¿Puede el Gobierno recuperar las ayudas al combustible? El alza del diésel y la gasolina reaviva el debate

Subirnos al coche y ver como el indicador del depósito nos indica que hay que hacer una visita a la gasolinera más cercana nos trae a muchos recuerdos del Vietnam. El precio del combustible se ha disparado en las últimas semanas, alcanzando niveles similares a los del año pasado, cuando el Gobierno de España bonificaba cada repostaje con 20 céntimos por litro, una medida que concluyó el pasado 31 de diciembre pero que para los transportistas todavía sigue vigente, aunque irá eliminándose de manera gradual hasta final de año.

En la situación actual son muchas las voces que reclaman al Ejecutivo que se restaure la medida, pero el Gobierno en funciones no tiene suficiente margen de maniobra como para poner en marcha una ayuda similar. Hay que considerar, a su vez, que ante este panorama, y si se acaba suprimiendo la ayuda a los transportistas, el sector vuelva a echarse a la calle como ya ocurrió el año pasado. La conformación de un nuevo Gobierno cuanto antes puede ser clave para que se aprueben nuevas ayudas. 

Por otra banda, y aunque los números son realmente negativos para el bolsillo, el descuento se contemplaría si la gasolina supera los 1,80 euros por litro, algo que está cerca en estos momentos, ya que esta semana alcanzó los 1,68 €/l, representando la quinta semana consecutiva de subida, justo a las puertas del puente de agosto, algo que afectará sensiblemente a las cuentas de los españoles que viajen en estas fechas, en las que la DGT estima unos 8,5 millones de desplazamientos. 

¿CUÁNTO CUESTA LLENAR EL DEPÓSITO?

La gasolina subió un 1,82% en la última semana, alcanzando su valor más alto desde diciembre de 2022. El diésel también registra un alza considerable, del 3,4%, hasta los 1,55 €/l, el más alto desde marzo.

El precio de los carburantes se encuentra así por encima de los niveles previos al inicio de la guerra de Ucrania, pero todavía lejos de los máximos de julio de 2022, de 2,14 €/l en la gasolina y de 2,1 €/l en el diésel. 

En cualquier caso, tanto el precio de la gasolina como del gasóleo en España siguen por debajo de la media de la Unión Europea, establecido en los 1,80 €/l en el primer caso y en 1,69 €/l en el segundo. Pese a esto, llenar un depósito de diésel tiene un coste de unos 85,3 euros de media, mientras que llenar un depósito de gasolina cuesta más de 92 euros. 

¿POR QUÉ SUBE LA GASOLINA?

El precio de los combustibles, como la gasolina y el diésel, puede subir o bajar debido a una interacción compleja de factores económicos, geopolíticos y ambientales. Algunas de las razones clave detrás de las fluctuaciones en el precio de los combustibles incluyen:

• Precio del petróleo crudo: El petróleo crudo es la materia prima principal para la producción de combustibles. Los cambios en la oferta y la demanda de petróleo en los mercados internacionales pueden afectar drásticamente los precios. Conflictos geopolíticos, acuerdos de producción entre países exportadores (como la OPEP), cambios en la extracción y la producción, así como eventos naturales y desastres, pueden influir en la oferta de petróleo crudo y, por lo tanto, en su precio.
• Demanda de combustibles: La demanda global de combustibles está relacionada con la actividad económica, la industrialización y el crecimiento de la población. Cuando la economía está en auge y las industrias están en pleno funcionamiento, la demanda de combustibles tiende a aumentar, lo que puede elevar los precios.
• Tasas de cambio: Los precios del petróleo y los combustibles se cotizan en dólares estadounidenses en los mercados internacionales. Las fluctuaciones en los tipos de cambio entre el dólar y otras monedas pueden afectar el precio de los combustibles en los países que utilizan esas monedas.
• Impuestos y regulaciones: Los impuestos y regulaciones gubernamentales pueden tener un impacto significativo en el precio final de los combustibles. Los cambios en los impuestos a los combustibles, los subsidios gubernamentales y las políticas de regulación pueden influir en cómo se reflejan los cambios en los precios del petróleo crudo en el precio de la gasolina y el diésel para los consumidores.
• Estacionalidad y eventos climáticos: La demanda de combustibles puede variar según las estaciones del año y los patrones climáticos. Los cambios en la demanda debido a factores climáticos, como inviernos fríos que aumentan la necesidad de calefacción o veranos calurosos que aumentan la demanda de viajes en automóvil, pueden afectar los precios.
• Capacidad de refinación y producción: Problemas en las refinerías, interrupciones en la producción, mantenimiento no planificado y otros problemas de infraestructura pueden afectar la oferta de combustibles y, en consecuencia, llevar a aumentos en los precios.
• Innovación tecnológica y energías alternativas: Los avances en tecnologías de energías alternativas y renovables, así como mejoras en la eficiencia de combustibles, pueden influir en la demanda y la oferta de combustibles fósiles, lo que a su vez podría afectar los precios.
• Expectativas del mercado: Las percepciones y expectativas del mercado en relación con factores futuros, como cambios en la oferta, demanda, conflictos geopolíticos y políticas gubernamentales, también pueden influir en las fluctuaciones de precios.
   

En resumen, el precio de los combustibles es el resultado de una interacción compleja entre diversos factores económicos, políticos y ambientales, y las fluctuaciones pueden ser difíciles de prever con precisión debido a la naturaleza cambiante y dinámica de estos factores. No obstante, algunos expertos consideran que esta es solo la primera fase de una tendencia que, a final de año, podría alcanzar los 2 €/l.