​Luís Caruncho, artista y amigo

Luis Caruncho en la Galería Metro // @GaleriaMETRO

Nos ha dejado Luis Caruncho, una de las personalidades más destacadas de la vanguardia artística española, figura clave de la abstracción constructivista, una pieza imprescindible en nuestra historia del arte, un artista en continua búsqueda y experimentación que evolucionó desde la herencia del cubismo hacia la construcción de un lenguaje propio tejido con la urdimbre de las formas básicas de la geometría, frías e impersonales, base de toda construcción ordenada, que él supo dotar de carácter, de emoción y de vida.

Su carrera artística y profesional ha sido extraordinariamente densa, multidisciplinar y transversal, extendiéndose a diversos campos de la creación y de la gestión. Pintor, escultor, escenógrafo, editor, comisario de exposiciones, grabador, gestor de innumerables proyectos y eventos artísticos, fundador de la Galería Kandinski, Director del Centro Conde Duque de Madrid y del Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa de A Coruña, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, y un largo etcétera, sus obras han sido expuestas en galerías, bienales o museos a lo largo y ancho de todo el mundo y forman parte de las más importantes colecciones de arte.

Quienes tuvimos la fortuna de haber conocido a Luís Caruncho sabemos que era un hombre bueno y generoso, capaz de aglutinar y de crear lazos con todos aquellos que se acercaban a su órbita. Un hombre cabal, de un rigor y un gusto exquisitos, del que siempre había algo que aprender. Un hombre que vivió una vida intensa, siempre rodeado de buenos amigos, entre los que se encontraban reconocidas personalidades del arte y la cultura, siempre dispuesto a ayudar, a animar, a apoyar. Una persona vitalista, entusiasta con todo lo que se proponía, que hacía lo que más le gustaba, que no era otra cosa que crear y construir con libertad y coherencia, incondicionalmente fiel a sus principios.

Sus cenizas ya reposan en el mar de A Coruña, porque para él siempre había motivos para volver a la tierra que lo vio nacer, porque, como recuerda su amiga y leal secretaria Pilar Felipe, “Luís en todo momento tenía a Galicia en su cabeza”. Y así lo demostró en innumerables ocasiones a lo largo de su vida. Basta recordar su etapa de Dirección al frente del Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa en la que desarrolló una labor que ha sido determinante para la proyección de la creación artística gallega, especialmente de la más joven.

Una de las últimas ocasiones que hemos podido contar con su presencia ha sido en la Galería METRO de Santiago, en octubre del pasado año, en la inauguración de su última exposición individual, que recogía una pequeña antológica de sus trabajos en grabado y serigrafía. A pesar de su ya delicada salud y porque “bajo ningún concepto puedo faltar”, se desplazó desde Madrid, ciudad en la que residía desde el año 1940, acompañado de su queridísima Tatiana, su inseparable compañera de viaje, siempre a su lado con su amor y su belleza, su templanza y su fuerza, para compartir con todos los que allí nos reunimos un momento único, desbordante de emoción, que nunca olvidaremos.

Nos ha dejado Luís Caruncho, sin duda una gran pérdida para el mundo del arte y la cultura, una gran pérdida para las personas que lo queríamos, pero debemos sentirnos felices de que haya existido un hombre así. Nos queda su magnífica obra y todos los recuerdos vividos a su lado. Una parte de Caruncho ya no está, pero otra muy importante seguirá viva para los que todavía estamos y para los que faltan por venir.

Javier Blanco

Director de Galería METRO