¿Debe transformarse el acuario de A Coruña en un centro de recuperación de animales?

La Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber han abogado por la creación de un consorcio conformado por diferentes administraciones públicas para convertir el acuario de A Coruña en un centro de recuperación de animales marinos.

Mediante un comunicado, se han referido a las "denuncias constantes" de varamiento de cetáceos, como la realizada este fin de semana después del acercamiento de un grupo de delfines a las playas de la Ría de Arousa, y han criticado la "falta de voluntad" de la Xunta para dar una respuesta a esta situación.

En este sentido, han reprobado que, tras "11 años de promesas" por parte del Gobierno gallego respecto a la construcción de un Centro de Recuperación de Fauna Marina, todavía no se haya concretado "absolutamente nada" sobre esas instalaciones.

Así, han contrapuesto esta situación con la existencia de la Fundació per a la Conservació i Recuperació d'Animals Marins (CRAM) en Cataluña, que incluye programas educativos y visitas regulares a las instalaciones.

"PROMESAS" DE LA XUNTA

Estas entidades animalistas han incidido en que la "primera promesa" de la Xunta se realizó en 2008, cuando se avanzó que el centro se construiría en Baiona y que su coste ascendería a 1,5 millones de euros. Además, han apuntado que, un año más tarde, se rebajó el presupuesto a 1 millón de euros, mientras que en 2010 se fijó una nueva construcción con una inversión de 1,6 millones. No obstante, ha señalado que estas instalaciones siguen sin estar disponibles.

Ante esta situación, estos colectivos animalistas han planteado la posibilidad de que la Unión Europea (UE) pueda financiar con fondos de desarrollo regional un equipamiento para recuperar la fauna marina varada, cuya supervivencia se sitúa en torno al 5 por ciento, y, además, incrementar la concienciación respecto a la protección de los animales.

También han propuesto que el centro que se cree con este objetivo en Galicia podría financiarse con fondos privados y donaciones y acoger espacios de investigación "para el fomento de buenas prácticas turísticas" y de actividades "no lesivas" para los animales.