Compostela es una de las urbes que recibirá menores no acompañados, que están siendo utilizados por la Xunta, el Estado y otras administraciones para intentar sacar rédito político al hilo de la polémica en torno a la inmigración.
En el cruce de la xenofobia y el machismo, las mujeres migrantes enfrentan una lucha compleja e injusta. No solo cargan con los estigmas raciales asociados a sus orígenes, sino que también son víctimas de la cosificación y la desigualdad de género, quedando atrapadas en una doble discriminación que las empuja a los márgenes de la sociedad