La huida hacia delante de Pablo Iglesias

Cuando todo el mundo pensaba que, con la convocatoria de elecciones en la comunidad de Madrid, tras pronunciarse la justicia a favor de la misma, estaba todo visto, este lunes salta la bomba política protagonizada por el vicepresidente del gobierno de España, Pablo Iglesias al anunciar que dejaba la vicepresidencia del Gobierno para ser cabeza de lista de su partido en las elecciones madrileñas. Pocos eran los privilegiados que conocían su decisión para evitar filtraciones de las que tanto sabe el protagonista. Una sorpresa que ha sobrecogido a todo el mundo en este lunes soleado

Pablo Iglesias - EP

¿Por qué se marcha el líder del partido morado del gobierno? Su marcha supone una huida hacia delante que puede acabar con su carrera política, si la jugada no le sale bien, aunque es conocida su capacidad de sobrevivir políticamente. Su situación dentro del gobierno era insostenible, dado su papel dual de gobierno y oposición para tapar su casi nula gestión. Esta era la ocasión que estaba esperando para tener la excusa perfecta y salir airoso del ejecutivo, antes que Sánchez se lo sacara de encima. Motivos no le han faltado. Si eso ocurría, su partido perdía los cuatro ministros en el gobierno y todos los puestos de militantes y amigos que tiene colocados en la administración, que son muchos estómagos agradecidos.  Una acción que le podía general malestar dentro de su formación. No están los tiempos para engrosar la larga lista del paro.

Con esta salida, deja en su lugar, con mando en plaza, a la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, que tiene buenas relaciones con casi todos sus compañeros del Consejo de Ministros, y proyecta una imagen de persona eficaz. Aunque sus relaciones con la CEOE y otras instituciones no sean todo lo buenas que quisiera, por su actitud prepotente y autoritaria que tiene en privado, en público se recompone. Es la candidata a quitarle el sitio a Iglesias al frente de Unidas Podemos y también la candidata de Unidas Podemos a las generales . Mientras, Irene Montero, la designada en su día para sustituir a su marido a liderar el partido, no se lo ha tomado nada bien, no obstante, lo disimula muy bien. Las relaciones de Iglesias y Montero no son lo que eran y algunos, en privado, se aventuran a pronosticar una ruptura de la pareja ¿Política y personal? La segunda lleva a la primera, dicen.

La decisión de Pablo Iglesias abre la posibilidad impensable hasta ahora de presentar una candidatura de unidad con varias formaciones de izquierdas, entre los que estarían dispuestos a incluir al Mas Madrid de Iñigo Errejón, partido escindido de Podemos; Izquierda Unida; los verdes, e incorporarán algún nombre conocido que arrastre votos. De lo que se trata es intentar que la izquierda suba ¿Para pactar con el PSOE y tenerlos también cogidos en esta comunidad? El líder morado quiere ser decisivo en la formación del nuevo gobierno de la Comunidad, con permiso de Ciudadanos, partido que no está dispuesto a dejarse absorber por la opa hostil del PP, por muchas maniobras en la oscuridad que esté llevado el “retirado” Albert Rivera.

Si Pablo Iglesias no consigue su doble objetivo: salvar la presencia de Unidas Podemos en el ejecutivo de Pedro Sánchez y ser clave en los resultados de las elecciones del 4-M, la suerte política del coletas- ya se ha quitado el moño- está echada. Así que la estrategia que se ha marcado, o la tiene bien diseñada, o se va a pegar un batacazo de los que hace historia. Decía Sun Tzu que “La estrategia sin táctica es el camino más lento hacia la victoria. Las tácticas sin estrategia son el ruido antes de la derrota".