(VÍDEOS) Los efectos de los vientos huracanados y la tromba que azotó Ourense: sillas voladoras, árboles caídos, riadas...

La ciudad termal vivió ayer un domingo de pleno invierno por el efecto de la tormenta veraniega que en cuestión de minutos provocó cuantiosos estragos en Ourense.

Solo en la ciudad se registraron más de un centenar de incidencias y daños, tal y como relató esta mañana el alcalde de la localidad, Gonzalo Pérez Jácome. Los vecinos postearon en las redes los efectos de la tormenta.

A la mayoría la tremenda tromba de agua que descargó la tormenta en cuestión de minutos los pilló por sorpresa. De hecho, la mayoría de terrazas no habían sido desmontadas ante la proximidad de la lluvias, lo que provocó que mesas y sillas saliesen volando por el efecto del viento y la lluvia. 

La tormenta incluso provocó accidentes y cortes de tráfico. A la altura del barrio de O Couto un particular informó en torno a las 20 horas de un siniestro en el que un coche quedó volcado. Los dos ocupantes del turismo, ambos de 21 años, pudieron abandonarlo por su propio pie.

La lluvia y el fuerte viento provocó que el agua se colase en muchas viviendas y que el sistema de drenado se colapsase en algunos puntos.

La caída de árboles provocó los cortes de tráfico en varias calles de la ciudad, como la Avenida Buenos Aires o la Calle Pablo Iglesias, así como la caída de algunas señales de ciruclación.

En cualquier caso, los tejados fueron los principales damnificados: tejas rotas, techos desprendidos... Esto ocasionó daños en vehículos estacionados e incluso en la piscina olímpica del pabellón, si bien desde la administraicón local advierten que todavía es pronto para conocer los resultados de la evaluación.

En estos momentos prosiguen las labores por parte de los servicios municipales de la capital ourensana para la retirada de ramas y árboles caídos, tratando así de recuperar cuanto antes la normalidad. Afortunadamente no hay que lamentar daños personales graves.

Los ourensanos aprovecharon la inusual tormenta para registrar con sus teléfonos los efectos del temporal. Alguno le sacó partido al suceso para alertar de las consecuencias del cambio climático, mientras otros apostaron más por la broma y sacarle hierro al asunto.