Agentes digitalizadores y el Kit Digital: "Podrían haber elegido 5 grandes operadoras y dejado atrás a las pymes, pero no lo hicieron"

Desde la irrupción del plan Kit Digital en toda España los resultados han sido más que satisfactorios: un aluvión de solicitudes -por encima del millar de acuerdos cada día-, más de 200.000 abonos concedidos movilizando más de 1.000 millones de euros de los fondos Next Generation, un éxito inminente en las empresas dentro del proyecto… El salto que han dado muchas pymes y autónomos gracias a este programa auspiciado por Red.es es muy significativo, pero no son los únicos a los que les ha tocado la lotería. 

El plan Acelera PYME, impulsado desde el Gobierno de España, está enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la agenda España Digital 2025 y en el Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025. Cuenta con un presupuesto inicial de 3.067 millones de euros y está financiado por la Unión Europea con los ‘Next Generation’. Con todos estos elementos, sus impresiones han trascendido más allá de los beneficiarios, sino que tienen en los agentes digitalizadores un actor clave y un sector que ha visto como su ascenso era meteórico gracias al Kit Digital. 

Es el caso de Ricardo Buendía, de Anova It Consulting, una de las empresas que forman parte de ese listado con más de 10.500 digitalizadores y que se han visto beneficiadas de forma directa por este plan bajo el paraguas de Red.es. La suya es una consultora y empresa tecnológica que ofrece “soluciones digitales a autónomos, pymes y administración pública”. 
 

En los 15 años de vida de Anova It Consulting, la firma ha tenido oportunidad de explorar diversos campos, que van desde el desarrollo de proyectos hasta la Inteligencia Artificial, pasando por soluciones “más básicas, como el desarrollo web, la presencia en internet o la ciberseguridad”. “En definitiva son las 12 categorías del Kit Digital’, resume Buendía.

En una situación semejante se encuentra Miguel Ángel Fernández, de la agencia gallega de marketing digital Ilatina, que llevan desde 1996 desarrollando soluciones digitales. “Somos una empresa del sector de servicios digitales. Hacemos web, SEO, tiendas virtuales, redes sociales…todo lo que es el marketing digital”, expone Fernández. 

CADA EMPRESA UNA NECESIDAD DISTINTA

Su labor es adaptarse a las urgencias que pueda tener la empresa que accede a este plan. “Hacemos un diagnóstico de la situación en la que se encuentran. A partir de ahí evaluamos sus necesidades y recomendamos dónde creemos que hay que actuar”, explican los agentes. Así, y dependiendo del “segmento” al que pertenece cada empresa -si tiene entre 50 y 10 empleados, entre 10 y 3 o de 3 o menos trabajadores-, cada compañía busca una ayuda u otra. 

Así, encontramos que muchos autónomos buscan tener una mayor presencia en internet o impulsar sus redes sociales, mientras que empresas más grandes “requieren soluciones más complejas”, relacionadas en muchos casos con procesos internos de cada compañía. La ciberseguridad es otro elemento clave, pero en general son los autónomos, según aprecian los digitalizadores, los que se están viendo más beneficiados por el Kit Digital. “En lo que se refiere a conversión e impacto, son los autónomos y micropymes las más favorecidas”. 

Desde Ilatina hacen especial hincapié en que las empresas que recurren a sus servicios son de sectores muy variopintos. “Sean del sector que sean. El saldo que les concede el Kit Digital puede aplicarse en diferentes servicios”, desarrolla Fernández. En esta línea, después de llegar al acuerdo con la empresa, se emplea el saldo concedido. “Son servicios de un año. Ninguno de los servicios que ofrecemos cuesta menos que la cantidad concedida”, puntualiza. Así, y según el número de proyectos a desempeñar, se destina una partida u otra a cada uno. 
 

“NOS SIRVE COMO PALANCA PARA CRECER”

En este tiempo, en Anova It Consulting han ofrecido más de un centenar de soluciones desde que se adhirieron al Kit Digital. Las cifras en Ilatina son todavía mejores: “Más de 300, y seguimos”, festeja. La propia adhesión al programa es muy sencilla, ya que los requisitos exigidos son poco menos que los mínimos exigibles, como experencia en soluciones digitales o cierto nivel de antigüedad en el campo. “Es un punto atractivo al programa, porque se abre a que haya un gran número de agentes digitalizadores”, valora Buendía. 

“Es una estrategia muy interesante por parte de la administración pública. Nos sirve como palanca para crecer. Podrían haber elegido a cinco grandes operadoras y dejado atrás a las pymes, pero no lo han hecho”, celebra, al tiempo que agrega que esto es una dificultad añadida para la propia administración, ya que tiene que atender a muchas más personas al salirse del cortijo y abrir la puerta a todos.

Fernández va más allá y recuerda el “revuelo” existente en algunos foros con el tema de las exigencias del Gobierno y los requisitos que había que cumplir. “Fue antes de que el Kit Digital entrase en vigor. Un montón de empresas con el grito en el cielo. Pero las exigencias eran bastante lógicas. Para que una empresa tenga viabilidad y pueda dar un servicio, me parece muy lógico, pero se creó una problemática en los foros que no comprendo”, rememora.

“La fiesta la paga el Estado, es normal que quiera asegurarse continuidad”, acota, al considerar que existe un baile y un cambio de profesionales dentro del sector que en ocasiones pueden jugar a la contra del propio programa pero en especial de los clientes. 

“CLARO QUE TIENEN QUE SER ESCRUPULOSOS, ES DINERO PÚBLICO”

Esto ha provocado que el impacto sobre los digitalizadores sea inmediato, hasta el punto de que en Anova It Consulting han crecido tanto que “hemos tenido que crear una unidad de negocio específica” para poder llegar a todos los puntos donde se les requiere. Ese nuevo departamento se encarga de los trámites de solicitudes de empresas y justificación, algo en lo que han visto aumentada también la carga y el esfuerzo. “Es una nueva línea de negocio”, explican. 
 

A Buendía y sus compañeros no les da vértigo porque aseguran estar acostumbrados a tratar con la administración pública. “Una vez validan la justificación los pagos se abonan en 60 días. Son trámites que hay que cumplir y no nos ha planteado problemas”, comenta. Sí puede entender que otras firmas, menos acostumbrados a procesos burocráticos, puedan verse en ocasiones superados, pero lo asume con naturalidad. 

“Aceptamos el riesgo. Nosotros admitimos y captamos empresas de forma gradual, escalonada”, indica, de forma que no se vean desbordados. “Sí nos hemos encontrado con subsanaciones, tener que ampliar información sobre pistas de auditoría o trazabilidad”, admite”. Con todo, recuerda que “lo ideal sería que, en vez de 12 meses, si esperaremos solo 6 sería mejor”, pero subraya que “hablamos dinero público y financiado por Europa; claro que tienen que ser escrupulosos”.

PROBLEMAS, ESCUCHA ACTIVA Y SOLUCIONES

Por su parte, desde Ilatina recalcan que la tramitacion tiene que ser validada también por el beneficiario de acuerdo al plan desarrollado. Lo bueno del plan es que, al ser el Estado el que está detrás, “hay garantias de cobro”, pero lo negativo es “cuándo se va a producir ese cobro”, ya que los procesos burocráticos pueden ser en ocasiones más largos de lo deseado para algunas empresas, especialmente aquellas que no tienen el suficiente músculo económico. 

Así, Fernández indica que pueden darse solicitudes para efecturar “subsanaciones, por cualquier cuestión”, pero que incluso este es un aspecto que se ha corregido con el tiempo. “Son un poco puntillosos. Hay aspectos que deberían comprobar ellos mismos porque son errores muy básicos. Somos empresas, no tramitamos subvenciones”, matiza, mientras dicen haberse convertido en su empresa en “no solo una empresa informática, sino en expertos del Kit Digital”.

Hoy por hoy, reconoce que si hay un error es “por confusiones” porque “con el conocimiento que ya tenemos los errores ahora son mínimos” porque “ya has pillado el rollo, ya sabes lo que quieren en las justificaciones”. “Han tardado en ser precisos; estuvimos a ciegas muchos meses”. Esto es porque también este ha sido un proceso muy novedoso y un poco de ensayo y error dentro de Red.es, pero ha sido también gracias a la escucha activa que practican que han podido pulir muchos aspectos. 

“Tuve oportunidad de reunirme con Martínez Lacambra en unas jornadas. Me prestó atención y, al cabo de unos días, las notificaciones que eran un incordio empezaron a ser un poco más explicitas. Ya te estaban orientando. Así detectas más facil los errores y todo lo que se había presentado mal. Empezaron a cambiar su filosofía”, valora Fernández. Esa experiencia es la que le hace comprender que, aunque “hay cosas que todavía pueden mejorar”, como algunos cruces de criterios, la realidad es que la comprensión con el trabajo de las administraciones públicas es total. “Tienen que justificarlo bien. Si mañana viene Europa y un expediente no está correcto es un problema para ellos”.