¿Cuánto vale un piso turístico en Semana Santa en Galicia? Los hay de casi 10.000 € por noche

Los pisos turísticos han ganado terreno en los últimos años a los hoteles y otras alternativas para el alojamiento durante las vacaciones. Galiciapress bucea en la oferta de Airbnb, la web de referencia en este sentido, que deja ver el baile de precios para esas fechas.

Desde habitaciones privadas con camas de 90cm y baño compartido hasta lujosas villas a pie de playa de 8 habitaciones, pista de tenis y piscina, pasando por una habitación en un yate o un ático de 9.000 euros en Riazor. 

Los precios vacacionales pueden ser tan disparatados que a algunos propietarios les compensa alquilar solo en vacaciones. Esto está provocando que muchas familias jóvenes de villas vacacionales como Cangas o Sanxenxo se vean expulsadas de sus localidades natales, como denuncian colectivos como la Plataforma de Afectados polo Turismo do Morrazo.
 

Enterrada la sardina y quemado el Felipiño, los ojos de todos, una vez concluído el Entroido, se posan en el calendario y en la Semana Santa, que este año arranca el jueves 6 de abril. El Jueves Santo es el inicio de las vacaciones de primavera para muchos, que ya buscan las mejores ofertas para tomarse un respiro de la rutina diaria. Los destinos de sol y playa son muy recurridos en la primera semana completa de abril, pero muchos ya van tarde, porque encontrar alojamiento a un precio asequible comienza ser difícil, especialmente en una comunidad que ha experimentado un boom en el sector de los pisos turísticos, una opción que cada vez eligen más personas por delante de los hosteles. 
 

Mientras las administraciones públicas estudian cómo regular esta actividad de forma efectiva, muchos municipios han visto dispararse la oferta de estos alojamientos. De hecho, desde Competencia e Industria de la Unión Europea (UE) vienen de acordar la creación de un registro comunitario de alojamientos turísticos de corta duración, de forma que se pueda saber cuántas viviendas de este tipo están destinados a esta actividad. 

De esta manera, las casas, apartamentos o habitaciones con la oferta de alquiler por un número limitado de días al año deberán contar con un número de registro, de forma que las autoridades puedan conocer la identidad del anfitrión. Controles aleatorios con el fin de constatar que no se formalicen declaraciones incorrectas de anfitriones o número de registro no válidos son otros aspectos acordados. 

Se trata de un pacto que busca no solo agilizar los trámites sino también ofrecer a las administraciones públicas datos para regular esta actividad, de forma que hoteles, hostales o apartahoteles puedan competir en condiciones parejas. Airbnb es la gran competencia de los hoteleros, la web de referencia y la que incluye un mayor número de opciones, con apartamentos exclusivos que pueden satisfacer todos los gustos, pero que realmente no son aptos para todos los bolsillos. 

DORMIR EN UNA HABITACIÓN CON BAÑO COMPARTIDO, O UN BARCO, O UN ÁTICO EN RIAZOR…

Sanxenxo es el destino preferido de muchos viajeros, tanto en verano como en Semana Santa. El municipio pontevedrés se ha destapado en los últimos años como referencia turística en Galicia y un destino de lujo. Los precios parecen ir acordes al alto standing que vende la localidad: 644 euros por noche por alojarse desde el jueves 6 de abril hasta el domingo 9 en una lujosa vivienda con cinco habitaciones, hidromasaje, jardín, piscina y vistas al mar. Otro chalet, “a 8 minutos caminando de las playas de Silgar y Baltar”, también con cinco habitaciones y piscina, se oferta en esas fechas por 527 euros por noche; 1.581 euros por la estancia de tres noches. 
 

Más “económicos” encontramos cerca de una veintena de apartamentos que rondan los 100 y los 120 euros por noche en el entorno de Sanxenxo y Portonovo. Ya en O Grove, el número de establecimientos por este precio cae hasta poco más de una quincena, pero también podemos encontrar habitaciones privadas por unos 33 euros la noche, aunque en este caso hasta el baño es compartido. En el otro extremo encontramos Villas con su propia cancha de tenis, casas a pie de la Praia da Lanzada hasta a casas vacacionales de ocho dormitorios por 908 euros por noche.  
 

Ya en la Ría de Vigo, en Cangas más concretamente, encontramos villas por 820 euros la noche o opciones más modestas, como habitaciones por 35 euros la noche. Pero si no nos seduce la tierra firme, ya en Vigo, también nos ofrecen la posibilidad de dormir en un barco, por “solo” 2.283 euros las tres noches, o poder hospedarnos en pleno casco antiguo de la ciudad olívica por el “módico precio” de 9.367 euros…la noche.
 

Otros destinos más demandados, como la Mariña lucense, ofrecen desde viviendas que superan el millar de euros la noche, como un chalet en Ribadeo, hasta un pequeño terreno que ofertan como “camping” en Foz, por 24 euros la noche. En este último caso, tan solo se puede ver que, efectivamente, hay acceso a una pequeña parcela con el césped recién cortado. En Viveiro, tal vez la localidad con más tradición con la Semana Santa, el listado de precios puede ir desde los 30 euros hasta los 400 para pasar la noche. 

Por esas fechas, en ciudades con más tradición de Semana Santa como Ferrol, todavía quedan habitaciones privadas por menos de 20 euros, pero también apartamentos y casas que oscilan entre los 200 y los 320 euros. En la capital gallega encontramos un abanico de precios que también va desde los 352 euros la noche “al lado de la catedral” hasta habitaciones privadas, con una cama de 90 cm, por 31 euros la noche. En A Coruña, la ciudad herculina guarda por esas fechas un ático en Riazor por 9.000 euros la noche, pero también más de medio centenar de opciones para dormir por 50 euros o menos cada noche. 
 

Vista la oferta podemos preguntarnos: ¿qué lleva a alguien a pedir 9.000 euros por noche? Lo cierto es que la plataforma permite al afitrión fijar el precio por noche. Puede parecer disparatado, pero suponemos que es porque realmente existe la demanda. Los gastos de limpieza, las habitaciones y los precios de los inmuebles cercanos disponibles pueden hacer variar el coste, que también, en muchos casos, se adapta a los periodos de temporada alta o baja.

COMPOSTELA ESTÁ CARÍSIMA TAMBIÉN EN SEMANA SANTA

Santiago de Compostela no es uno de los destinos más potentes de la Semana Santa en Galicia. La tercera ciudad santa del cristianismo lleva años intentando darle un impulso a sus procesiones y actos de Pascua. Lo ha logrado en cierta medida pero, aún así, no compite en la misma categoría que, por ejemplo, Viveiro o Ferrol, verdaderos clásicos de la Semana Santa en Galicia.

Con todo, los precios en la capital por Semana Santiago también están disparados. Si alguien que busca un alojamiento propio, sin compartir inmueble, deberá gastarse 110 euros por noche. Eso si tiene suerte y asume no estar en la almendra del caso histórico.

En la zona vieja los precios de los pisos turísticos no bajan de los 200 euros por jornada.  Si lo que se busca es algo especial, por ejemplo, un apartamento con jacuzzi a pocos metros de la Catedral de Santiago, la tarifa se dispara a los 300 euros por noche. Además, hay que añadir las comisiones de servicio de Airbnb, que a veces disparan aún más el precio, con incrementos que rondan el 20% del coste de una noche.

SECTOR EN AUGE

Pese a lo desorbitado de algunos precios, en Semana Santa se espera una ocupación que rondará el 100% en algunos municipios. Como referencia podemos tomar los datos del pasado enero, donde los establecimientos extrahoteleros, en los que se incluyes estos apartamentos turísticos junto con campings, casas de turismo rural o albergues, registraron un total de 13.670 clientes, aumentando las pernoctaciones cerca de un 13% comparando los datos con los de 2022.

Más de la mitad de esas más de 13.670, 7.323 para ser exactos, se hospedaron en apartamentos turísticos, lo que sin embargo supone una caída del 2,8% con respecto al año pasado, pero aumentando las pernoctaciones en un 20,8%. Los datos van muy en la línea de las cifras a nivel nacional, que experimentó un aumento de las pernoctaciones en establecimiento extrahoteleros del 31,9% en cuestión de un año. El registro en apartamentos turísticos superó el 7% el primer mes del año en el conjunto de España. 

Para abril, y una vez superado lo peor de la pandemia, las cifras podrían dejar muy cortas a las del año pasado, pese al aumento de la inflación. Las ganas de romper con la monotonía y disfrutar de un merecido tiempo de descanso sigue motivando a muchos para asumir el gasto aunque ello suponga apretarse un poquito más el cinturón, con el consiguiente beneficio para los pisos turísticos, para los que nunca faltan interesados.