Los últimos estertores de la central térmica de As Pontes, que agotará sus reservas de carbón en unas horas

Un gigante agoniza en pleno corazón de la comarca do Eume. La chimenea gigante que desde hace ya casi 50 años forma parte del horizonte de As Pontes de García Rodríguez y de todo su entorno dejará de escupir humo en las próximas horas, momento en el que las reservas de carbón llegarán a cero y supondrá, ahora sí, el fin de la edad de oro de la central térmica y la localidad, que comienza a mirar al futuro con proyectos enfocados en las energías renovables, la fabrica que proyecta Ence o en la producción de neumáticos con la factoría que plantea instalar la firma china Sentury Tire en el municipio. 

El fin de la térmica era inevitable y en los últimos meses se aceleró el proceso para el desmantelamiento de la central. La última remesa de carbón es solo el finiquito a un proceso de cierre que ha durado varios años y que se ha visto pospuesto por el encarecimiento de la energía y la alta demanda de este recurso. Un símbolo de la industria gallega y una fuente de empleo para miles de familias, obligadas a reinventarse. 

La según las últimas informaciones, la central echará la persiana en cuestión de horas, cuando termine de arder la última palada de carbón. El próximo 1 de noviembre tendrán lugar las primeras bajas de la plantilla entre el personal que había acordado la prejubilación, mientras que otro grupo de los operarios seguirá realizando labores previas al proceso de desmantelamiento, que durará unos 4 años según los cálculos de la energética. Posteriormente, parte de la plantilla será recolocada en otros puestos de Endesa en distintos puntos del territorio.