Existen “La verdad” (meneando la cabeza de lado a lado con rostro serio) y “La verdad” (con gesto afirmativo y una sonrisa de oreja a oreja).
Esta situación se le puede volver en contra a Miguel Ángel Rodríguez, que siempre está actuando en el filo de la navaja con estrategias que rozan lo indigno
Dicen que la mejor defensa es un ataque, y así lo ha entendido Rodríguez, maestro en liar la troca
Ella va a piñón fijo, empujada por el Johnnie Walker de su jefe de gabinete, que ya se sabe que “cuando el trago hace cosquillas, afloja lengua y rodillas”