Los motivos por los que cada vez más empresas recurren a regalos para sus campañas de marketing

Webs como la de Maxilia ofrecen la posibilidad a muchas empresas de iniciar estrategias de marketing offline que, bien hechas, pueden resultar más beneficiosas que campañas en la red.

Fagocitados por internet y todo lo que supone el mundo digital, a menudo acostumbramos a pensar que todo lo que ocurre fuera de la red no existe. Es habitual recurrir a la frase de “si no estás en internet no existes” para desanimar a muchas empresas que, a pesar de hacer las cosas bien en su campo, no cuentan con la infraestructura necesaria para competir en el mundo digital con los gigantes de su mismo sector. Sin embargo, en este contexto cobra especial relevancia el marketing offline, aquel que podríamos llamar ‘a la vieja usanza’.

El marketing offline busca promocionar tu empresa o producto por medio de los canales tradicionales con los que hacer llegar al potencial consumidor la información sobre los productos o servicios que ofreces, y es aquí donde empresas como Maxilia, a través de su web https://www.maxilia.es/, cobran especial importancia.

CAMPAÑAS BIEN HECHAS

Lo más común y sencillo es recurrir a carteles o flyers, si bien cada vez son menos efectivos por ser poco originales y porque, además, pueden ser vistos como una agresión contra el medioambiente en un mundo cada vez más pendiente del reciclaje. Otros caminos, como los anuncios en radios, televisiones o demás medios, pueden resultar costosos y arriesgados, ya que nunca sabes a cuantas personas estás llegando realmente.

Por todo esto, es normal que cada vez más empresas recurran a los regalos personalizados, como los que ofrecen Maxilia con un sinfín de productos: desde objetos pequeños y de uso diario como USBs, gafas de sol o mecheros,hasta algunos más específicos, como toallas de playa, alfombrillas de ratón o riñoneras.

Por otro lado, el gran valor añadido de las ofertas de Maxilia es que todos los productos son personalizables según el diseño que deseemos. De igual manera, cada producto puede adaptarse a la petición del comprador según los materiales que quiera utilizar: tazas que van de la cerámica hasta el metal o el plástico, botellas reutilizables de cristal o acero inoxidable o bolsas y estuches en materiales que van desde la tela hasta el papel.

Además, para la persona a la que va dirigido el regalo no queda solo como una mera acción publicitaria -de hecho, una campaña bien hecha no tiene por qué ser entendida como una estrategia de marketing-, sino que el usuario de ese regalo puede tener un objeto o un producto al que sacar mucho partido y que, sin darse cuenta, empieza a formar parte de su vida diaria aun estando ligado a una compañía o a una marca que de otra forma no hubiese despertado su interés. Así, un regalo como puede ser una taza promocional o una bolsa de tela con el logo de la compañía puede formar parte del día a día de muchos potenciales clientes.

Por otro lado, según la utilidad del producto que la empresa decida regalar, este puede hacer publicidad gratuita durante más tiempo que una campaña en internet. Ver el nombre de nuestra compañía estampada en gorras, mochilas, paraguas o camisetas puede animar a otros consumidores a descubrir nuestros productos u ofertas, que de otra forma nunca hubieran conocido la existencia de la compañía. Porque fuera de internet existen muchas otras cosas.