Las elecciones a la presidencia de la patronal gallega se celebrarán el próximo 10 de mayo

La junta de vicepresidentes de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ha acordado que la institución celebre elecciones a la presidencia el próximo 10 de mayo.

Este martes se han reunido los cuatro presidentes de las confederaciones provinciales, Antonio Fontenla (A Coruña), Jorge Cebreiros (Pontevedra), Jaime López (Lugo) y José Manuel Pérez Canal (Ourense), que conforman la junta de vicepresidentes. Esta junta se configura como gestora cuando el cargo de presidente está vacante, y a su frente se sitúa la persona de más antigüedad en el puesto, que en este caso es Fontenla.

Así las cosas, los empresarios gallegos elegirán dentro de 100 días cuál será su nuevo máximo representante, tras la dimisión de Antón Arias la semana pasada, que es la tercera de un presidente de la patronal en poco más de dos años (tras las marchas de José Manuel Fernández Alvariño y Antonio Dieter Moure).

En un estado de permanente conflicto, una nueva persona se alzará al frente de la entidad el próximo 10 de mayo, tras una asamblea convocada a las 12,00 horas. Los candidatos, según establecen los estatutos, podrán presentarse hasta una semana antes de esa fecha.

Está por ver si durante las próximas semanas darán un paso al frente varios aspirantes o si las cuatro provincias consensuarán un único candidato, como era la intención hace un año, hasta que se presentó Antón Arias.

LA DIMISIÓN DE ANTÓN ARIAS

Arias abandonó la CEG al constatar que solo pudo llevar adelante uno de sus dos objetivos: la viabilidad económica de la institución. Lo que no logró fue la reforma de los estatutos, que precisamente planteaba para evitar que se puedan dar situaciones de bloqueo como las que se vienen dando en el seno de la organización desde hace cinco años.

En este escenario siguen enfrentados varios sectores, con gran malestar en las confederaciones de Pontevedra y Ourense por el mandato de Arias, a quien apoyaron en su día tanto A Coruña como Lugo, y con la polémica sobre cuál debe ser el papel de las organizaciones sectoriales en el futuro de la CEG.