O Son do Camiño 2023: la "quinta provincia" está en el Monte do Gozo

Han tenido que pasar los 365 días de rigor, que a algunos nos han parecido muchos más, pero ya está aquí O Son do Camiño. Uno de los festivales de música de referencia de la comunidad gallega y el pistoletazo de salida al verano celebró su regreso este jueves en la que significa su IV Edición, ya totalmente consagrado en el calendario festivalero con el objetivo de reeditar el éxito de crítica y público que viene recabando desde el primer día. Para este 2023, en su propuesta más ambiciosa, la organización ha decidido introducir algunos cambios que hacen que la de este año sea una experiencia totalmente nueva.

En primer lugar, el escenario que podríamos bautizar como 'Géminis', ya que nos encontramos en el campo de estrellas de la capital gallega. Dos escenarios, uno al lado del otro, lo que entierra la idea de un escenario principal, ya que ambos son igual de importantes y las actuaciones no se solapan. Esto resulta todo un acierto para garantizar el disfrute de cada concierto, pero sí que puede afectar a la sonoridad y a la perspectiva, ya que provoca un cierto horror vacui en el espectador el incluir en el mismo campo de visión un escenario desangelado y otro en el que todo son luces, colores y gente dando saltos.  

Dicho esto, las actuaciones fueron fluidas y la gente acampó en su parcela para disfrutar de una maratón de conciertos. Pero para llegar al escenario primero hay que pasar el inevitable tramite de conseguir la pulsera. Como es habitual, el jueves se agolparon miles de personas a las horas críticas para pulserarse. Un sol de justicia recibió a los "camiñers" en Santiago, lo que hizo más difícil la espera, pero una vez que consiguieron el pase todo fue coser y cantar. 

Al pegar los escenarios, el recinto disfruta de mucho más espacio, ya que la concentración de gente se hace en un único punto, lo que permite que, en el lugar en el que antes se colocaba el segundo escenario, puedan disponerse los foodrucks y otros estands, donde poder participar en divertidos concursos con premio, hacer uso de los photocall o "tatuarte" un cerdito donde tú quieras. Os lo prometo: donde quieras. 

UN NO PARAR

Hay muchas cosas para hacer en O Son además de los conciertos, pero la música es la reina. Los grupos locales fueron los encargados de dar la bienvenida a esta nueva edición. Sila Lua y The Rapants estrenaron los dos escenarios, con una gran acogida. Tal vez cabe hacer una vez más una llamada a todos los festivales para que tengan a bien de dar las horas principales a algunos grupos del país, ya que no desmerecerán para nada esa oportunidad de reivindicarse ante el gran público, porque calidad les sobra.

A medida que avanzó el jueves se fueron sucediendo las estrellas internacionales: la dominicana Tokischa, que excitó a todo el Monte do Gozo con sus sensuales movimientos y sus letras que en ocasiones rozan lo pornográfico; los ingleses Alt-J, que con una puesta en escena sencilla -habrá quien diga que sosa- supieron conducir la actuación con su virtuosismo musical. 

Y diría más de los británicos, pero sería mentir, porque el que escribe se fue a la otra gran novedad de este año, al escenario 'Sesións do Camiño' donde Groove Amigos, Babykatze o Flaca hicieron las delicias de los asistentes en una especie de 'Rave do Camiño'. Los infatigables abarrotaron este escenario dominado por la música house y tecno. Fue una apuesta más que interesante y que reunió a un buen puñado de personas, ya que a altas horas, con Toccororo detrás de la mesa de mezclas, era un grupo más que significativo el que renunció a los escenarios principales para pasarse a esta oferta que ha llegado para quedarse. 

DEL INDIE-POP AL LATINEO

Los que despertaron más cánticos fueron los nacionales Viva Suecia y Leiva. La banda murciana actuó en la que consideran su segunda casa y el público respondió como merecen, cantando sus temas sin perder fuerza entre los dientes. Con temas de 'El Milagro' o su último álbum, 'El amor de la clase que sea', Viva Suecia puso a sus pies al auditorio, que se vino definitivamente abajo con Leiva, que no solo interpretó sus temas en solitario, sino que tiró de repertorio al traer al Son algunos clásicos de Pereza.

Entre ambos, Eladio Carrión hizo su debut en España, un acontecimiento que sus fans llevaban años esperando. En su nueva gira, el puertorriqueño eligió Galicia para el estreno, que no pudo ser más caluroso, aunque también Eladio huyó de una gran propuesta y salió al escenario él solo, sin ningún tipo de acompañamiento más que las pantallas que sirven de apoyo visual. No obstante, su actuación fue de más a menos, aunque dejando el listón bien alto. 

El testigo de los ritmos latinos lo recogió Bizarrap, que si bien ofreció una sesión irregular fue el responsable de los momentos más emotivos de la noche. El productor argentino es el rey Midas de la música. Todo lo que toca lo convierte en disco de oro y no hay un solo artista que rechace hacer una colaboración con el de Ramos Mejía. No obstante, sus mezclas en directo resultan un poco inconsistentes, con subidas y bajadas en el tono. Por otra banda, es indudable su talento para poner a botar a las miles y miles de personas que se concentraron en el Monte do Gozo. 

El tema con el que Shakira lanza dardos con curare a su expareja Gerard Piqué y el rompepistas 'Quédate' del canario Quevedo pudieron escucharse hasta en el Ensanche de Santiago, porque todo el público vociferó las letras en los dos temas con más reproducciones del Biza, sumando más de mil millones entre los dos solo en YouTube. Mención aparte merece el momento en el que sonó 'Malbec', de Bizarrap y Duki, que el argentino acompañó con una base del desaparecido Avicii mientras sostenía una bandera blanca y celeste, pero no la de su tierra natal, sino la de una Galicia que se entregó a él. 

Los que todavía resistieron en pie pudieron disfrutar de Nervo, el dúo de las gemelas australianas Miriam y Olvia que resultaron la gran revelación de la noche al presentar una sesión que no necesitó de un increscendo, ya que estuvo siempre sostenida en un nivel altísimo, y de Steve Angello, el ex integrante Swedish House Mafia que vino para echar la persiana a este primer día de festival. Al final, primer día superado y cumplidos los 10.000 pasos diarios en solo unas horas. Y eso que esto solo acaba de comenzar.