Repotenciar y reciclar: el sector eólico avanza en la economía circular de la industria de aerogeneradores

El mundo necesita cada vez de más energía y de una energía limpia y que tenga el menor impacto posible. La energía eólica es un recurso que cada vez explotamos más y que nos ayuda a generar una gran cantidad de energía aprovechando el viento. No obstante, muchos parques ya han cumplido su ciclo vital y ahora toca renovarlos y ajustarlos a las nuevas tecnologías, aquellas que no existían hace tres décadas, cuando comenzaron a instalarse en Galicia. Pero, ¿cómo tratar todos esos gigantes de hierro? ¿Qué hacer con ellos? ¿Cómo reutilizarlos en pro de la economía circular, base de toda industria energética? Toda España y Europa buscan respuestas a estas cuestiones. 

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica trabajan concienzudamente en el proceso de repotenciación de los parques de energía eólica y el reciclaje de los aerogeneradores, aspectos que provocan una serie de interrogantes y obligan a buscar soluciones punteras e innovadoras, que algunas empresas ya comienzan a aplicar.

Por todo esto, el pasado mes de diciembre, el Gobierno aprobó la primera convocatoria de tres programas de ayuda, para la que cuenta con una dotación de 222,5 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation. El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía será el encargado de la gestión de las ayudas, prestando una especial atención a todas aquellas zonas de Transición Justa y Reto Demográfico y planes con una gran proyección a la hora de generar empleo o reciclar profesionales. 

El objetivo del gobierno es “dotar de mayor eficiencia energética y menor impacto ambiental a instalaciones actuales de generación eólica e hidroeléctrica mediante la renovación tecnológica y el reemplazo total o parcial -según las distintas líneas- de sus componentes”. 

En lo referido a la renovación y reciclaje de las palas, se trata de un problema al que se enfrentan muchas antiguas instalaciones y uno de los principales retos del sector eólico, que persigue aplicar la economía circular a todos los ámbitos de su proceso. El reto es mayúsculo, ya que no hay precedentes en este sentido, por lo que las técnicas para el reciclaje todavía se están desarrollando y perfilando para poder sacar todo el partido a las palas de los aerogeneradores, compuestas por una combinación de resinas de separación compleja y fibras de vidrio. Las resinas podrían utilizarse para la fabricación de nuevas palas.

El MITECO pretende reaprovechar estas infraestructuras para “transformarlas en materias primas secundarias que puedan introducirse en los procesos productivos”, mientras que en el sector encontramos propuestas de lo más innovadoras, que van desde utilizar las palas para transformarlas en marquesinas o bancos hasta usarlas como puentes. El total anual de materia reciclado podría superar las 17.000 toneladas ya que, solo en esta década, hay programadas una gran cantidad de desmantelamientos en instalaciones eólicas con palas que en muchas ocasiones superan los 100 metros y que tienen una vida útil de entre 20 y 30 años. 

GALICIA, PENDIENTE DEL PLAN RENOVE

La repotenciación de los parques será especialmente contundente en Galicia, donde cerca de un tercio de los parques actuales precisan de esa renovación para poder generar una mayor cantidad de energía, sin que ello suponga ocupar nuevas superficies y provocar un impacto mayor sobre el medio. Cerca de un centenar de parques serán sometidos a este plan renove como el que Naturgy ya ha acometido en Cabo Vilán, donde se redujo de 22 a dos el número de aerogeneradores, pero elevando su potencia máxima evacuable hasta los 5,46 megavatios. 

También desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE) han elaborado un informe en esta misma dirección, con la propuesta de una serie de soluciones para los retos que se presentan en estos momentos. Entre sus conclusiones destaca el hecho de que, hoy por hoy, no existe “una figura a nivel comercial que absorba el volumen generado y lo transforme en un subproducto”, por lo que se trata de un campo que conviene explorar de cara a ser también una potencia y una voz autorizada a nivel mundial en este sector orientado a “reducir el volumen de residuos”. 

Así, señalan la pirólisis como una de las tecnologías de “gran potencial” y sobre la que conviene explorar a corto plazo. La fragmentación por pulsos de alta tensión o la solvólisis son otras de las opciones que conviene valorar y estudiar en profundidad de cara a ser “soluciones viables económica y técnicamente a nivel comercial”. Una mayor inversión, apoyo institucional, colaboración con otros sectores y apuesta firme por el I+D+i son aspectos que se deben priorizar en los próximos años. 

LOS MOLINOS DEL FUTURO

“Resulta urgente encontrar soluciones comerciales para favorecer la reutilización de los componentes de las palas y evitar que se depositen en vertederos al final de su vida útil”, admiten desde el Gobierno de España, que sin embargo celebra la “posición privilegiada” del país en lo referido al desarrollo de una cadena de valor asociada al reciclaje, gracias, en gran medida, al ser una potencia eólica a nivel mundial y “medalla de plata” en el ranking europeo, solo por detrás de Alemania.  

No obstante, otros países de nuestro entorno están en la procura de una solución definitiva para las aspas jubiladas. Suecia propone cambiar el acero y el hormigón de las instalaciones por molinos en torres de madera laminada. Reducen los costes y la huella de carbono, al tiempo que pone freno al reciclaje de los componentes en el futuro y avanzan hacia la circularidad en el sector. 

Se trata, en cualquier caso, de una propuesta que está en fase incipiente y que tal vez no pueda ser aplicable a todos los entornos, ya que cada país tiene sus particularidades y existen condicionantes que obligan a apostar por unos materiales sobre todos, pero sí nos permite aventurar que en el futuro los parques eólicos tendrán una composición distinta a la actual. Parte de los mejores cerebros de la industria están pensando en diseños nuevos y otros materiales con los que evitar este problema en el futuro. 

LA PRIMERA PLANTA DE RECICLADO

Con todo, y si bien los países escandinavos ya están metidos en harina, en España empresas como Naturgy no se han quedado atrás. A la vanguardia en la búsqueda de soluciones, la energética alcanzó el pasado verano una alianza con Ruralia para la creación de la primera empresa en el país dedicada al desmantelamiento y reciclaje integral de los aerogeneradores, adelantándose así a todos sus competidores y mostrando un nivel de concienciación por encima de los demás. 

Reacondicionar los elementos retirados para su posterior venta es una de las operaciones que completan la cadena de la economía circular. Además, otro aspecto a tener en cuenta es que la planta de reciclaje de la empresa GIRA Wind (Gestión Integral de Reciclaje de Aerogeneradores), creada por Naturgy y Ruralia, se instalará en Soria, una provincia especialmente golpeada por la despoblación y espada de la llamada “España vaciada”. La apuesta por estos proyectos en estas zonas, con el firme propósito de fijar población y reanimar el interior del país con industrias de primer nivel, son otros de los grandes atractivos de la iniciativa que encabeza la compañía energética, que pretende exportar este modelo a otros rincones del territorio nacional para dar pasos de gigante en la transición energética. 

En esa misma línea se expresa la ministra Teresa Ribera, al frente de la cartera de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, enfocada en “reducir la dependencia” de los combustibles fósiles, una carrera en la que llevamos enfrascados medio siglo pero que poco a poco está dando frutos esperanzadores. 

“Es un cambio que depende de toda la sociedad”, recalca Ribera, que enfatiza en la necesidad de aplicar un “cambio de paradigma”, “Hay que adoptar de forma urgente una actitud para acelerar la transición energética, para contar con precios razonables y estables a largo plazo, y el marco europeo es muy propicio para ello”, sugiere.