¿Accidente o homicidio imprudente de 21 trabajadores? El naufragio del Villa de Pitanxo pone a la pesca gallega frente al espejo

Marineros inmigrantes lanzan flores al mar tras confirmarse la desaparición de sus compañeros /EP

Una cadena estatal de radio conectó con el puerto de Marín la mañana tras el naufragio del Villa de Pitanxo. Un marinero subsahariano, amigo de algunos tripulantes, recordó en antena que los enormes arrastreros que faenan en Terranova no se hunden facilmente. El locutor lo cortó cuando reclamaba que se investigase si estaba faenando a pesar del duro temporal.

Entonces, los grandes medios y las autoridades hicieron oídos sordos a aquella queja de un trabajador dolido por la desaparición de sus compañeros, pese a que era algo que ya se debatía en los ambientes marineros. Hoy es una hipótesis de la investigación judicial, que podría acarrear consecuencias penales para el patrón y la armadora por el homicidio imprudente de 21 personas.

Samuel Kwesi Koufie, el ganés superviviente, no ha querido entrar a "confirmar ni desmentir" las últimas informaciones.  Según adelantó 'La Voz de Galicia', el marinero ha declarado ante la Guardia Civil que el patrón no atendió las advertencias que desde el parque de pesca le hacían los marineros para que soltase la red.  

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) investiga si el mar entró por la popa de la que pendía la red. Esto habría aumentado es ya enorme balanceo, que soportaba un barco que seguía faenando pese a las enormes olas, contribuyendo a su veloz hundimiento. 

Solo un puñado de marineros tuvo tiempo de subirse a una balsa. Solo tres sobrevieron, Kwesi, el patrón y el sobrino del patrón. Solo dos tuvieron tiempo de ponerse el traje de supervivencia, el patrón y su sobrino.

AVARICIA EN ALTA MAR

¿Por qué el barco estaba faenando pese las pésimas condiciones? Por dinero. Los arrastreros parten de Galicia con un calendario predeterminado. Han de pescar tal cantidad en tanto tiempo para que la singladura sea rentable.

Llegados a la gélida Terranova, no pescan al azar. Los sónares les permiten saber, aproximadamente, donde están los bancos. Han de navegar hasta ponerse encima, soltar el aparejo y pescar. Y pescar y pescar y pescar hasta agotar el cupo (y a veces de más, como apuntan las sanciones a esta armadora por sobrepesca). 

La clave del asunto es si alguien asumió demasiados riesgos  faenando en medio de un gran temporal. La declaración del superviviente apunta en esa dirección, pues habla que pidieron soltar el aparejo para estabilizar el barco. Librarse de la red supone una gran pérdida económica. 

El patrón, Juan Rial, guarda silencio. No ha dado su versión sobre unos hechos, que están sujetos a investigación judicial.

COMISIONES ENVENENADAS

Más allá de las causas concretas del naufragio que determine la Justicia, la pesca gallega se enfrenta a un debate moral. Nadie ignora que los patrones de pesca reciben comisiones de sus empleadores  por ciertos objetivos de capturas. No estamos hablando de cientos de euros. El Vila de Pitanxo era capaz de cargar centenares toneladas de fletán. 

Todo el mundo sabe que los incentivos  pueden llevar a  algunos oficiales a asumir peligros más allá de lo razonable. Comisiones que, por cierto, no reciben los marineros, pese a su durísima labor. 

Marineros que como Samuel cada vez más a menudo no son gallegos. Son inmigrantes, con dificultades añadidas para hacer valer su voz y sus derechos. 

LOAS A LA VALENTÍA DEL SUPERVIVIENTE AFRICANO

Por cierto, los familiares de los 21 fallecidos han agradecido a Samuel "su valentía" y que no haya sucumbido "a la mentira". "Ahora queda un proceso judicial por delante", han añadido.

"Personas como él contribuyen a que este mundo sea más justo. Su valentía, a pesar de todas las presiones, es ejemplar", han reivindicado en un mensaje enviado a los medios de comunicación. 

"Personas como él contribuyen a que este mundo sea más justo. Su valentía, a pesar de todas las presiones, es ejemplar"

PROCESO JUDICIAL EN MARCHA

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha dado traslado a la Fiscalía para que informe si el juzgado es competente para iniciar una investigación sobre el hundimiento del pesquero 'Villa de Pitanxo', que naufragó el pasado 15 de febrero a 450 kilómetros al este de Terranova (Canadá).

La Audiencia Nacional ha abierto una investigación para dirimir si existe responsabilidad penal en el hundimiento.  El 'Villa de Pitanxo' acumulaba varias sanciones por infracciones graves de pesca ilegal, entre ellas, capturas de fletán negro sin declarar. 

Cuando se supo del accidente, la armadora, Pesquería Nores de Marín, rapidamente indicó que debió a una repentina parada del motor principal.

¿QUÉ PASÓ EN LA BALSA?

De los 24 tripulantes, solo tres de fueron rescatados con vida por otro pesquero. El patrón de la embarcación, Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial Padín y el marinero de origen ghanés Samuel Kwesi compartieron balsa con otros náufragos.

Los españoles, que suponen estaban en el puente de mando cuando el accidente, sobrevivieron en parte gracias a que llevan puesto el traje de supervivencia contra la hipotermia. Kwesi, como el resto de marineros que estaba faenando, no tuvo tiempo de ponérselo. La hipotermia acabó con sus compañeros, algunos cadáveres aparecieron en la balsa y otros flotando cerca. Él dice que sobrevivió porque aguantó horas de pie en la balsa, evitando mojarse.