Los sindicatos acusan al Ministerio del Interior, a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de intentar "impedir por todos los medios" las concentraciones "con el uso desproporcionado de la fuerza y aplicando una brutalidad incomprensible e intolerable"
Los manifestantes están actuando de manera incontrolada insultando no solo a los policías y guardias civiles sino también increpándoles con frases que invitan al enfrentamiento y no al dialogo, la convivencia y la tolerancia.