​Un carguero nuclear ruso averiado “rozará” la costa gallega estos días en su regreso a San Petersburgo

Las autoridades marítimas miran con recelo la trayectoria del Sevmorput, el único carguero nuclear que permanece activo, que regresa a Rusia después de detectar una avería y que pasará cerca de Galicia estos días.

El episodio recuerda al del buque ‘Blue Star’ que quedó varado el pasado año en la costa de Ares y que a punto estuvo de provocar una crisis ecológica.

El Sevmorput es el único carguero de su categoría en la actualidad | Foto: Wikipedia

La avería en la hélice del Sevmorput obligó a la tripulación a redirigir el navío, de construcción soviética, de nuevo a su base en San Petersburgo cuando se encontraba navegando rumbo a la Antártida. La avería además condiciona la dirección del barco, que se mueve en zigzag. Una anomalía que además requiere de una reparación en tierra, ya que los intentos de arreglar la hélice estropeada en el mar fueron infructuosos.

Para colmo, el carguero navega sin su capitán, evacuado de urgencia por Salvamento Marítimo cuando el busque se encontraba en las Islas Canarias. El capitán tuvo que ser atendido por un presunto caso de meningitis, pero antes de ser asistido informó de que en la nave “la maquinaria y los equipos mecánicos a bordo funcionan correctamente y en el momento actual, y en toda la travesía, no se ha producido ningún incidente o avería del equipo nuclear a bordo del buque”.

Desde el Gobierno de España ya están al corriente de la situación en incluso miembros de Podemos han trasladado a Moncloa su preocupación por el escenario que se presenta ahora.

UN BARCO “VETADO”

Con todo, es importante recalcar que desde la embarcación, que cuenta con un reactor nuclear con 150 kilos de uranio enriquecido, no han notificado al Organismo Internacional de Energía Atómica ningún tipo de incidente de carácter nuclear y que las anomalistas que reviste el barco son puramente mecánicas. En estos momentos no existe riesgo real por la liberación o contaminación en las aguas de material radiactivo.  

Por sus características y dimensiones -260 metros de eslora, una manga de 32 metros y un calado de casi 12 metros- el barco está vetado en la mayoría de puertos del mundo. Sin embargo, el barco, con cerca de un centenar de tripulantes abordo, fue sometido a inspección hace menos de un año y cuenta con toda su documentación en regla.

Su recorrido frente a la fachada atlántica gallega y su presencia en las costas españolas dependerá sobre todo del comportamiento de la embarcación y de la velocidad que consiga alcanzar con el hándicap de contar con una propulsión tan mermada y una carga que supera las 25.000 toneladas.