Un médico forense examinará al falsificador gallego pendiente de extradición

Un médico forense examinará el estado de salud de José Carlos Bergantiños, antes de que la Audiencia Nacional tome una decisión sobre su extradición a Estados Unidos por crear y vender, junto a su hermano y un ciudadano chino, pinturas falsas de autores como Mark Rothko y Jackson Pollock, con las obtuvieron ganancias superiores a los 30 millones de dólares.

"Yo no quiero ir a Estados Unidos", ha afirmado Bergantiños al principio de la vista, en la que su abogado defensor ha solicitado un aplazamiento con el objeto de que se practique una prueba pericial y su cliente sea reconocido por el médico forense.

El tribunal ha accedido a su petición y ha indicado al acusado que será examinado en la clínica médico forense antes de que se señale de nuevo la vista de extradición.

La Sección Cuarta decidió recientemente, contra el criterio de la Fiscalía, entregar a su hermano Jesús Ángel a Washington, donde está reclamado por delitos de fraude de transmisión electrónica, fraude de transferencia electrónica de datos y fondos, conspiración para cometer lavado de dinero y lavado de dinero por hechos sucedidos entre principios de los noventa y junio de 2009.

Jesús Ángel Bergantiños ha presentado un recurso que será revisado por el Pleno de la Sala de lo Penal contra su entrega a Estados Unidos, al entender que la estafa se produjo "en rigor" en Nueva York y es allí donde se encuentran los testigos, las víctimas, la documentación bancaria y las dos galerías de arte a las que quisieron engañar, vendiéndoles cuadros falsos.

Los hermanos Bergantiños ya se opusieron a ser entregados a Estados Unidos en la comparecencia que prestaron en abril de 2014 ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que les dejó en libertad con la prohibición de abandonar el territorio nacional después de ser detenidos en Sevilla y Madrid.

Las autoridades estadounidenses acusan de vender más de 60 cuadros falsificados a dos galerías de arte de Nueva York por valor de más de 30 millones de dólares (22 millones de euros) entre principios de los noventa y junio de 2009.