hizo viral el pasado lunes y descubrió a muchos el peligro que esconde una profesión en la que el mínimo error puede arrebatar una vida.
El atacante, que sigue huido, iba disfrazado de Papá Noel, entró en el club y se puso a disparar con un arma automática. Hay decenas de heridos.