Ourense se manifiesta contra un "mal endémico para el que hay soluciones"

Más de medio millar de personas respondieron ayer a la llamada del Comité de Defensa do Monte Galego con una concentración de protesta en la Praza Maior de Ourense. 

Manuel Gallardo, de la CIG, actuó como portavoz para decir que los incendios forestales son "un mal endémico" de Galicia para el que hay soluciones".

El comité reclamó en un manifiesto una nueva política forestal por parte de la Xunta y una reordenación del espacio agroforestal de Galicia, con quince propuestas. Entre ellas, la modificación del Consello Forestal Galego, para que sea un órgano consultivo en el que estén representados todos los agentes sociales. Afirman que se necesita un plan estratégico de gestión del monte gallego "consensuado" con todos los sectores y dotar de más medios a la Fiscalía para investigar a los incendiarios.

También pide que se dote a la fiscalía con medios técnicos, humanos y económicos para mejorar la investigación de los incendios.

Argumentan que el abandono del rural está dando paso a un nuevo tipo de fuegos que eran poco frecuentes hasta ahora y que aumentan los riesgos sobre las poblaciones en los incendios de interfaz (superficie de contacto entre zonas urbanas y forestales). 

Mantiene su petición de dimisión de la conselleira de Medio Rural, el secretario xeral de Montes y los jefes de servicio y de distrito por considerar que son cargos de libre designación y reclaman que sean elegidos por oposición.

El Colectivo exige «transparencia e rapidez» en el acceso a la información sobre incendios para que reaccione la opinión pública. Proponen que se utilicen los satélites de detección para evaluar el número de incendios y de superficie quemada y también que se informe sobre los costes de la extinción y de las pérdidas económicas y ecológicas asociadas a estos siniestros.

Denuncian en su manifiesto carencias palpables y constatadas que observan en la organización del servicio de extinción de incendios. 

Creen que los equipos deberían estar bajo un mando único y depender todos de la Consellería de Medio Rural. La privatización de parte del operativo o su traspaso a los concellos son contraproducentes por la eliminación de medios, descoordinación o falta de homogeneización en los equipos, aducen.

Sobre la ordenación del territorio agrario, desde el Comité de Defensa do Monte Galego sostienen que los cultivos agrarios y forestales deberían estar en localizaciones más adecuadas y evitar que aumente la superficie ocupada por especies de crecimiento rápido. También que se den ayudas económicas para montes públicos con convenio o privados. 

El monte debería ser, explican, un generador de recursos en el rural, tanto por los aprovechamientos silvícolas como una industria de prevención.

Respecto a los últimos incendios, piden la puesta en marcha de planes de recuperación de las zonas afectadas y señalan que la Xunta nunca puso en marcha restauración en lugares quemados.