El atracador tuvo tiempo de encañonar a la única trabajadora de Caixa Rural Galega, llevarse la caja, encerrarla y huir hacia la autopista sin que nadie se percatase.
Preto de 90.000 usuarios, a maior parte de Abanca, poden estar afectados por estes cobros "indebidos", que se achegarían aos 2.000 euros.