Irresponsabilidad...¡y esperanza!

“Como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, 

la elección de sus gobernantes, pide una reflexión profunda.” 

Josep Antoine René Joubert (1754- 1824). Moralista y Filósofo francés.

Vivimos tiempos de incertidumbre. Y no sabemos cuándo acabará. La COVID-19 se está prolongando y los afectados siguen creciendo. También los muertos. La solución debería ser confiar en un Sistema Sanitario que fuera capaz de resolver los problemas, ¡pero la realidad es empecinada, y la enfermedad continúa!

Últimamente vemos en la Galicia una serie de despropósitos que considero no se deberían producir. El abuso de la atención telefónica en la Sanidad Gallega y la falta de personal colapsan los Centros de Salud y PACs. El acceso a la Atención Primaria (AP) se complica. El sr. Feijoo, considera que la “sanidad del futuro será telemática y digital” y así da la orden de “priorizar a las consultas telefónicas”, con lo que la relación médico-paciente queda limitada a una llamada de teléfono. La praxis de la AP se basa en la accesibilidad y en la confianza, entre el o la profesional y el o la paciente. Sí esto no ocurre “por culpa de una decisión administrativa” y no se ponen los medios necesarios para llevarla a cabo de forma digna, se pierde lo más importante, que es poder dar solución al bien más preciado que tenemos: la salud.

Otra decisión que considero irresponsable es que la Consellería de Sanidade ordena por correo electrónico, a sus médicos de AP, que “dejen de hacer PCR a contactos estrechos de positivos con COVID-19”. Las razones clínicas son difíciles de explicar, pues sin PCR negativa y sin aislamiento, las posibilidades de que esa persona pueda contagiar a otras es muy alta. Esta decisión se complementa con la mentira más penosa que el sr. Feijóo dijo en mucho tiempo (¡y mira que dice mentiras!), pues bien: mantiene la opacidad sobre el número de rastreadores de la COVID-19 con los que cuenta Galicia. Comenzó diciendo que eran 6.108, luego que no sabía y, por fin, en sede parlamentaria, dice que “más de 700”. También tiene una “app” para que cada persona haga de rastreador/a de sí misma: pudo decir que tiene 2.700.000... que somos los habitantes de la Galicia... Pero a la vez, acepta el despliegue de 180 militares para realizar labores de rastreo. Aún más, el director general de asistencia sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, asegura a eldiario.es que la orden “está recogida en los protocolos, porque los médicos de cabecera no acercan valor añadido, cuando se trata de contactos que no presentan sintomatología”. Además, afirma que les quita “burocracia” a las consultas de AP. La ignominia es tal, que no se paran a pensar en la carga burocrática real, que tienen los médicos: certificados de idoneidad para labores de pesca, marisqueo, apagar incendios, revisión del carnet de conducir, certificados de salud para determinado trabajo, de dependencia, de incapacidad, impresos de incapacidad temporal, de bajas, de altas, etc. etc. Si de verdad querían quitar “burrocacia”, que la Consellería de Sanidad hable con las diferentes consellerías y dejen de pedir a los profesionales certificaciones que solo quitan tiempo a las consultas de AP. Y de paso, ¡que quiten la responsabilidad de las medidas, de la presión a los profesionales, para no echar a la gente encima de los mismos!

En el día a día de la pandemia, al sr. Feijoo, le preocupa: que la “actuación de los servicios sanitarios no se vea desbordada”. No le importa ni los infectados, ni los ingresados en UCI, ni las de las residencias de mayores, ni los muertos. Solo le preocupa que el sistema no falle, sean cuántos sean los afectados. Pero para eso, tiene que invertir en sanidad. Compararse con otras CCAA, es patético: “como estamos mejor, el tema es menor”. Y no es así: los muertos NO PREVISIBLES, aumentan y las medidas no llegan. Feijóo es el portavoz de SU Comité Clínico… ¡y nunca sabremos lo que piensa el CC, solo sabemos lo que nos cuenta él!

Pero no todo son malas noticias. Las conclusiones del Consejo Técnico de AP de Galicia, dan solución a los problemas: falta que Feijóo las cumpla… y la esperanza está en las vacunas que parece que van por el buen camino, a pesar de las decisiones políticas irresponsables. ¡Esperemoslo!