​En España mandan 20 familias, en Podemos una sola

Carmen P. Flores

Este pasado sábado retornaba Pablo Iglesias al ruedo político, después de haber disfrutado de su baja por paternidad de tres meses. Se pretendía que su vuelta fuera una entrada triunfal, en olor de multitudes. Nada de eso se ha producido, la asistencia de militantes y simpatizantes ha sido discreta pese a que en esta ocasión se habían puesto autocares gratis para ir a recibir al líder, que no está precisamente en su mejor momento. Hasta ahora, todo el que quisiera asistir a mítines, congresos o reuniones debía rascarse el bolsillo, nadie ponía pegas al pago con tal de ser ungido por el profeta. Podemos no pagaba los autocares, no lo hacía porque eso era cosa de la casta política que tenía que hacerlo para llenar los recintos.


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Pablo Iglesias ha vuelto más populista y funambulista que nunca, es normal, las encuestas no le dan buenos resultados. Hay que aplicarse a fondo, desde ahora mismo, las elecciones están ahí, no queda tiempo de tender puentes con otras formaciones después de todos los conflictos internos que están viviendo y aun siguen sin salir de ellos.


Viendo a Iglesias subido en el escenario redondo, me viene a la memoria la famosa foto en la que estaban los cinco fundadores de la formación. Cuatro hombres y una mujer: Luis Alegre, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Iñigo Errejón y Pablo Iglesias. De los cinco, solo queda al frente Pablo Iglesias , con la compañía de su mujer Irene Montero, aspirante a sucederle. Es el matrimonio quien tiene el control absoluto de Podemos. Después están los peones que ejecutan sin rechistar las órdenes del líder. ¿Se habrá preguntado Iglesias de quién es la culpa de la marcha de cuatro compañeros y amigos fundacionales? No le hace falta, la culpa es de los cuatro. Decía Kant que "sólo el iluminado, no tiene miedo de las sombras".


En su discurso, a parte de hacer, por obligación, una pequeña autocrítica de lo que está sucediendo en el partido, su discurso ha sido más duro y radical, no ha dejado títere con cabeza, está contra todo. Tanto en su forma como en el contenido de su discurso no dista mucho del populista Maduro.


Decía Iglesias que en España mandan 20 familias, en Podemos solo una: él mismo y su mujer después de haberse cargado al resto de familias que discrepan de su política autoritaria.


Los medios de comunicación tampoco se han salvado de su quema dialéctica: intereses, ocultos, campañas en contra de su partido y falta de libertad de expresión. Con estas críticas, propias de un autoritario, creo que no ha visto el programa de su colega Monedero...


Muchos se preguntan ¿cómo es posible que el líder podemita quiera gobernar un país, cuando no es capaz de hacerlo en su propio partido?


Iglesias no respeta la pluralidad de criterios de los componentes de su formación, utiliza las primarias, que son un camelo, como tarjeta de ser el más transparente de todos. No es democrático imponer a sus candidatos, aunque en algunos casos haya más votos en blanco que votos del sí, caso del candidato por Barcelona, Jaume Asens, que ha generado duras críticas y deja un cierto tufo autoritario.


La intervención de Irene Montero tampoco tiene desperdicio. "Estamos a punto de poder gobernar, de meter a Pablo en el Consejo de Ministros ¿Esa es la meta principal de Podemos? Al final, todos pretenden tener el poder para ejercerlo de manera muy personal. Se suele decir que la hipocresía es la parte externa del cinismo, así la aplica el aspirante a la Moncloa.


Total, que la vuelta de Pablo Iglesias solo ha aportado más discurso populista y personalismo. "No he venido a la política a hacer a hacer amigos", sentenciaba. Está claro que ha venido a colocarse en la vicepresidencia, si los ciudadanos lo votan.


Hay una frase de Michel Cioran que dice: "Imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirlo".


'En España mandan 20 familias, en Podemos una sola' se ha publicado inicialmente en catalunyapress.es.

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