Movilización por la Universidad Popular de Ourense, unos culturetas de extrema izquierda según Jácome

Varias personalidades de la cultura, como Luís Tosar, han dado el apoyo a la Plataforma. Cuando le llegaron las críticas, el alcalde de Ourense reaccionó al "bulo" del cierre tildando a los activistas de "culturetas de extrema izquierda".

Jóvenes con carteles pro-universidad en una imagen del Facebook de la plataforma

La Plataforma en Defensa de la Universidad Popular de Ourense se manifestará este viernes para decir "alto y claro" que el centro debe permanecer abierto en el municipio. La protesta se celebrará en la Plaza Mayor de la ciudad, a las 20,30 horas.

"Este viernes 21 diremos alto y claro 'sí' a la Universidad Popular de Ourense a través de nuestra voz y de la misma cultura, la que nos iguala", han señalado.

Usuarios y profesores se resisten al cierre del centro planteado por el regidor municipal, Gonzalo Pérez Jácome.

El alcalde anunciaba, hace un mes, cambios en el modelo de la Universidad Popular, "un cambio para hacerla más popular aunque suene paradójico". En este sentido exponía que se había reunido con el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, para un posible traslado de competencias y también de instalaciones.

Asimismo había solicitado desligarse de la Federación Española de Universidades Populares, una entidad que aglutina 200 UUPP en toda España dependientes de sus gobiernos locales.

Contra todo ello se manifiesta el movimiento 'No al cierre de la UPO', que los últimos días ha recibido el apoyo a través de redes sociales de personas relacionadas con el ámbito cultural como el actor Luis Tosar o Xosé Touriñán.

MANTENER LAS CONDICIONES
Así, usuarios y docentes de la Universidad Popular de Ourense han leído un manifiesto este jueves en el que ponen de relieve las consecuencias que tendría este cierre y en el que denuncian el proceso de baja de la Federación Española de UPPP.

Solicitan que se continúe formando parte de las 200 universidades populares respetando su estructura académica, sus bases, objetivos y fines y acusan a Jácome de "querer anular" todo ello.

Del mismo modo, instan a que se diseñe la nueva programación formativa para el curso académico del 2022 exponiendo que esta universidad "es un derecho público" y que la educación "es una inversión, no un gasto".

En la misma línea persiguen que la Universidad Popular permanezca en el ayuntamiento de Ourense y en la Concejalía de Educación puesto que, aseveran, solo pueden estar gestionadas por los gobiernos municipales "porque así está establecido en las bases fundacionales formuladas por los profesores de la Sorbona que la crearon en París en 1899".

Además, exigen que el alcalde "ni desprecie, ni se burle ni de los ourensanos ni de los gallegos, ni de la cultura, ni de la educación", censurando que han recibido comentarios por su parte a través de redes sociales en los que los tacha de "culturetas de la extrema izquierda y supremacistas con complejo de inferioridad".

GRAN FUNCIONAMIENTO
El alumnado y los profesores han subrayado que la creación de esta universidad popular es deudora de la Xeración Nós. Cuando en toda España nacieron las Universidades Populares, buscando mejorar el acceso a la cultura y a la alfabetización de la población, "en Ourense llegaron a impartir clases Vicente Risco y Otero Pedrayo".

Además, han expuesto que aunque han pasado décadas, mantiene un gran funcionamiento llegando a tener para este curso 3.000 alumnos y 1.000 más en lista de espera para los 140 cursos que ofertan anualmente y cuyos diplomas tienen "valor curricular y ayudan a meterse en el ámbito laboral".

Estos planes de formación, destacan, que son integradores e igualitarios porque cualquier individuo a partir de 16 años, con independencia del sexo o condición social, "tiene acceso a ellos". Desde nuevas tecnologías hasta horticultura con una matrícula por curso que ronda los 30 euros.

"La UPO funciona, ¿por qué cerrarla?, la UPO es un éxito, ¿por qué menospreciarla?", preguntan desde la plataforma en la que tachan de "falta de respeto", por parte del alcalde hacia la ciudadanía, "que a las generaciones futuras se les quite el derecho a esta educación y cultura".