Un cordón sanitario

Manoel Barbeitos
Economista

Reiteradas veces en este espacio, que gentilmente me conceden los responsables del medio, he reflejado que uno de los mayores déficits que tiene la democracia española deriva del carácter escasamente democrático de las derechas políticas mayoritarias (Partido Popular). Una circunstancia que nos diferencia y separa de las democracias europeas mas avanzadas (Francia, Gran Bretaña, Alemania, países escandinavos...) para aproximarnos a otras claramente deficitarias (Hungría, Polonia...).


Recientemente tuvimos una nueva muestra de esta realidad cuando en el Parlamento español y desde la tribuna de oradores el portavoz del Partido Popular (PP), señor Casado, afirmaba que "la Guerra Civil fue el enfrentamiento entre los que querían la democracia sin ley y los que querían la ley sin democracia". Unas declaraciones que ponen en evidencia dos realidades, cada cual más vergonzosa para el señor Casado, y, de rebote, para su partido (PP). En primer lugar, que su conocimiento de la historia de España es muy elemental, muy primario. En segundo lugar, que equiparar a los defensores de la II República española con los fascistas que se levantaron contra ella ("una conspiración monárquica, militar y fascista" como bien la define el profesor Angel Viñas uno de los mayores y mejores historiadores especializado en la Guerra Civil y el franquismo), que primero asaltaron un régimen democrático y constitucional, provocando una terrible guerra civil, para luego victoriosos instaurar un régimen de terror que duraría casi 40 años, resulta pasmoso para cualquier demócrata, realmente lo descalifica como demócrata y como politico. Cabe, por caso, preguntarse qué pasaría en Alemania si la señora Merkel, o cualquier otro político alemán, equiparase, en la tribuna del Reichstag, a los políticos demócratas con los nazis de Hitler. O si en Italia algún dirigente político italiano hiciese lo mismo con los demócratas y los fascistas de Mussolini. Cabe pensar que en el caso del señor Casado le traicionaron tanto el subconsciente como los nervios por el auge de Vox entre sus potenciales votantes.


No parece, por caso, que el señor Casado hubiese tomado nota de lo sucedido recientemente en Francia con motivo de las últimas elecciones regionales. Porque si realmente hubiese querido ser un lider político valorado, un estadista, debería tomar ejemplo de las derechas francesas, quienes ante el peligro que para Francia supondría una victoria de la extrema derecha representada por el partido de Agrupación Nacional (RN) liderado por Marine Le Pen, formaron con las izquierdas un frente republicano -"un cordón sanitario"- que hizo posible que la extrema derecha francesa quedase fuera de cualquiera gobierno regional a pesar de que en la primera vuelta había sido la opción más votada en seis de las trece circunscripciones electorales.


En lo que hace referencia a las derechas gallegas que lidera el señor Feijoo (PP) estas le harían un gran favor a la democracia en Galicia si, de alguna forma, descalificasen y se distanciasen de las posiciones que últimamente ocupa y defiende su líder español, el señor Casado.   

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Más opinión
Opinadores

Galiciapress
Plaza de Quintana, 3 15704 Santiago de Compostela
Tlf (34)678803735

redaccion@galiciapress.es o direccion@galiciapress.es
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR POMBA PRESS,S.L.
Aviso legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial - Publicidad
Powered by Bigpress
CLABE