El acusado de un incendio de la ola de 2017 sostiene que "tenía hambre" y plantó fuego "para asar un chorizo"
Agentes niegan riesgo para casas y gente y una vecina lo ve "el más perjudicado" al arder una "única" finca: la suya, con castaños y pinos
El acusado de uno de los incendios forestales de la ola de 2017, M.A.M.N., de 57 años y vecino de Vigo, ha sostenido en el juicio que "tenía hambre" y plantó fuego "para asar un chorizo".
La Audiencia Provincial de Ourense ha comenzado este jueves el juicio oral contra este hombre, acusado de provocar un fuego, que afectó a algo más de una hectárea en Os Blancos (Xinzo de Limia) el día 15 de octubre de 2017, coincidiendo con la oleada de incendios que arrasó más de 50.000 hectáreas en toda Galicia.
La Fiscalía solicita para el acusado cinco años y medio de cárcel y mantiene que "actuó de manera completamente dolosa e intencionada". A su vez, ha desmontando el atenuante por dilaciones indebidas pedido por la defensa, al entender que "la causa se ha seguido con una especial celeridad".
Por su parte, la defensa ha alegado que fue "un descuido" por lo que considera dicha medida como "absolutamente desproporcionada". "Resulta absurdo pretender hacer creer que se trata de un incendio a posta, cuando la más afectada es su finca con 500 castaños que el acusado atendía y cuidaba", ha señalado.
También se ha referido a las alteraciones psíquicas de su cliente, además de mencionar los "intentos de suicidio posteriores" como atenuantes para juzgarlo por un delito de imprudencia.
Este jueves ha quedado visto para sentencia y las últimas palabras de la vista oral las ha pronunciado el acusado al decir: "No soy un incendiario, lamentó el perjuicio que causé".
El acusado, M.A.M.N, vinculado con grupos ecologistas y autor de varios poemarios dedicados a la comarca de A Limia, solo ha respondido a las preguntas de su abogado.
"INTENTÉ APAGARLO, PERO NO PUDE"
El acusado ha ratificado su defensa diciendo que, a las 13,40 horas, momento en que se producía el incendio, se encontraba "un poco cansado, tenía hambre", y decidió "plantar fuego para asar un chorizo".
En ese instante, "el fuego empezó a extenderse" por lo que, según ha explicado, intentó "apagarlo, primero con los pies y, a continuación con una rama, pero no pude".
"Busqué el móvil como loco para llamar a Emergencias, pero no lo encontré. Tampoco las llaves de mi coche que había aparcado justo al lado de la finca", ha explicado el procesado.
De acuerdo con su relato, M.A.M.N. decidió dirigirse a la casa cercana de una tía y un primo de su mujer para que lo acercasen a Xinzo a por una copia de las llaves de su vehículo. En ese momento, según su versión, les contó que "se le ocurriera la tontería de asar un chorizo".
Cuando volvió de nuevo al lugar del incendio, M.A.M.N. ha explicado que "estaba todo prácticamente controlado" por lo que consideró "que no era necesario" quedarse allí "al estar ya dos bombas trabajando".
A pesar del origen vigués del acusado, éste ha afirmado tener varias fincas en la zona de Xinzo a las que se acercaba "siempre que podía". Según el relato del procesado, el día en que sucedieron los hechos, él se encontraba en la finca que tiene su mujer en Os Blancos con la intención de dar un paseo con su perro y aprovechar para cortar algo de maleza.
"LOS OBJETOS APARECIERON COLOCADOS"
La Fiscalía ha subrayado durante sus interrogatorios "la inexistencia de pruebas que indicaran que se hizo una hoguera en el lugar de los hechos".
Asimismo, se ha detenido a cotejar con los testigos el estado en que aparecieron el móvil y las llaves del acusado durante una posterior inspección ocular, el día 23 de octubre de 2017. "Unos objetos que aparecieron colocados", según señaló una de las peritos, en un lugar que ya había sido inspeccionado las dos veces anteriores.
Los agentes de la Guardia Civil que han testificado han apuntado a que "los han cambiado o cuando menos manipulado" puesto que "de haber sido quemados en el terreno deberían haber dejado marcada su silueta y, la parte plástica del teléfono tendría que presentar hierbas adheridas". Además, "aparecía también un abrelatas quemado por la parte de debajo y en perfecto estado por la que quedaba expuesta", han señalado.
El Ministerio Fiscal también ha hecho hincapié durante el juicio oral en "las condiciones propicias para la propagación de un fuego ese día y en la abundante maleza que presentaba la finca del acusado".
Ha incidido, en base al testimonio de las dos peritos encargadas de elaborar un informe para evaluar la capacidad intelectiva y cognitiva del acusado, en que este "presenta su capacidad intelectiva y volitiva en perfectas condiciones", es decir, es consciente de lo que hace y quiere.
POSTURA DE LA DEFENSA
Por su parte, el letrado encargado de la defensa ha tratado de desmontar en varias ocasiones la versión de los agentes de la Guardia Civil, en calidad de testigos.
En un primer momento, ante las preguntas de la Fiscalía, algunos de los testigos respondieron que en ese incendio se corría un grave peligro de que afectase a personas y viviendas.
Sin embargo, dos de los agentes del cuerpo de seguridad que ese mismo día venían de otro foco en Xinzo de Limia han contesto que "no se llegó a activar ninguna alerta porque en ese caso en concreto no se estimó que hubiese ningún riesgo para viviendas, personas ni animales".
La perito encargada de elaborar el informe de valoración de los gastos de extinción, abonados por el acusado, ha afirmado durante su testimonio que "lógicamente no se trataba de un incendio de gran magnitud".
El perito del Ministerio Fiscal, ante las preguntas de la defensa, ha explicado que "dado el avance transversal del fuego era imposible que este afectase a las casas".
A su vez, el ingeniero forestal también entró a valorar que "en los incendios intencionados suele darse siempre un mismo perfil, que es la intención de que no se pueda extinguir el fuego". "En este caso concreto la finca pertenecía al acusado que, además se quedó allí hasta que uno de los vecinos inició las tareas de extinción por lo que, en mi opinión, no era intencionado".
La defensa también incidió en la existencia de fincas colindantes cultivadas, "lo cual dificulta la propagación del fuego" y en que la finca del acusado "estaba limpia". Como así ha testificado una vecina al apuntar que "el más perjudicado fue el acusado que tenía castaños y pinos en su finca, que fue la única que ardió".
"DURANTE LA DETENCIÓN LLEGÓ CON UN PALO Y AZUZÓ A SU BOXER"
El testimonio del teniente de la Guardia Civil ha señalado que "en el momento de su detención, dos o tres días después de los hechos", M.A.M.N. "azuzó a los agentes su bóxer y exhibió un gran palo".
Asimismo, los otros tres agentes de la Guardia Civil que se encargaron de las inspecciones oculares en los días sucesivos al incendio --16 y 17 de octubre-- coincidieron en apuntar que "después de inspeccionar minuciosamente toda la finca, no solo el área de inicio", no encontraron "el móvil ni las llaves".
Los miembros del cuerpo de seguridad también han descartado durante su testimonio "la aparición de papel aluminio o restos de piedras amontonadas" que pudiesen dar a entender que allí se hizo "una hoguera". Han atribuido las causas del fuego a "la aplicación directa de un mechero" favorecido por "el combustible forestal abundante de una zona con maleza", al no encontrar "ningún artefacto generador de fuego".
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