La vuelta al cole empieza por el calzado

Dice un refrán que pasados os Remedios e San Roque, xa non hai sesta nin merendote. Aunque las vacaciones aún no han acabado para muchas personas, a dos semanas del final de agosto empiezan a imponerse los anuncios de 'La vuelta al cole' a la publicidad estival. 

Por supuesto la ropa, los libros, las libretas y los bolígrafos están en la lista de quehaceres antes de que dé comienzo el curso, pero también es muy importante elegir un buen calzado. La vicepresidenta del Colexio de Podólogos de Galicia (COPOGA), Montse Martínez, destaca que "el precio no es factor principal que se debe analizar a la hora de comprar calzado para los más pequeños, sino su calidad". 

Desde el COPOGA recomiendan un calzado fabricado en piel o en materiales naturales y flexibles para que los pies puedan transpirar y se puedan mover con libertad, "siempre asegurándonos de que al dedo más largo del niño o la niña le quede una distancia de 0,5 centímetros para llegar a la punta del zapato". 

Un error habitual es comprar el calzado más grande de lo necesario para que le valga durante más tiempo. "Si el zapato no es justo de su talla podría alterar su forma de caminar, provocarle inestabilidad o crearle ampollas o laceraciones", explica Martínez. Tampoco es recomendable "heredar" zapatos, "puesto que la pisada de cada persona es diferente y compartir calzado puede distorsionarla". 

Otra recomendación del COPOGA es utilizar calzado específico para la asignatura de educación física, "y para el día día tener el hábito de variar el calzado, y no abusar del deportivo ni de las botas", porque la bota puede hacer que la musculatura del pie que tiene origen en la pierna no se desarrolle correctamente. Para menores de 6 años, el velcro puede ser una buena alternativa a la importante sujeción del empeine que ofrecen los cordones.

En cuanto a las actividades deportivas extraescolares aconsejan calentar y estirar antes de practicar deporte, y dosificar. "El pie de un niño todavía no está formado completamente por lo que el exceso de intensidad deportiva en los niños puede llegar a producir dolores y sobrecargas musculares", apunta Martínez. 

Desde el Colexio de Podólogos de Galicia recomiendan, al igual que en el caso de adultos, hacer una revisión podológica "al menos una vez al año", para tratar y prevenir patologías que puedan agravarse en la edad adulta.