Las ayudas de la Xunta a los apicultores afectados premiarán a los más rápidos, no a los más necesitados
El Sindicato Labrego Galego (SLG) denuncia el sistema de ayudas propuesto por la Xunta de Galicia para el sector, que considera "insuficiente" para evitar que muchos productores tengan que cerrar.
Los apicultores gallegos siguen tratando de hacer balance después de los incendios que han arrasado gran parte de la producción de este año. Con muchas colmenas afectadas por las llamas, los trabajadores del sector intentan ahora dar los primeros pasos hacia la normalidad, necesitando de un apoyo económico que les permita alimentar a los enjambres que sobrevivieron a las llamas pero que, sin alimento en los campos, no podrán hacer frente al otoño.
¿QUÉ VAN A COMER?
La Xunta de Galicia prometió una serie de ayudas para el sector apícola pero, estudiadas por el Sindicato Labego Galego, no son suficientes para hacer frente a la crisis del sector. "Queremos mostrar nuestra preocupación por la orden de ayudas publicadas por la Xunta de Galicia para hacer frente a las pérdidas ocasionadas por los incendios forestales en el sector apícola", indica el sindicato en un comunicado donde recalca que estas ayudas resultan "insuficientes" y "no dan respuesta a la gravedad de la situación que están viviendo cientos de apicultores en todo el país".
Sin un incremento de las partidas el SLG pone en duda la viabilidad de los apiarios "a medio y largo plazo" porque, como afirmaron desde la Fundación Amigos de las Abejas en conversación con este diario, el gran reto ahora es encontrar alimento para las abejas. "Esas colmenas que han sobrevivido, ¿de qué se van a alimentar?", preguntaban al constatar que "todo lo que es el pasto melífero se ha perdido".
Las ayudas, asegura el SLG, solo cubren la alimentación por un periodo de seis meses. Brais Álvarez, apicultor y parte del sindicato, insiste en que en seis meses los terrenos quemados no se recuperarán lo suficiente como para darle sustento a los animales.
PROBLEMAS EN PLAZOS, CANTIDADES...
El problema va más allá porque la miel de calidad tampoco será tan accesible en los próximos años, por lo que tendrán que recuerrir a comida artificial, peor que la proteína natural, por lo que el producto de las abejas será, igualmente, de peor calidad y de menor cantidad, lo que repercutirá en los ingresos de los productores obligando a muchas a cerrar.
Este problema, unido a la falta de concreción para ceder terreno del Banco de Terras a los apicultores que deseen trasladar sus colmenas, pone de manifiesto las lagunas existentes en el plan de ayudas de la Xunta, que propone que se concedan en orden de presentación y hasta que se agoten los fondos, algo que premia al más rápido, no al más necesitado.
Unido a esto, desde el sindicato recalcan que la tramitación de las ayudas "resulta excesivamente compleja, exigiendo memorias previas y posteriores". "Además, no concreta cómo se contabilizarán las colmenas afectadas ni se se tendrán en cuenta otros costes derivados, como los desplazamientos forzosos a nuevas zonas para colocar los apiarios", apuntan, al tiempo que demandan a la Xunta replantear la propuesta de ayudas, amplíe las mismas en plazos y cantidades, contemple los gastos por los traslados de las colmenas y las haga más accesibles para los afectados.
"Las abejas no solo son esenciales para la producción de miel, sino que desempeñan un papel clave en la polinización de los cultivos y en la preservación de la biodiversidad. Sin ellas, muchos ecosistemas y buena parte de nuestra agricultura se verían gravemente afectados. Proteger el sector apícola significa, en realidad, proteger la vida en el campo y garantizar la sostenibilidad alimentaria y ambiental de Galicia", zanjan.
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