El informe del CES sobre el impacto económico de la pandemia confirma los servicios como sector más castigado

Apunta una percepción de "frustración" sobre los PERTE porque su diseño "no se ajusta a la realidad del tejido productivo"

El pleno del Consello Económico y Social (CES) ha aprobado este viernes su último informe, sobre el impacto de la pandemia de Covid en la economía gallega y elaborado en colaboración con el equipo de la USC liderado por los profesores Juan José Ares Fernández y Alberto Meixide Vecino, que certifica que el sector servicios, especialmente hostelería y comercio, fue el más castigado por la crisis sanitaria.

En el documento se señala que la contracción de la economía gallega alcanzó en el 2020 el -8,9 % y que en 2021 la recuperación del PIB fue ligeramente inferior a la estatal. En 2022 se consolida una progresiva vuelta a la normalidad, aunque la invasión de Ucrania ralentizó la recuperación.

Según se refleja en el informe, en lo que respecta al empleo, los ERTE se revelaron como instrumentos clave para amortiguar el impacto de la pandemia lo que, unido a la posterior reforma laboral, logró contener el desempleo en Galicia. La pérdida de empleo durante el confinamiento se concentró en el sector servicios (hostelería, transporte, comercio, actividades artísticas y de entretenimiento o turismo) y los ajustes afectaron con más intensidad a los trabajadores más jóvenes y a aquellos con contratos temporales.

Con respecto a la industria, los investigadores han constatado que se produjo una pérdida de empresas en casi todos los sectores, incluso en el de la alimentación, a pesar de que mantuvo o incluso aumentó su producción.

En el caso de la automoción, se mantuvo una tendencia ascendente en la producción en 2020, pero a lo largo de 2021 y en 2022 se frenó dicha tendencia, fundamentalmente por problemas logísticos y de suministros. De hecho, en el informe se recuerda que la planta de Stellantis produjo en 2021 unos 100.000 coches menos debido a la falta de microchips.

En el sector servicios fue donde más cayó el valor añadido bruto, especialmente en hostelería, aunque en menor grado que en la media de España. En ese ámbito, el turismo ha sido una de las actividades más afectadas, con un sector que "no estaba preparado para afrontar un impacto de esa dimensión".

El informe hace alusión a las medidas puestas en marcha por las administraciones y al papel de organismos como el Igape o Gain, con líneas de apoyo a las empresas para compensar las pérdidas y la reducción de actividad.

Asimismo, alude a las iniciativas puestas en marcha desde el Gobierno, en concreto a los llamados PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica).

Al respecto, señala que hay una "percepción general de cierta frustración" porque "lo alcanzado dista mucho de las expectativas". Así, concluye que el diseño de esos PERTE "no se corresponde con la realidad del tejido productivo"