El sector gallego del cerdo alarmado: la peste porcina puede “matar” las exportaciones
La reciente aparición de la Peste Porcina Africana (PPA) en Cataluña ha generado una situación de alarma e incertidumbre en el potente sector porcino de Galicia. De momento no se han registrado casos, pero el miedo es latente: entre el 80 y el 90% de la carne producida se destina a la exportación
La peste porcina africana (PPA), en el hipotético caso de registrarse casos en Galicia, podría extenderse por unas 2.500 explotaciones porcinas profesionales. Sin embargo, el riesgo se haría más peligroso ante la existencia de otras 25.000 explotaciones destinadas al autoconsumo que también crían cerdos. La seguridad dentro de las explotaciones (intesivas y extensivas) así como en los animales destinados al autoconsumo, se debe seguir una serie de medidas como son los controles serológicos. De hecho, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha identificado veintiocho explotaciones de riesgo, las cuales deben realizar exámenes de riesgo dos veces por año.
Sobre los cerdos criados para autoconsumo, el gran número de explotaciones puede ser un factor de riesgo si los animales entran en contacto con jabalíes o comida contaminada. Se considera que al no haber hasta el momento ningún caso de PPA, los cerdos de pequeñas explotaciones no suponen ningún riesgo. Sin embargo, los cerdos criados en extensivo, caso del 'porco celta', sí pueden ser un factor de riesgo en caso de contacto con jabalíes.
El sector está viviendo estos días con preocupación, conscientes de las devastadoras consecuencias que tendría la llegada de la PPA, y es que el 90% de su producción se destina fuera de la comunidad autónoma. Según cálculos ofrecidos por la Asociación de Defensa Sanitaria Porcina (ASD), el 60% de esta carne se exporta a Portugal y el resto, cerca del 30%, se dirige a otras zonas de España, principalmente a la Meseta. Si se cerraran las fronteras toda la industria porcina gallega colapsaría. El sector teme la llegada de un brote no solo por las pérdidas que supondría sino que Galicia no cuenta con infraestructuras suficientes para eliminar cerdos infectados.
PRECIOS EN LA CUERDA FLOJA
El impacto económico ha sido inmediato. Mercolleida, la mesa de precios de referencia para España y Portugal, ha registrado caídas históricas. En apenas una semana, el precio del cerdo ha bajado de forma acumulada 21,4 céntimos. Una bajada de 10 céntimos en la cotización del cerdo vivo se registró tanto el lunes como el jueves de la semana del brote, superando el límite habitual de variación máxima de 6 céntimos. La bajada del lunes fue la más fuerte desde que Mercolleida cotiza en euros (este siglo), situando la cotización en 1,20 euros, un 34% por debajo de su máximo anual.
Sin embargo, determinar una cifra económica total por las pérdidas resulta difícil por ahora, esto dependerá de si el foco se controla y por cuánto tiempo se extiendan las repercusiones económicas. De momento, la Unión Europea mantiene la libre circulación de carne, pero la incertidumbre ha llevado a una reducción de las exportaciones a terceros países fuera de la UE. Países como Japón y México han cancelado sus compras a toda España al no aceptar la política de regionalización, mientras que otros, como Corea, aunque sí la aceptan, están solicitando información adicional. La regionalización permitiría a las provincias no afectadas (como las gallegas) seguir exportando a países como China, que sí acepta esta medida.
VOCES DEL SECTOR
Tanto el Sindicato Labrego Galego, como los productores agrupados en ADS Silleda, representados por Pablo Meijomín, coinciden en que la excesiva población de jabalíes en Galicia es un grave problema de salud pública y el principal vector de riesgo para la transmisión de la PPA.
Por una parte, existe un consenso en que la caza social, la caza deportiva, no está siendo efectiva para reducir la población de jabalíes, la cual ha registrado un crecimiento sin control en los últimos tiempos. Por otra parte, el número de licencias de caza ha caído drásticamente, de unas 100.000 en el año 2000 a unas 30.000 a día de hoy, tal como señalan desde Unións Agrarias (UUAA).
Se considera necesaria una actuación más contundente, con más elementos que la caza para reducir drásticamente la población de jabalí. El objetivo sería alcanzar una cabaña de entre 20.000 y 25.000 ejemplares. Se ha propuesto aumentar el tiempo de caza para que se pueda abatir jabalí todo el año sin necesidad de permisos, dándole categoría de plaga.
RIESGO DE CONTAGIO
Analizando la situación, podemos observar que la mayor parte de la producción porcina es intensiva, y las explotaciones de cerdo celta y ecológico, que están en extensivo, son reducidas y tienen la capacidad de poder ser recluidas en sus instalaciones en caso de alerta sanitaria. Las explotaciones profesionales tienen estrictas medidas de seguridad.
El brote actual, detectado en jabalíes de Cataluña, a unos 20 km de Barcelona, es el primer caso en España desde 1994, tras declararse el país libre de PPA en 1995. La PPA no afecta a la salud humana, por lo que el consumo de carne es seguro. Por otra parte, no existe una vacuna disponible para la enfermedad, por lo que la única forma de erradicación es el sacrificio del ganado contagiado y el aislamiento por zonas.
La primera hipótesis del origen del actual brote fue el contagio de jabalíes por haber ingerido comida contaminada. El día 6 de diciembre aparece una segunda teoría, el MAPA aseguraba que el origen del brote pudo surgir a través de residuos o restos de experimentos o mediante una contaminación a través de algún investigador.
¿Por qué esta teoría? Primero, porque la variante del virus es la Georgia2007 que no circula en la naturaleza o no se encuentra entre los jabalíes en libertad. Segundo, porque los animales muertos fueron hallados cerca del centro IRTA-Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA) en Bellaterra (Cerdanyola del Vallès).
Por el momento, las autoridades están implementando medidas para restringir la venta de productos solo de la zona acordonada afectada en torno a Barcelona, esperando que se aplique la regionalización. Esto permite que el resto del país, incluyendo Galicia, pueda continuar comerciando y exportando con aquellos países que aceptan esta delimitación geográfica. Aún así, la caída en los precios de la carne de cerdo para los productores ha sido inevitable.
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